EL SOCIALISMO
-No sé si fue el señor Largo Caballero quien, al advenimiento de la República, dijo que un país como España, donde el capitalismo había alcanzado tan parco desarrollo, no estaba todavía bastante maduro para el socialismo, y que era necesario esperar. La cosa resultaba un poco rara. Si la razón de ser del socialismo consiste en destruir el capitalismo y en España no había capitalismo propiamente dicho, los socialistas no tenían nada que esperar. Lo que tenían que hacer era irse, reconociendo su error al llegar con un contraveneno a un lugar donde nadie se había envenenado, y no envenenar a unos y otros con el único y exclusivo objeto de lucirse luego destruyéndoles las toxinas. Pero el socialismo no es, ni mucho menos, lo contrario del capitalismo, sino que constituye más bien un aspecto o fase del fenómeno capitalista, y las palabras del señor Largo Caballero –si fue él, en efecto, quien las pronunció– no pueden estar más llenas de sentido.
JULIO CAMBA
Ignacio Ruiz Quintano
-No sé si fue el señor Largo Caballero quien, al advenimiento de la República, dijo que un país como España, donde el capitalismo había alcanzado tan parco desarrollo, no estaba todavía bastante maduro para el socialismo, y que era necesario esperar. La cosa resultaba un poco rara. Si la razón de ser del socialismo consiste en destruir el capitalismo y en España no había capitalismo propiamente dicho, los socialistas no tenían nada que esperar. Lo que tenían que hacer era irse, reconociendo su error al llegar con un contraveneno a un lugar donde nadie se había envenenado, y no envenenar a unos y otros con el único y exclusivo objeto de lucirse luego destruyéndoles las toxinas. Pero el socialismo no es, ni mucho menos, lo contrario del capitalismo, sino que constituye más bien un aspecto o fase del fenómeno capitalista, y las palabras del señor Largo Caballero –si fue él, en efecto, quien las pronunció– no pueden estar más llenas de sentido.
JULIO CAMBA
Ignacio Ruiz Quintano