miércoles, 5 de octubre de 2022

La pintura y la escultura de lo informe no son inteligibles ni bellas

 


Proyecto para un monumento IV B, de Pablo Palazuelo. Realizada en acero corten, la obra refleja, según el autor, "el dinamismo de lo aparentemente estático"

 

Un artista tan severamente inteligente como Degas buscó sin descanso la inteligencia de la belleza en la exacta visión, desde perspectivas inéditas, de las únicas purezas orgánicas que quedaban intactas en la degenerada vida de la gran ciudad corrompida: la elegancia del caballo anglo-árabe especializado para correr en los hipódromos y la gracia sin par de las bailarinas seleccionadas para la danza clásica. La inteligencia del dibujo era tan patente en sus obras como en las de Leonardo.

 

     La pintura y la escultura de lo informe no son inteligibles ni bellas porque no alcanzan a tener siquiera la belleza de la inteligencia natural. Parecen empeñadas en dar la razón a quienes creen que en las artes plásticas la inteligencia cultivada es un estorbo y que para triunfar en ellas no se necesitan más aptitudes que las imitativas, propias de simios y antropoides. Buena vista, destreza manual y, como explicación, gruñidos inarticulados.

Antonio García-Trevijano