Francisco Javier Gómez Izquierdo
La Junta de Andalucía, para dar plaza de bachiller en Instituto -recuérdese que es voluntario-, preferirá un alumno hijo de separados ( hay muchos matrimonios que rectifican el Libro de Familia en el Juzgado, pero siguen viviendo juntos en el mismo domicilio) al hijo de un matrimonio como Dios manda. También puntúa el tener familiares con minusvalías -vale sordo-, la cercanía del domicilio, y lo que más se valora de todo es ganar poco dinero, cláusula bendita entre autónomos de bemeuve y parcela en la Sierra. Luego se miran las notas de la ESO, pero sólo en caso de empate. Así, un alumno con cinco suspensos en junio que es capaz de aprobar -y digo aprobar- cuatro en septiembre, con madre separada, tiene más derecho a una plaza de 1º de Bachiller que un alumno que en junio sacó una media de 9,8 de 10.
Siguiendo la pista al alumno del 9,8, hijo de corriente funcionario sometido al imperio de la nómina, se sorprenderá el ciudadano neutral europeo al descubrir que no será admitido en Instituto alguno... y que se le dará plaza en una Academia concertada con la Delegación Andaluza de Educación... a la que no quiere ir nadie. Una Academia gestionada como cooperativa, cuyos cooperativistas llevan banderas republicanas en la solapa y pins de la hoja de la marihuana, que al ver llegar a los tristes proscritos que la Delegación persigue los reciben con desprecios como el que sigue:
-¿Y a tus padres no les da vergüenza llevarte a un colegio de curas en la ESO?
A ese alumno del 9,8 allí lo mandaron. Donde la Junta de Andalucía manda a sus alumnos más brillantes. A idiotizarlos. ¿Qué ha de hacer el padre responsable y celoso de la educación de su hijo? Pues arrancarlo de las garras de la barbarie y llevarlo al colegio privado mas económico.
Pagar 300 leuros al mes y comprobar desolado que con sus impuestos se está premiando a gandules que suspenden dos, tres y cuatro asignaturas en 1º de Bachiller. Alguno, y como es gratis, suspende hasta siete... y le dejan empezar otro bachillerato. Pongamos de arte. Ni que decir tiene que el pobre hijo de productor con nómina mileurista (el antiguo hijo del labrador franquista) con media de 9,5 tendrá que someterse a la tortura ideológica de estos marxistas que el socialismo andaluz tiene dispuestos para desprogramar talentos.
No sé cómo anda la Educación madrileña, pero si el modelo que piden los profesores es el andaluz, y debe serlo, pues los maestros andaluces están tranquilos, habría que replantearse muy seriamente el Bachillerato, y si es decente el comportamiento de esa Legión de liberados vestidos de verde, como si fueran moritos de Hassán II, pidiendo guerra a Franco.
Nota: lo que aquí pone, es desgraciadamente verdad y se lo hago bueno y con documentos al más beligerante de los de la marcha verde de Madrid... y a los necios que repiten lo de “la calidad de la educación”.