martes, 11 de mayo de 2010

LA FISCALÍA DE GÉNERO

UN EXILIO INTERIOR
Hago pozos / Vendo fincas
Carretera de Morata de Tajuña a Titulcia, Madrid




Jorge Bustos

Zerolo, la cuota lila de Zapatero, anuncia la creación de una Fiscalía Antidiscriminación derivada del proyecto de ley de igualdad de trato (sic) que el Gobierno quiere presentar antes de agosto. Todo esto emerge de una cogitación de Jesús Caldera, que pena el ostracismo zapateril en un think-tank bautizado con el inmodesto título de Fundación Ideas. Caldera preside la Fundación Ideas como Zerolo podría presidir la Fundación Testosterona. “Esta nueva fiscalía -se dirá el lector desavisado- es la prueba de que las gentes de progreso al fin han comprendido que el velo islámico resulta tan progresista para una mujer como el reglazo en las uñas para un colegial. Ahora buscan erradicarlo y familiarizar a las musulmanas con la idea de libertad y sus derechos consustanciales”. Pero quia. Oigan a Caldera: “No estamos a favor de ningún tipo de discriminación directa o indirecta”. Y a continuación: “Cualquier niña musulmana tiene derecho a asistir al instituto con hiyab, que es un pañuelo y no un velo”. Lo cual es como decir: “No estamos a favor de que la letra con sangre entre, pero cualquier niño tiene derecho a que le curtan el lomo, que no es golpear, sino contactar con vehemencia”.
¿A qué se dedicarán entonces los nuevos fiscales? Pues vigilarán que no digamos moro sino exponente-arábigo-delas- tres-culturas, nos multarán si no pasamos la mopa en casa el mismo número de minutos que la parienta, nos prescribirán -cuando seamos cogidos en falta de género- dos tardes dedicadas a repensar nuestra opción sexual… y cosas así. Pide Caldera además que el Código Penal acoja nuevos tipos discriminatorios, como la transfobia, que es el odio al tuneo de bragueta, o la aporofobia, que es el odio al pobre. De incluirse éste último, a José Bono lo investigarán dos fiscalías diferentes.

(Época)