FUTESAS DE UN DÍA DE AGOSTO
X e Y son un matrimonio anciano que lleva décadas sin hablarse. Viven bajo el mismo techo. Me imagino que cada uno cumple con lo que se espera que cumpla, pero no se dirigen la palabra para nada. O, mejor dicho, no se la dirigían. El sábado pasado ella le habló a él. A él lo atropelló una moto en la puerta de casa y mientras llamaban a la ambulancia ella se le acercó y le dijo al oído: "¿Llevas los calzoncillos limpios?". El dijo que sí con la cabeza y eso fue todo. Lo juro.
En El café de Ocata
X e Y son un matrimonio anciano que lleva décadas sin hablarse. Viven bajo el mismo techo. Me imagino que cada uno cumple con lo que se espera que cumpla, pero no se dirigen la palabra para nada. O, mejor dicho, no se la dirigían. El sábado pasado ella le habló a él. A él lo atropelló una moto en la puerta de casa y mientras llamaban a la ambulancia ella se le acercó y le dijo al oído: "¿Llevas los calzoncillos limpios?". El dijo que sí con la cabeza y eso fue todo. Lo juro.
En El café de Ocata