domingo, 25 de marzo de 2012

Amituofo y la verdad del fútbol

Calle de Toledo
Madrid

Anoche, mientras el Madrid le metía cinco goles como cinco soles a la Real Sociedad, servidor era transportado al Paraíso Occidental, donde residen el Buda y Guardiola, merced a los incesantes cánticos de unos monjes contratados por la familia de la vecina, octogenaria que pasó a mejor vida. “Amituofo”, mantreaban los monjes calvos. “Amituofo”, cantaban sin cesar. Me desperté a las 3 de la mañana, bañado en sudor, y seguían cantando. En mis sueños, creí ver a esos escolares de Cataluña recitando los nombres de Xavi, Messi y Dani Alves mientras terminaban su plegaria con el “Ai Quina Colla”, que es algo así como “Allah Akhbar” en catalán.

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