miércoles, 6 de junio de 2012

Eustoquio Hospital

Boda de Diego Moreno Gavilán 
y Pilar Cruz Carrascosa con el padre Eustoquio,
 la madre de Diego y padre de Pili


Francisco Javier Gómez Izquierdo


      Un pariente mío que fue dominico, recorrió mundo, casó, tuvo hijos y se ha jubilado enseñando el idioma  inglés en Madrid, me habló hace tiempo de un tal Eustoquio -con o y no con a- con el que había tenido mucha amistad en Caleruega, la patria de Santo Domingo, y al que recuerda ver partir hacia Córdoba en el año 1965 a enseñar en aquellas magníficas Universidades Laborales de donde salió tanto español de provecho y hoy despreciadas por franquistas:

    -Estuvo en la Laboral quince años y creo que fue capellán del Córdoba en 1ª División. Pregunta a los antiguos del Córdoba a ver qué te cuentan de aquel santo.

       Eustoquio es nombre de mujer -virgen y santa en Belén, hija de Santa Paula- muy poco común entre españoles. Sólo en las montañas castellanas es posible encontrar bautizados como Dios manda y Eustoquio Hospital lo fue en Palencia, conforme al santoral y sin confundirlo con San Eustaquio, que en realidad se llamaba Plácido.

     Buscando al que creo que sabe, di con López Prieto -defensa del Córdoba en 1ª- y éste me facilitó un teléfono:

    -Es el teléfono de Diego, quién mejor te puede hablar del cura.

     Llamé a una de las glorias del Córdoba CF, Diego Moreno Gavilán. Le menté a Eustoquio Hospital y todo fue amabilidad, interés y ofrecimiento para lo que hiciera falta:

      -¿Que se ha muerto? No sabe lo que lo siento. Eustoquio es una de las mejores personas que he conocido. A mí me casó él, porque verá... mi suegro, que es el padre de Cruz Carrascosa, el que metió un gol en el Bernabéu, después de sentar a Benito, llevaba las cuentas de la Universidad y quería al cura con locura. Mi suegro tenía un par de cojones. Kubala, que me hizo debutar en 1ª, iba a ser el padrino de boda y cuando se lo dije a mi suegro me contestó que el padrino siempre ha sido el padre de la novia y no hay Kubala que valga. A la boda estuvo... y conociendo a mi suegro, seguro que lo entendió. Eustoquio no fue capellán del Córdoba, pero lo parecía, porque los futbolistas nos llevábamos de muerte con él. Luego casó también a mi cuñado Manolo Cruz Carrascosa y hasta bautizó a la hija. A mi otro cuñado le guisaba alubias en el pueblo de León que estaba cuando fue a la mili al Ferral del Bernesga.

     Diego Moreno Gavilán, que tuvo que irse a la Marina, porque se apuntó con 14 años sin saber lo que hacía, y como por entonces los hombres tenían palabra, se vió en un barco en San Fernando y jugando en el equipo del pueblo gaditano, se emociona recordando al dominico:

      -Me confesó en una mesa del bar de mi suegro, porque mi suegro también tenía un bar en Ciudad Jardín. El cura nos llevaba a jugar con los alumnos y tengo que decir que había alguno muy bueno.

     Diego no sabe que el equipo que Eustoquio entrenó en la Laboral fue campeón juvenil de España y que hay alumnos desperdigados que, al enterarse de su muerte, intentaron reunirse para homenajear a un hombre altote y desgarbado que a mí me recuerda a Pello Ruiz Cabertany.

        Cuando Eustoquio se fue de Córdoba se encargó del Santuario de la Virgen del Camino, en el pueblo leonés de Valverde de la Virgen, donde le recuerdan con el mismo cariño que en Córdoba. Al poco de su muerte le dedicaron una calle... y es que según mi pariente y los que lo conocieron por Córdoba los méritos del dominico son todos adjetivos de la bondad.

   Pues nada, primo Rosendo, Eustoquio fue siempre bueno y está descansando en paz.



Córdoba de 1ª: 
Cepas, Arana, Escalante, López Obrero y Varo.
  Alvarez, Crispi, Eustoquio,Diego y Rojas
 Abajo:
 Molina, Mingorance, Diego, el padre Eustoquio, Rojas y Uceda
el difunto García y el padre de Cruz Carrascosa.


Cromo de La Casera: Diego