ABC
Se estaba dando la paradoja de que las libérrimas redes sociales generaran monstruos como el reciente fact-check gubernamental
La izquierda lo asumió encantada, y el centro liberalio propuso que se encargara el Estado mediante una ISO moral
Suena auténticamente fascista, pero lo fascista en España se puede decir siempre que no se lleve un bigotillo