Ignacio Ruiz Quintano
Abc
La mayor iguala de sexos es obra de la pasión de mandar.
–Sabemos que los hombres mandan siempre sobre quienes superan en poder –anota Tucídides, el primer “sociologizante”, después de todo–. No es nuestra ley: la aplicamos habiéndola encontrado ya existente y habiendo de dejarla subsistiendo para siempre.
Los hombres, pues, mandan, y las mujeres, más. Ahí está América, con el traje de saliva mediático a la socialista Kamala Harris: para convertirla en la nueva Madame de Staël a los liberalios sólo les falta decir que lee a Chaves Nogales. Es la capacidad transformadora del socialismo, que, como dijera Lenin, permite dejar el Estado “en manos de una cocinera”.
–Mi filósofo favorito es Mao –dijo en la Fox la principal asesora de Sleepy Joe, Anita Dunn, que es como si Kellyanne Conway, la principal asesora de Trump, hubiera dicho en la CNN que su filósofo favorito es Hitler, aunque no, porque Dunn adquiere rango de ilustrada con Mao, mientras que Conway hubiera sido arrojada a los cerdos del señor Wu en Deadwood.
Apetece, en fin, la pelea de poderes Kamala Harris (ejecutivo) y Nancy Pelosi (legislativo), la que, “como italiana”, pidió perdón de rodillas por Colón y luego, tirando de Schmitt como quien tira de la cadena, dijo: “Somos un Estado de Derecho (?), no una monarquía con un rey”. (Recordemos el “haiku” schmittiano de Adriana Lastra, la Rosa Luxemburgo de Ribadesella: “España es un reino, ¿no? Y Asturias es un principado, ¿no? Son gobiernos distintos, ¿no? Y se llevan bien, ¿no? ¡Pues lo mismo!”). Al comentar la actualidad, Nancy Pelosi y Hillary Clinton concluyeron que la entrada del bisonte al Capitolio fue urdida por Trump… ¡y Putin,! a quien ella, como secretaria de Estado con Obama, entregó Irán, Siria… y Crimea.
Falta AOC, que llamó en Facebook a recuperar “las tres cámaras del Congreso” (!), para satisfacción del mando, Pelosi:
–No me andaré por las ramas: la belleza de la Constitución es su sistema de dos o tres ramas iguales de gobierno.
[Jueves, 21 de Enero]