-La soberbia alemana empieza a resultar un tanto patética. Mientras el primer ministro griego, Antonis Samaras, suplicaba aire para respirar, el responsable de Finanzas teutón, Wolfgang Schäuble,
le abofeteaba diciendo que no se le concedería el aire solicitado
porque no se trataba de una cuestión de generosidad. Pues sí, señor
Schäuble: se trata justamente de eso. La Unión Europea actual está
muerta y Alemania se dedica a dos cosas: exprimirla en su favor todo lo posible y, cuando expire, enterrarla.