Sólo se tomaron en serio el coronavirus seres despreciables y deplorables a ojos de los correctos devoradores de "papers"
Ni las caricaturas las saben hacer. En un conspiranoico hay más dignidad, más libertad y más verdad que en todo el tropel de siervos (ellos sí, berlanguianos) que estos días acuden a justificar su estatus