miércoles, 3 de junio de 2015

Hoy (¡ay!), Beneficencia



 El último julipié
San Isidro 2015

José Ramón Márquez

Hoy Beneficencia. Beneficencia a beneficio de inventario, y donde pone inventario léase Julián de San Blas, el poderoso, el inventor del julipié. Hace unos años descubrieron que se podía asar la manteca de la Beneficencia cerrándola por Nochebuena con quien conviniese y metiéndola camuflada entre medias de la Feria, para crear algo más de confusión, por si no hubiese ya bastante. El fin de esta Beneficencia, el fin no declarado, es conseguir que Julián el Poderíos sea capaz de empatar a Puertas Grandes de Madrid con Florencio Casado, el Hencho, valeroso torero a quien de buen seguro no habrá visto nadie de los que hoy irán a Las Ventas a sacar los moqueros en beneficio de Julián.

Y para que se vea que las cosas vienen bien armadas, que no se deja nada al azar, porque el ansia de Julián por la foto de su triunfo es inmensa, han organizado un pase previo camuflado con el señuelo de la caridad, un festival en Cáceres con el torero vestido de luces, que tuvo el honor de ser retransmitido por esa misma TVE pública que huye de los toros como de la peste. El Director General de TVE, José Antonio Sánchez, como fraile cartujo que fue, debería conocer el precepto que señala que en la caridad la mano derecha no debe saber lo que hace la izquierda, tal y como practican ciertos toreros que socorren sin publicidad alguna hospitales infantiles o conventos de monjitas desasistidas. El charity business de Julián con la complicidad de Sánchez no fue más que un publirreportaje previo a su cita madrileña de esta tarde, donde será entronizado como profeta en su tierra, falso profeta del fin de los tiempos del toreo, proclamador de la ventaja, del toro disminuido, de la antitauromaquia, cuyas artes sólo se van dirigidas a engañar a las multitudes, y a hacer que estas caigan en el engaño y adoren al Anticristo, tal y como señala Lucas en Ap. 12.