LA MESA DEL TORO
Contaba D'Ors que al bajar del tren en Zaragoza lo esperaba en el andén el maño castizo:
-Vendrá a mi casa... Le convido a un cocido en familia...
Murmuraba D'Ors, para sí:
-Las dos cosas que más molestan: la familia y el cocido.
(Dice Pemán que luego se vengó filosóficamente, y cuando el amigo fue a devolverle la visita a Madrid, le esperó también al pie del vagón: "Véngase a mi hotel... Almorzaremos con espárragos e ideas generales.")
Unas caballeros de la Mesa del Toro (?) , muy farrucos ellos, exigen al venerable Oliart la vuelta de los toros a RTVE.
¿Mesa del Toro? A mí esta historia me huele a sobremesa.
La sobremesa y los negros, tituló Foxá uno de sus prodigiosos artículos. Hablaba de Cuba, aquella España en vacaciones que había inventado la sobremesa. (Allá, un taxista mulato le dijo: "Yo gasto lo que gano; la caja de muerto no tiene bolsillos.") Es verdad que la más bella doctrina humana del Amor nació a los postres del Symposio platónico. ¿Pero qué bella doctrina humana de la Tauromaquia va a nacer de una sobremesa de antofagastas -pelmazos- con un octogenario?
Ignacio Ruiz Quintano
Contaba D'Ors que al bajar del tren en Zaragoza lo esperaba en el andén el maño castizo:
-Vendrá a mi casa... Le convido a un cocido en familia...
Murmuraba D'Ors, para sí:
-Las dos cosas que más molestan: la familia y el cocido.
(Dice Pemán que luego se vengó filosóficamente, y cuando el amigo fue a devolverle la visita a Madrid, le esperó también al pie del vagón: "Véngase a mi hotel... Almorzaremos con espárragos e ideas generales.")
Unas caballeros de la Mesa del Toro (?) , muy farrucos ellos, exigen al venerable Oliart la vuelta de los toros a RTVE.
¿Mesa del Toro? A mí esta historia me huele a sobremesa.
La sobremesa y los negros, tituló Foxá uno de sus prodigiosos artículos. Hablaba de Cuba, aquella España en vacaciones que había inventado la sobremesa. (Allá, un taxista mulato le dijo: "Yo gasto lo que gano; la caja de muerto no tiene bolsillos.") Es verdad que la más bella doctrina humana del Amor nació a los postres del Symposio platónico. ¿Pero qué bella doctrina humana de la Tauromaquia va a nacer de una sobremesa de antofagastas -pelmazos- con un octogenario?
Ignacio Ruiz Quintano