Francisco Javier Gómez Izquierdo
Para ocupar la última plaza de ascenso a 1ª División, apostábamos por el Granada o el Valladolid. El Granada por juego, y el Valladolid, por experiencia. Los pucelanos, entrenados por Abel, un portero de renombre, tiraron por la borda su mejor arma, colocando de guardameta a un aprendiz, al que deseamos toda la suerte del mundo, pero que fue ver al zurdo Edu Albacar dispuesto a sacar las faltas y todo él fue un temblor de manos. Se admite que la falta del segundo tanto fue un invento arbitral, pero los porteros que quieren ganar prestigio han de parar los dos primeros goles que se tragó Javi Jiménez, un chaval que ni siquiera viene en la guía Marca.
El Elche, el menos favorito de los cuatro, se ha colado casi sin querer y tiene amedrentado a uno de los equipos que en mis tiempos de juvenil tenía los defensas más peligrosos del mundo. Cándido Gómez, un presidente que también fue portero, buscó en el Uruguay y el Paraguay a lo más pegón de cada casa y los colocó en Los Cármenes. Los delanteros llamaban al Estadio del Granada Los Crímenes y en aquel campo de batalla sucumbió Amancio en criminal encerrona.
A finales de mayo tocó un Granada-Elche de liga regular que acabó como el rosario de la Aurora y con un 2-2 en el marcador. Los comités de Sánchez Arminio no quisieron destrozar la fase de ascenso sancionando como debieran al mejor jugador del Granada, que no es otro que Dani Benítez y que al parecer tenía cuentas pendientes por no tener sitio en el once en su pasado ilicitano. Zurdo elegante y con técnica más que meritoria, está llamado a ser la figura de la eliminatoria. Si no es con el Granada, será con otro equipo, pero Dani Benítez tiene que jugar el año que viene contra Cristiano y Messi.
El portero Roberto, elevado a héroe y que a mí no me acaba de convencer, y el centrocampista Abel, un Xabi Alonso rojiblanco, y al que tengo por el más importante peón de Fabriziano, intentarán hacer resurgir al reino nazarí. Fabriziano, uno de Lugo que también entrenó al Burgos y que gasta peinado de sargento, se las tiene tiesas con Bordolás, el míster del Elche y al que tengo como al más elegante del gremio. Elegante sólo en el atuendo, pues peca de brusquedad en el verbo y el ademán... y me consta que conjura a sus hombres para que las agresiones parezcan faltas.
Acciari, Generelo y Mantecón reparten bacalao a granel con la complacencia del técnico, pero luego está Cristóbal, un centrocampista que entra por la derecha y que el Villarreal se lo ha dejado al equipo vecino. Lo cazaron en Leganés ojeadores levantinos y un pase de este chico es medio gol. También jugará en 1ª el año que viene.
Mañana hay un partido emocionante sin figuras. Uno de esos partidos que disfruta el buen aficionado. Para Granada y Elche, su Champions League.
Para ocupar la última plaza de ascenso a 1ª División, apostábamos por el Granada o el Valladolid. El Granada por juego, y el Valladolid, por experiencia. Los pucelanos, entrenados por Abel, un portero de renombre, tiraron por la borda su mejor arma, colocando de guardameta a un aprendiz, al que deseamos toda la suerte del mundo, pero que fue ver al zurdo Edu Albacar dispuesto a sacar las faltas y todo él fue un temblor de manos. Se admite que la falta del segundo tanto fue un invento arbitral, pero los porteros que quieren ganar prestigio han de parar los dos primeros goles que se tragó Javi Jiménez, un chaval que ni siquiera viene en la guía Marca.
El Elche, el menos favorito de los cuatro, se ha colado casi sin querer y tiene amedrentado a uno de los equipos que en mis tiempos de juvenil tenía los defensas más peligrosos del mundo. Cándido Gómez, un presidente que también fue portero, buscó en el Uruguay y el Paraguay a lo más pegón de cada casa y los colocó en Los Cármenes. Los delanteros llamaban al Estadio del Granada Los Crímenes y en aquel campo de batalla sucumbió Amancio en criminal encerrona.
A finales de mayo tocó un Granada-Elche de liga regular que acabó como el rosario de la Aurora y con un 2-2 en el marcador. Los comités de Sánchez Arminio no quisieron destrozar la fase de ascenso sancionando como debieran al mejor jugador del Granada, que no es otro que Dani Benítez y que al parecer tenía cuentas pendientes por no tener sitio en el once en su pasado ilicitano. Zurdo elegante y con técnica más que meritoria, está llamado a ser la figura de la eliminatoria. Si no es con el Granada, será con otro equipo, pero Dani Benítez tiene que jugar el año que viene contra Cristiano y Messi.
El portero Roberto, elevado a héroe y que a mí no me acaba de convencer, y el centrocampista Abel, un Xabi Alonso rojiblanco, y al que tengo por el más importante peón de Fabriziano, intentarán hacer resurgir al reino nazarí. Fabriziano, uno de Lugo que también entrenó al Burgos y que gasta peinado de sargento, se las tiene tiesas con Bordolás, el míster del Elche y al que tengo como al más elegante del gremio. Elegante sólo en el atuendo, pues peca de brusquedad en el verbo y el ademán... y me consta que conjura a sus hombres para que las agresiones parezcan faltas.
Acciari, Generelo y Mantecón reparten bacalao a granel con la complacencia del técnico, pero luego está Cristóbal, un centrocampista que entra por la derecha y que el Villarreal se lo ha dejado al equipo vecino. Lo cazaron en Leganés ojeadores levantinos y un pase de este chico es medio gol. También jugará en 1ª el año que viene.
Mañana hay un partido emocionante sin figuras. Uno de esos partidos que disfruta el buen aficionado. Para Granada y Elche, su Champions League.