sábado, 8 de mayo de 2010

EL MANDANTE MORO DE GALA Y LA CATA


¡Oh, es él!


Francisco Javier Gómez Izquierdo

En el continuo festival que es mayo en Córdoba, este fin de semana toca la cata. En un recinto preparado por la autoridad municipal, las bodegas de la provincia ofrecen sus vinos a precio asequible para goce de nativos y visitantes, destacando entre estos últimos a las mocitas y mocitos madrileños que cogen el Ave conocedores del "marchón" cordobés.
Este año ha inaugurado el evento el afamado adivino Don Antonio Gala, quien aprovechando su homenaje 2.332 y alzando un catavino con líquido incoloro ha sorprendido a la concurrencia al anunciar una amenaza de Oriente que le ha revelado no sé si un sirio, un jordano o un mago libio: "...el mundo islámico nos está mirando con ojos codiciosos, cada vez más, porque somos la cabeza de Al Andalus" "...hace poco tiempo, un mandante de entre ellos me advirtió que quizá un día nosotros tengamos que defendernos del Islam. A botellazos si es preciso. Los cordobeses con Montilla-Moriles". Tal cual. Fíjense que dice "un mandante de entre ellos me advirtió...", como si fuera el oráculo de Delfos y anunciara la venida de Jasón y los argonautas. Don Antonio tiene a Córdoba por mucho más que el vellocino de oro y los barandas de la ciudad están todo el día agradeciéndoselo. También aventuró que va a vivir menos años de los que ha vivido y que Séneca y Averroes no eran españoles y ya eran cordobeses... y cosas de ésas que gusta oír al vulgo sin saber muy bien lo que quieren decir.
Me he acercado con mi amigo Rafael sobre las 9, que es la hora de chiquitear en Burgos, y he visto los preparativos de la larga noche. A las 10 ya estaba el coso lleno. En fin, que mucha bulla, mucha alegría y mucha sevillana...
También he visto tres ambulancias aparcadas en el recinto. ¿Porqué me recordarán tanto al moderno botellón las celebraciones del mayo cordobés?