Valle de Esteban
-Conozco perfectamente la infinita tristeza del París gris y sin recursos. La terrible soledad de la noche rota por un aparato de radio que carraspea en francés. La mirada de tu compañera, harta en silencio, de no llevar una vida como los demás. Y todo por la pintura y por la gloria futura que no acaba de llegar.
Pepe Cerdá