jueves, 22 de septiembre de 2011

El cartel de la Corrida del Fin de los Tiempos

Cartel del Picassín de Felanitx

José Ramón Márquez


Luego dicen que si decimos, pero es que no hay cosa que toque la mano de José Tomás Román y de su pool de marketing y medios donde no haya un mejunje. Ahora a costa del cartel.

El otro día anuncian en todos los medios la presentación de un cartel que ha hecho el artista Miguel Barceló para la corrida del fin de los tiempos en Barcelona. Cartel muy en la línea demoníaca a que nos tiene acostumbrados el artista y cuya más detestable expresión es la bazofia de esa especie de capilla submarina que hay en el lado de la Epístola de la Catedral de Palma de Mallorca. Hay que decir que el cartel de Barcelona resulta bastante más apropiado que la cucaracha pinchada por un palillo que perpetró el artista para la temporada de Sevilla de 2008, que así es como se puede ir viendo la evolución del místico artista. En este caso que nos ocupa, el cartel presenta un luminoso ruedo, con cuatro puntitos blancos que representan a los cuatro que vamos a los toros y la silueta de un toro negro con unos pitones como en su vida los ha visto José Tomás. Una actualización contemporánea del viejo tema. No me desagrada el cartel, la verdad.

La cosa del mejunje viene porque doña María Franco, ‘artista defensora de las libertades como su tío Rafael Alberti’, envía desde su gabinete de prensa una enfadada nota en la que reclama para ella la autoría del dichoso cartel del fin de los tiempos y no porque lo de Barceló lo haya hecho ella, ni mucho menos, sino porque a quien realmente le encargó la Empresa de la Plaza el cartel de marras es a la señora Franco, sobrina de Rafael Alberti, que ha realizado un cartel en el que figuran las dos corridas de toros que componen esta especie de miniferia del adiós. Para la señora Franco “el cartel que circula por Barcelona de Barceló anunciando la ultima corrida no es el oficial, simplemente un capricho de José Tomás para dar protagonismo a su figura, como el que podrían haber tenido otros toreros ese día”.

Se ve que el equipo de imagen del Pétreo de Galapagar ha querido dar toda la relevancia a su torero y dejarle como genuino enterrador del toreo en Barcelona y no les hacía ninguna gracia que la corrida con el nombre de su lucrativa deidad apareciese en un cartel compartido con otra.
Ellos le encargaron un cartel particular a Barceló porque no hay que dejar pasar la ocasión de dar la relevancia apropiada que siempre merece todo lo que haga el Ciprés Berroqueño, y especialmente, en un caso como este, pues la entrega de Barcelona al triunfante espiritu antitaurómaco y antiespañol coincide también con el final de la particular Feria de Abril 2011 que tantos sinsabores le ha proporcionado al nieto de Celestino.


La nieta del marinero en tierra

El cartel de la empresa