miércoles, 28 de septiembre de 2011

Puente aéreo

Franco en la plaza de La Coruña,
"cuando era persona"


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Una dama catalana de mucha voz (y voto, supongo) se ha lanzado como loba capitolina (la dama loba) sobre Carlos Herrera por la cosa de los toros: “Te diría, además, que el discurso nacionalista sobre los toros lo estáis haciendo desde el otro lado del puente aéreo, confundiendo un polémico espectáculo con la esencia española. ¿O tenemos que recordar que el concepto de ‘fiesta nacional’ lo inventó Franco?” Y tampoco es eso. Cuando el conflicto taurino España-México, unos periodistas mexicanos que pasaban por Madrid preguntaron a Franco por el asunto: “Yo era aficionado cuando era persona”, les contestó. Ellos insistieron: “¿Cree usted que en ese conflicto hay en juego muchos intereses?” “Claro –respondió el general–. Por eso le dije a Girón: ‘¿Para qué aceptaste intervenir en eso?’ Yo pienso que debe torear el que guste al público y que ésa es la solución.” Girón, el ministro de Trabajo, que era de Herrera de Pisuerga, el pueblo de los cangrejos, fue todavía más franco con los mexicanos: “No soy aficionado a los toros. Voy alguna vez a las corridas, pero veo a los toreros como a la gente de circo y no tomo partido por ninguno de ellos, como tampoco tomo partido por el cirquero que levanta cien kilos con un dedo. Es más: considero a los toreros como gente indeseable, y si intervine en el asunto fue porque el Sindicato del Espectáculo me lo pidió.” Así que, si en vez de leer a Julia Otero leyera a Tierno o a Bergamín, nuestra dama catalana sabría que la “fiesta nacional” no es un invento franquista, como creen ella y el crítico taurino de Telemadrid. “Los toros –dice Tierno en ‘Los toros, el acontecimiento nacional’– son una constante en la historia de España: el acontecimiento en que mejor se expresa la remota unidad de sus distintos pueblos… ¿Definirse ante un acontecimiento de tal clase no equivale a definirse ante la unidad nacional a que se pertenece?”

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