José Ramón Márquez
En la su página web, el tratante Victorino anuncia los toros reseñados para el próximo jueves en La Maestranza. Tomemos nota. Son ocho. Los cuatro primeros con el guarismo 5 y los cuatro últimos con el guarismo 6:
Platillito 2º, número 122
Herreruelo, número 36
Vergonzoso, número 45
Conducido, número 56
Paqueveas, número 7
Patillitas, número 6
Disparate, número 60
Conductor, número 96
Recordemos que el año pasado, de los toros que se vieron en el campo sólo llegó al albero de La Maestranza uno, Venerado, número 110, el más victorino de los seis, o quizás el único. Esperemos que este año no haya sorpresas. Nos llevaremos la lista a Sevilla para cotejar. El año pasado, los siete que salieron fueron despedidos a pitidos por el respetable. Tremenda decepción.
De momento, ahí delante tenemos las fotos de los toros de verdad, de los que sirven para que los hombres hagan sus faenas, de la materia primigenia y auténtica del arte del toreo, con esas cabezas que tanto amedrentan a muchos que se creen toreros. Terror de pitones y de miradas para tantos modernos que se visten de oro sin merecimiento alguno, se retiran un buen día de los ruedos sin haber tenido jamás que estar frente a esos pitones, frente a esos ojos huecos, y que nunca jamás sabrán lo que siente un torero frente a un toro.
Si de tíos como castillos solamente saben decir que estuvieron importantes porque tundieron a pases sin sentido y sin finalidad a unas deprimentes cabras, inmundicia de juampedros o cuvillos, ¿que habría que decir de los que se ponen frente a esto, frente a los de Palha, frente a los de Miura...?
Platillito 2º, número 122
Herreruelo, número 36
Vergonzoso, número 45
Conducido, número 56
Paqueveas, número 7
Patillitas, número 6
Disparate, número 60
Conductor, número 96
Recordemos que el año pasado, de los toros que se vieron en el campo sólo llegó al albero de La Maestranza uno, Venerado, número 110, el más victorino de los seis, o quizás el único. Esperemos que este año no haya sorpresas. Nos llevaremos la lista a Sevilla para cotejar. El año pasado, los siete que salieron fueron despedidos a pitidos por el respetable. Tremenda decepción.
De momento, ahí delante tenemos las fotos de los toros de verdad, de los que sirven para que los hombres hagan sus faenas, de la materia primigenia y auténtica del arte del toreo, con esas cabezas que tanto amedrentan a muchos que se creen toreros. Terror de pitones y de miradas para tantos modernos que se visten de oro sin merecimiento alguno, se retiran un buen día de los ruedos sin haber tenido jamás que estar frente a esos pitones, frente a esos ojos huecos, y que nunca jamás sabrán lo que siente un torero frente a un toro.
Si de tíos como castillos solamente saben decir que estuvieron importantes porque tundieron a pases sin sentido y sin finalidad a unas deprimentes cabras, inmundicia de juampedros o cuvillos, ¿que habría que decir de los que se ponen frente a esto, frente a los de Palha, frente a los de Miura...?