jueves, 8 de septiembre de 2011

El "da, da" de Rubalcaba


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Había que decir algo de que empieza el cambio, lema de Rajoy, pero a los que ya vamos teniendo una edad y vivimos la epifanía de Gonzalón eso del cambio nos coge con todo ya dicho, y, como Ruano, miramos con irónica melancolía secreta el emblema de Ninón de Lenclos, una veleta y este mote perfecto: “No mudo, si no mudan”.

En cuanto al “Rubalcaba, sí”, ¿qué quieren que les diga? El “sí” de Rubalcaba, Fouché comprado en los chinos, es un “sí” chino, o sea, un “no”. O un “sí” albanés, que bien decía Foxá que en los Balcanes el gesto afirmativo consiste en mover negativamente la cabeza de derecha a izquierda para decir: “Da, da”, es decir, “sí, sí”. (La negativa, en bajarla afirmativamente y chasquear un poco la lengua mirando al cielo: “Ne, ne”, “No, no”.)

El caso es que para el “agit prop” Rubalcaba, el cerebro de Zapatero que tiene por cerebro a Elena Valenciano, es un “da, da”, con el talento, la capacidad y el coraje que no tiene Zapatero.

Por desgracia, Zapatero no tiene ni el talento, ni la capacidad, ni el coraje de Negrín –ha sentenciado esta semana una sibila de superior progreso.

Según la nueva negrinología, Rubalcaba sería la reencarnación del doctor Negrín, aunque vestido de doctor Caligari, de cuyo sonámbulo haría Pepiño Blanco, cantando traspuesto el “All I Have To Do Is Dream” de Barry Manilow en las ruedas de prensa de Zapatero.

Pero ¿quién fue Negrín?

En agosto del 37 Camba lo retrataba como a un español que debía su carrera política a su matrimonio con una rusa, de lo que la gente dedujo que sabía ruso: “papirose” (pitillo), “nitchevó” (no importa), Dostoievski y así. Lo bastante, en fin, para desenvolverse en los barrios obreros de Madrid.

Como los cazadores se entrenan con gatos para matar tigres, Negrín se entrenaba con sus alumnos (suspendía al noventa por ciento) para sus escabechinas de burgueses, y fundó con Araquistáin y Vayo la Editorial España para cubrir con el producto de las obras ajenas el déficit de las propias. Luego, sobre su siniestra jefatura de gobierno, la propaganda creó el mito de la resistencia.

–…la consigna de “resistir”, preconizada por el doctor Negrín y difundida profusamente por el Partido Comunista. A la Unión Soviética le interesaba mucho prolongar la guerra en España lo más posible, para tener una baza en la mano durante el tiempo que durara la negociación (del pacto de no agresión con los nazis)…

Palabra del coronel Casado, que en enero del 39 tuvo noticia confidencial de las negociaciones del pacto que se firmaría en agosto.

“Resistir” es todo lo que la izquierda pide a Rubalcaba...

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