martes, 19 de enero de 2021

El chin


Pedro el Grande, creador del chin

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Año de nieves, año de bienes.


    No es broma, dependiendo, eso sí, de cada ideología, y por ideología se entiende la visión global que del mundo tiene uno desde el lugar que ocupa en la escalera social, con lo que toda ideología es falsa. Por eso en el Estado de partidos todos los partidos son socialdemócratas, ideología de un único dogma: menos que todo es relativo, todo es relativo.
    

Los contribuyentes confinados tienen las nieves y los partidos que “okupan” el Estado tienen sus bienes: un youtuber, Rubén Gisbert, llama “el mayor escándalo político en España” a la lluvia de Dánae que el Presupuesto del Estado derrama sobre los partidos, unos doscientos millones y el lema “un voto, una subvención”. Es el espíritu del régimen, y en la Rusia de Pedro el Grande se llamaba “chin”: catorce clases sociales, cada una con sus propios privilegios.
    

El “chin” –según Custine– es el medio de galvanización, el ropaje exterior de cuerpos y almas… Una nación regimentada, la jerarquía en la que uno puede llegar a coronel sin haber visto la instrucción.
    

En la Rusia de Custine, la promoción individual dentro del “chin” dependía exclusivamente de la voluntad del emperador, y en el Estado de partidos, de la del jefe de listas.
   

 –El favor no se solicita nunca, pero intriga siempre para conseguirlo.


    El agudo marqués comprueba que de esta organización social resulta una envidia tan violenta y una tensión de los espíritus hacia la ambición tan constante que “el pueblo llega a ser incapaz para todo”… menos, como lo diría un politólogo, para el populismo, que se viene arriba ante una nevada tan “iliberal” como la que nos ha caído en Madrid, y tienen que salir a combatirlo, en domingo, el jefe del partido del gobierno con la pala de Juan Simón para despejar entradas a los colegios y el alcalde de la capital con el carrito Dolly para mover autos atrapados.


    –Es necesario ser zorra para conocer las trampas y león para amedrentar a los lobos –fue la gran consigna liberal de Maquiavelo.

[Martes, 12 de Enero]