lunes, 6 de junio de 2011

"¿Cómo quedarse a echar raíces en un país donde apenas se pueden dar frutos?"

PARTE DE MÍ

-La emigración se ha llevado a mis amigos, a los conocidos de la infancia, a los vecinos del lugar donde nací y a la gente que saludé una o dos veces en la calle. Un día, me arrebató las tías paternas, los primos, los colegas con los que compartí la alegría de graduarme y hasta el tímido cartero que me traía la prensa una vez por semana. Y como si no estuviera satisfecha, ahora ha vuelto por más, ha cargado también con la parte más cercana e íntima de mi vida.

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