
La Liga del récord se decidió en Gijón cuando el árbitro de la foto anuló un gol legal a Raúl: dos puntos menos para el Madrid. Fue el mismo árbitro de la tarjeta bizca a Busquets, en la jugada cómica del villarato. En Gijón, otro árbitro daría por bueno un gol ilegal de Pedro: dos puntos más para el Barça. ¿Qué otra lógica tiene el fútbol?
Ignacio Ruiz Quintano