Ivà
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
En atención a la tensión política, el gobierno de Ábalos, donde prosperan varios jurisperitos trepadores, indultará a los condenados por aquella ensoñación catalana salida de un cómic de Ivà.
–¿Hay derecho? –me pregunta mi portero, que, como el personaje de “La procesión de los días”, a primeros de mes es derechista, conservador; el día 10 se hace liberalio; hacia el 20 se trueca en sociata y suspira por el reparto; y a finales, abjura de lo dicho y proclama que no hay salvación sino en el anarquismo práctico.
Tensión más indulto es igual a chantaje. La base jurídica de la trastada está en el chupito de Gramsci ofrecido por Errejón, hoy, por lo que se ve, primer jurista de la nación, en la barra de la Wurli: “La hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y la seducción de los sectores aliados laterales”. Eso es todo. Pero ¿es Derecho?
–Los abogados siguen buscando una definición de su concepto de Derecho –son las palabras de Kant que, según don Nicolás R. Rico, único profesor español que se ocupó en serio del asunto, zumbaban en los oídos a los juristas, los sociólogos y los publicistas políticos que en los 30 querían averiguar qué era el Derecho.
Las ciencias sociales eran entonces ciencias jurídicas y tenían por finalidad conseguir una definición del Derecho. Veinte años después, los mosqueteros del Derecho transferirán su interés, con el mismo afán, a la pesquisa de la definición de la política, observa el profesor, que tiene en cuenta la tremenda afirmación de Schmitt: todo Derecho es “Situationrecht”.
–En la realidad social actual la creencia en el Derecho pierde poder real y autoridad social. No nos importa qué sea el Derecho, porque cada día el Derecho importa menos en la vida humana. Lo que nos importa es la política.
Visto por Zibin, el protagonista de Dombrovski, “el Derecho es la facultad de las cosas inútiles”:
–En el mundo sólo existe la conveniencia socialista. Esto me lo enseñó una mujer, mi jueza instructora.
[Miércoles, 30 de Diciembre]