sábado, 3 de abril de 2010

MOROS EN LA COSTA

El Cristo de la Clemencia en la Mezquita


F. J. Gómez Izquierdo


Están ustedes enterados del altercado del Miércoles Santo en la Mezquita, pero posiblemente no sepan la explicación de los dos detenidos tras el follón de los 116 amigos de éste par de místicos con tres guardias de seguridad del templo. A la ayuda de los guardias acudió la policía local y nacional, poniendo a disposición del juez a los dos fieles mahometanos que más se señalaron entre los suyos, y, como es costumbre entre pueblo pusilánime, a las puertas del juzgado eran esperados por una decena de "no se sabe qué" solidarios con su ¿causa? Dicen los dos prendas que los guardias de seguridad se mostraron agresivos, que la navaja no la sacaron, que el islamista cojo lleva muletas por ser cojo y que no arreó muletazos, que en el calabozo les han dado cerdo para comer, que la Juventud Austríaca Musulmana es muy respetuosa, que en Austria rezan junto a los católicos... pero el orgasmo charlatán llega cuando aseguran que iban de visita y la espiritualidad del lugar los empujó espontáneamente a rezar.

Dice el Juez, que todo induce a pensar que el acto estaba preparado, que las cámaras demuestran cómo iban entrando en grupos de tres o cuatro y por separado, que se observa en esas mismas cámaras cómo se van comunicando por güalquitalqui, que los vigilantes intentaron acercarse al que dirigía la oración y una especie de guardia pretoriana protegía al jefe espiritual, que uno de los que rodeaban a esa especie de líder se lió a dar golpes con su muleta y que otro sacó un cuchillo de diez centímetros con el que hirió a un agente. Muchos de los musulmanes austríacos tienen pasaportes extraños y uno de los dos detenidos lo tiene de Sri Lanka.

Me viene a la memoria una noticia de hace dos o tres años, en la que se daba cuenta de la detención de dos adolescentes españoles en viaje de estudios por un país báltico. Creo recordar que se conmemoraba algo importante en la ciudad y estaban las farolas de las calles engalanadas con banderas de la república en cuestión. Los estudiantes, en un reflejo inconsciente propio de la edad, arrancaron dos banderas de una de las calles. Fueron detenidos e ingresados en prisión. Estuvieron encarcelados varios días (puede que fueran meses) y me parece que hubo de intervenir la diplomacia española para arreglar la falta de respeto de los dos niñatos.
Visto lo visto, estamos expectantes ante la próxima venida de autobuses con musulmanes holandeses, franceses, alemanes... asistidos espiritualmente por ulemas del Paquistán o muecines afganos, en cualquiera de los días que el calendario cordobés tiene señalado como grande. Mayo y su Virgen de la Salud están a la vuelta de la esquina...
Los cordobeses andan con la mosca tras la oreja por si en Marruecos, Libia, Túnez... les da por organizar excursiones a la capital del Al Andalus.
Visto lo barato que sale delinquir en sagrado...



La Soledad por El Potro, patria de pícaros