CRISIS Y MODAS
-La pantalla del telediario, de pronto, cambió de crisis. Ya no son guerras frías, como en los helados cincuenta; ni cruentas guerras ideológicas, como en los utópicos sesenta; ni tampoco sagradas guerras energéticas, como en los crudos setenta. A finales de los ochenta nos acojonan con las no menos feroces guerras financieras. Cada época tiene su crisis particular (mejor dicho, tiene su peculiar modelo de disuasión), y la crisis de ahora mismo, agotados por saturación los miedos anteriores, se ha trasladado donde más nos duele, al bolsillo.
PASIONES CATÓDICAS / JUAN CUETO
Ignacio Ruiz Quintano
-La pantalla del telediario, de pronto, cambió de crisis. Ya no son guerras frías, como en los helados cincuenta; ni cruentas guerras ideológicas, como en los utópicos sesenta; ni tampoco sagradas guerras energéticas, como en los crudos setenta. A finales de los ochenta nos acojonan con las no menos feroces guerras financieras. Cada época tiene su crisis particular (mejor dicho, tiene su peculiar modelo de disuasión), y la crisis de ahora mismo, agotados por saturación los miedos anteriores, se ha trasladado donde más nos duele, al bolsillo.
PASIONES CATÓDICAS / JUAN CUETO
Ignacio Ruiz Quintano