F. J. Gómez Izquierdo
Darán las doce de la noche de este 10 de abril en la Puerta del Sol y brotarán espontáneamente setas sesudas que explicarán lo que ya se sabía, pero que no se atrevieron a decir:
-Si gana el Madrid, se aplaudirá al Pellegrini estratega, su seriedad y su inteligente habilidad para torpedear por el centro, la peligrosidad de Higuaín y la excelencia de Cristiano y se recomendará a Florentino la renovación del Ingeniero, pues es seguro que está capacitado para hacer grande al Real, con un par de retoques aquí y allá. Fracasará Guardiola en una nueva Trafalgar y le echarán en cara alguna chulería propia del personaje.
-Si pierde el Madrid, Pellegrini será un hombre triste sin alas, faltarán Silva y Ribery, y benditos sean Mourinhos y Rafaeles Benítez. Se recordará a Guti (ese fugaz relámpago), Messi será un monstruo y el Xavi culé el auténtico ingeniero. Se encontrarán los defectos de Higuaín, Sergio Ramos y Garay (no creo que elemento tan lento sea titular) y por último se aplaudirá al Xabi merengue, el único valor seguro. As y Marca exigirán un gasto extra a Florentino, y Laporta lo leerá resacoso.
-Si gana el Barça será el acabose para la gente azul y grana y se agotarán los adjetivos en todos los idiomas.
-Si pierde el Barça, Guardiola ya tiene preparado el soliloquio de los millones de euros blancos, y no habrá reproches ni arriar de banderas. La parroquia tiene demasiadas dosis hipnóticas.
Sólo dos cosas son ciertas: no tienen rival en España y la derrota tendrá consecuencias en Madrid y ninguna en Barcelona. Uno, que es aficionado al santoral, tiene en cuenta que es el día de San Macario y tengo leído que este obispo, en su peregrinar, pagaba el hospedaje con milagros. Una cosa así como Messi, el único futbolista del mundo capaz de hacer milagros, y estos no pueden hacerse si no es con humildad. Cristiano hace prodigios, que pueden ser tan llamativos como los milagros, pero les falta el olor de santidad...