El pulpo Paul suscribe los razonamientos de Zapatero
Ignacio Ruiz Quintano
No me gusta el patriotismo manolero de los Manolos (los de la Cuatro, el del Bombo, etcétera), reducido a tocar la vuvuzela para alegrar la sardana surafricana de Puyol, el prohibicionista taurino. Yo he visto a ese tío jugar en Bilbao un Euskadi-Cataluña al grito de "un bote, dos botes, español el que no bote", con lo que espero no incurrir en delito de alta traición por lamentar la ausencia del único jugador que me ha deslumbrado en Suráfrica, el veinteañero Müller, de la selección de Alemania, la nación a la cual debemos el himno español, prohibido por Zapatero en las procesiones. El mismo Zapatero cuyo sentido del humor coincide con el del pulpo Paul al afirmar que hoy España superará el diferencial con Alemania, que es todo lo que sabe hacer para garantizar nuestros bonos del Tesoro.