lunes, 29 de febrero de 2016

La pelea por el garbanzo

Madrid
Calle de la Ballesta
El balcón de Rosalía
«Ser un bárbaro toda la vida […] y de año en año, al nacer el mes de abril, asomarse a un balcón...»



Hughes
Abc

Reúne el libro artículos de la década de los cuarenta, entre La familia de Pascual Duarte y La colmena. Por su destino periodístico, tanto como La forja de un escritor podría haberse titulado –palabras del autor– «La pelea por el garbanzo».

Los artículos están divididos en tres secciones: apuntes biográficos, reflexiones literarias y una final sobre pintura y otras artes.

La más interesante es la primera, donde Cela encuentra el paisaje. Las estampas de Iria Flavia y La Coruña son hermosísimas. Es una Galicia antitrágica, el «Atlántico civil y consentidor no permite el gesto desmesurado». Aparece Rosalía alguna vez y la descripción está pespunteada de humor y lirismo, pero esto último de un modo reticente, casi inconfesado. «Ser un bárbaro toda la vida […] y de año en año, al nacer el mes de abril, asomarse a un balcón...». El modelo sería «un Trastámara que leyera a Fray Luis y que con Fray Luis soñara». El español, hombre duro, de botijo y toro, se sobrepone a su «espina carpetovetónica» y se abisma dulcemente en un paisaje. La Barcelona de su niñez, los tejados de Madrid... esos retazos biográficos son excepcionales.

Las páginas sobre literatura dan su visión del oficio, oficio en un sentido amplio y trascendido. «Una reiterada profesión de humildad» en la que no se puede aspirar más que al «ir tirando». En 1952, fecha en que acaba esta selección, sería expulsado de la Asociación de la Prensa y sus colaboraciones menguarían.

Las reflexiones novelísticas son de un barojiano declarado, hay una ligera poetización ramoniana de las cosas –el reloj, el sitio del escritor– y entre todas destaca su «Elogio del mirón», casi un mandamiento artístico. El mirón de Cela es un orientalismo español que llega al nirvana por la vía del miroteo.

En un momento dado menciona, sin más, su amistad con el fundador de la Legión. Ahí lo deja. Se conocieron en una conferencia –la otra teta nutricia– en la que cada vez que Cela mencionaba al «manco de Lepanto», Millán Astray gritaba ¡Viva España!

En las páginas sobre pintura destacan las entrevista a Vázquez Díaz y Eduardo Vicente, prodigios de oído. En los cuadros de Esplandiú percibe «cierta novela de Madrid, la tremenda, abigarrada, cómica novela de nuestra capital».

En los artículos hay dos rasgos estilísticos persistentes. Uno es el símil femenino. Con frecuencia desconcertante, utiliza de elemento comparativo a cierto tipo de mujer: «Como una novicia de catorce lentísimos años», «como señorita a la hora del paseo», «madres jóvenes y viudas», «mozas», «núbiles diosas», «vírgenes», «novias», «lavadas doncellas», «gráciles corzas espantadas», «señoritas solteronas», «castas esposas » … Como en un remoto modernismo zumbón, al escritor –«de legionario a legionario», le escribió Millán Astray–, la realidad se le hace doncella. La Naturaleza llega a ser «una recién casada».

El otro rasgo aún es más persistente y llega a dificultar la lectura. Cela escribe en un constante ritmo ternario. No es la triada de adjetivos de Pla, es mucho más. Todo le viene a la cabeza de tres en tres. Esto llega a un paroxismo trinitario cómico en un párrafo dedicado a Cristino Mallo: del sujeto salen tres oraciones; de la última, tres verbos, y del último tres complementos que acaban desgranados en un racimo de tres sintagmas. Cela alcanza ahí una exuberancia fractal.

Millán Astray
La pelea por el garbanzo

Matar a un colibrí

Colibrí de Fernández de Molina



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    El pájaro más extraño es el vicicilin, el cual no tiene más cuerpo que el abejón, pico largo y delgado. Se mantiene del rocío, miel y licor de las flores, sin posarse sobre la rosa; la pluma es menuda, linda y de muchos colores; la estiman mucho para bordar con oro, especialmente la del pecho y pescuezo; muere o se adormece por octubre, asido de una ramita con las patas, en lugar abrigado; despierta o revive por abril, cuando hay muchas flores, y por eso lo llaman el resucitado, y por ser tan maravilloso hablo de él, escribe el cronista de Indias soriano Francisco López de Gómara, que no conoció la palabra “colibrí”, que data de 1769 y proviene del francés, adonde llegó desde las Antillas francesas.

    Al emperador Maximiliano lo fascinó el colibrí, joya del paraíso, porque podía participar de los tres reinos naturales, flor fantástica y piedra preciosa a la vez.

    Sólo al Madrid podía darle, como a Maximiliano, por montar su imperio sobre el aleteo de un colibrí.

    Modric (Lukita, para los cronistas de la pomada) es nuestro colibrí: “El pájaro mosca que en la flor ahonda / zumbando y luciendo prosigue su ronda / como una esmeralda que lanza su honda” (José Juan Tablada). Zidane tendió al puma de Simeone la celada del colibrí, y el puma se comió al colibrí como ya le gustaría al pobre Silvestre comerse al mamón de Piolín.

    ¡Matar a un colibrí!

    Eso hizo Simeone en homenaje funeral a la Harper Lee de “Matar a un ruiseñor”, muerta el otro día.

    Mató al colibrí y se acabó el Madrid de “Sisú” emperador.

    Por cierto, ¿qué ventila Carvajal, ese Sergi Barjuan mesetario, jugando con un colibrí?

    Asesinado el colibrí, Zidane iba y venía por la banda con una levita de Mortadelo y escupiendo tortillas francesas.

    –¡Es tan elegante! –suspiran los piperos.

    Y siguió sacrificando niños canteranos al insaciable dios puma del Manzanares, a quien el madridismo debe agradecer su franqueza para poner fin a la Liga en el Bernabéu, acabando con el insufrible responso de los segundones (Ancelotti interiorizó en el Madrid el discurso del segundón): “Hasta el rabo todo es toro”, “La procesión no acaba hasta que pasa el último cura”, “Hasta el último minuto vamos a darlo todo”, y así.

    –¡El balón es como liebre! –exclamó Doña Croqueta en mitad de la transmisión del derbi.
    
Para que luego Errejón, el becario black del comunismo español, madridista y gafotas, diga que “las palabras son colinas”.

    El balón era como liebre, Modric era como colibrí y Zidane era como enterrador de Vinergaroon en “El forastero”. Cómo será la cosa, que Ancelotti ya ha salido a decir que Zidane tiene que seguir el año que viene "pase lo que pase", que es lo mismo que próximamente pedirán públicamente Simeone y Lui Enrique, “orfeonados” por el agit-prop mediático y la épica del señorío pipero.
    
Los títulos son importantes, pero más importante es que los futbolistas estén contentos. “Lo importante es que los jugadores estamos contentos con Zidane”, dijo el capitán tras el empate en Málaga.

    Si cayera Zidane, no me sorprendería que Ramos se pidiera para el banquillo al refugiado sirio de Getafe Osama Abdul, que en TV tiene pinta de simpático.


Colibrí de Fernández de Molina

EL GRITO DE MUNCH

    Las Desdémonas de Luis Enrique pasaron por Londres, donde ya nadie critica que se desmayen, sino que lo hagan gritando. “Cuando los jugadores del Barça caen, gritan”, se admiró el pasmado de Wenger. Y con eso condicionan al árbitro. Tengo observado que los jugadores del Madrid también gritan al caer, pero su grito es silencioso, como el de Munch. Kroos, que es uno de los que más se tiran, se desploma como si padeciera el mal de la piedra. Decepciona mucho un alemán, cualquier alemán, echándose como una mula vieja. Es como si a Occidente le fallaran las piernas. Porque Isco también cae, pero su grito no es el de Munch, sino el de su peluquero. Uno ve a Isco en el suelo y sólo se acuerda de su peluquero. Luego, en la calle, el piperío vanguardista grita bajito “Cristiano y Benzema mercenarios”.




Colibrí de Fernández de Molina

Lunes, 29 de febrero

Valle de Esteban

-Pero resulta demasiado difícil percibir que ha llegado la primavera.
Thomas Paine

domingo, 28 de febrero de 2016

La politización del barrio




Hughes
Abc

La noticia de hoy sobre el Mercado de Legazpi tiene importancia. En lugar de un proyecto empresarial, el ayuntamiento parece que va a optar por la cesión de parte del espacio a una asociación, el Espacio Vecinal de Arganzuela. A una asociación o más bien un proyecto impulsado y apoyado por otras asociaciones y colectivos.

Las palabras asociación tiene un gran prestigio. Cuando se leen palabras como asociación, vecino o dotación se piensa en algo intrínsecamente bueno, lo público, lo popular.

La realidad es que todo esto es muy impreciso. Si uno lee el proyecto de Arganzuela, observa que entre las asociaciones de apoyo están la Asamblea Popular del 15M, los “Arganzuela Maquis”, que entre muchos anti se reconocen anticapitaistas; la Asociación Madroll de skaters y patinadores o algo llamado el Grupo de Investigación Transdiciplinar sobre Transiciones Socioecológicas, un nombre fascinante, complejo y sugestivo que se abrevia como GIN TRANS-2, que suena a escabrosa y serpenteante elección de madrugada.

Hay otros, y no se trata de ridiculizar a nadie. Son asociaciones legítimas, supongo que estupendas. Lo que ocurre es que tras lo asociativo aparece la ideología. Estas cesiones no son neutras. No se da al “vecino”, se concede a una forma ideologizada de organización muy vinculada al partido de gobierno. Si esto sucediera al contrario (grupos catequistas, asociaciones religiosas…) se armaría un importante follón.

En cuanto al proyecto, está pensado en dos fases y de primeras aspira a dar continuidad al Centro Social Ocupado La Traba. Aquí hay una novedad, y es la transformación de lo okupa, con k, en lo ocupado. Supongo que tiene que ver con una moderación del ánimo o con una definitiva asimilación.

El colectivo desarrolla actividades como flamenco solidario, rap, deporte. Está muy bien. Pero tiene una ideología marcadísima: anticapitalismo radical. Lo de Traba viene de ahí: de traba al poder empresarial, al capital. De hecho, su ideario es explícitamente contrario a la propiedad privada y entienden lo barrial no como final, no como el lugar donde uno va después de su jornada laboral, donde se vive y pasea, sino como “semilla del cambio social desde abajo”. Es decir, el barrio como primera plataforma de politización.

El proyecto de Arganzuela tiene ya propuestas concretas: un biciparque, un espacio de ensayo para colectivos de folclore bolivarianos y un espacio para las asambleas. Además, locales pequeños para las asociaciones vecinales.

Es decir, que detrás de palabras tan campanudos como dotación, vecino, asociación, espacio público, están cosas como las bicis, el flautismo bolivariano y el establecimiento de huertos.
Pero sobre todo, la cesión de espacios organizativos a asociaciones politizadas, ideológicas, que son savia, esqueleto, nervio y diría que afluentes de un concreto partido. Por no entrar en la gran cuestión de fondo: preferir el difuso hortoasambleismo a la iniciativa empresarial como modo de organización de la sociedad civil.

¿Qué hay, qué habrá, qué usos concretos tendrán esos misteriosos “espacios” autogestionados? Parece que, sobre todo, ideología.

Domingo, 28 de febrero

Valle de Esteban

La portería de los goles del derbi

La higuera en la viña

DOMINGO, 28 DE FEBRERO

En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó:

-¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.


Y les dijo esta parábola:

-Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?" Pero el viñador contestó: "Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas".

Lucas 13,1-9

sábado, 27 de febrero de 2016

Zapatos

Rivera


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

El misterio español que fascinaba a los románticos "se jodió" vargasllosamente el día que Jesulín de Ubrique confesó que lo que más le gusta de las mujeres son los zapatos. Me acuerdo de él porque el pintor extremeño Víctor Sánchez tuitea un detalle de su obra, un zapato de mujer prestado para el posado, ¡ay, Jesulín!, por Inés de la Fressange, alegato francés contra el igualitarismo que grita Rosy de Palma.

Continúo bajo la impresión de los zapatos de Rivera presentando en un atril su pacto con el socialismo. Rivera es el doble de la doctora Temperance Brennan de la serie “Bones”, pero en el Congreso y con esos zapatos a quien recordaba era al cura-diputado Pildain, de la minoría vasca.

Dos bueyes negros acostados bajo la sotana: sus dos zapatos –lo describió Fernández Flórez.

A Rivera le crecían los zapatos con las reformas como la nariz a Pinocho con las mentiras. Qué góndolas venecianas, qué cisnes negros uncidos a la carroza de Venus, qué leones de Cortes, qué pinchos para perritos calientes, qué capirotes nazarenos, qué esquíes jacetanos, qué mascarones vikingos, qué tumbas de ibis egipcio, qué pirámides pedestres, qué babuchas fieras, qué cuellos de Rita, qué viagras en cueros, qué pies para qué os quiero.

Y la derecha más frívola pidiendo a Mariano que se suba a esos zapatos.

Comprenderás que, siendo el PP el más votado, se me haga difícil explicar a mis votantes que apoyo a quien no ha ganado para derogar todo lo que mi gobierno ha hecho y sustituirlo por el programa del PSOE.

No se puede expresar en menos líneas el mecanismo mental de una partidocracia que el cantinflismo del consenso llama democracia, invento de América, país (paisaje) que, al decir de quienes fueron testigos, expone a los ojos del espectador un escenario que contiene algo que genera y alienta las grandes ideas.

Nuestra grandeza se reduce a los zapatos chúpame la punta de Rivera, que a ver qué Monte Rushmore va a sacar de ellos ningún guarnicionero.

Gildas


Sábado, 27 de febrero

Valle de Esteban

-Toda nación que no se gobierna a sí misma se ve gobernada como una empresa.
Thomas Paine

viernes, 26 de febrero de 2016

El guirigay de Cádiz

Ayuntamiento, hoy amenazado

  Placa en el Oratorio de San Felipe


Francisco Javier Gómez Izquierdo

       Ha dicho mi médico que aún no estoy para trabajar y que tengo que tomar el sol. Yo me veo bien, pero dice la doctora que si me presento en el curro es bajo mi responsabilidad, porque mis tejidos y mi voz necesitan tranquilidad y que no se me olvide el sol. Nada, que estoy echando de menos Cádiz y resulta que me lo están recetando. Como son los días de la patria andaluza y a mi doña le pasa como a mí, pues esta tarde nos acercaremos por allí.

        Abro el ordenador y veo que hace un rato han amenazado por teléfono al Ayuntamiento, que estaba de Pleno, con que en una hora explotaba una bomba. Está el edificio desalojado  “...sin trabajadores, ciudadanos y representantes municipales” pone en el Diario de Cádiz.  En el Diario hay más titulares correspondientes a la edición en papel de hoy, 26 de febrero, y es que el alcalde se ha metido en un berenjenal impropio del regidor más mezquino que pueda imaginarse. Le dicen de todo a este Kichi, que presume de tener carrera -”...le recuerdo que tengo una carrera y usté no ¿ein? Hale, aaaaarrecohan y andando”- y lo pone en portada el Diario. Unos le dicen sectario, otros indigno, los más cacique, y la mayoría, incluso los que le votaron, ya le han visto las mentiras y el plumero.
   
Todo viene por un premio que da Cádiz como patria de la Libertad a personalidades que el Ayuntamiento en un pleno considera que lo merecen. Los del PP premiaron por ejemplo a Lula da Silva o al presidente Mújica del Uruguay, dos señores sin afinidad conocida con la que fuera alcaldesa. Ante tales señores, tales honores y la  solemnidad que por educación ha de ser preceptiva. Este Kichi entiende que premiar a luchadores por la libertad de Venezuela, allá donde Maduro, al que tiene que ser su cuate o algo parecido por como lo defiende y ampara, es afrentoso para su dignidad. Llama regalo envenenado el premio que está por protocolo y vergüenza obligado a entregar y ha enviado a no sé quién al cuarto de una casa en Madrid para que despache el compromiso como mejor pueda. A escondidas y lejos del cortijo.

     Lo más gracioso y chirigotero del asunto es que el Kichi dice que cómo va a ir a Madrid a entregar el premio habiendo pleno en en el Ayuntamiento. Como si el premio hubiera que entregarse en Cádiz y como si fuera la primera rabona en un pleno. En los plenos de los viernes anteriores a los votos de diciembre preguntaban por él en el Ayuntamiento y un viernes lo pillaban en un polideportivo de  Jaén, otro en una plaza de Zaragoza, y en fin, lo normal en gentes así...
      
Al Kichi no le crece la nariz como a Pinocho cuando miente. Dicen los carnavaleros que le crecen las orejas y que las tiene “...para hacer menúo pa medio mundo”. ¿Qué necesidad tiene este hombre de enfadar a los gaditanos con sus ignorancias y carajotás? Está poniendo a mal a las familias entre sí que hasta discuten si un alcalde debe llevar planchada la camisa.
      
A mí en Cádiz siempre me han tratado estupendamente y las cosas del Kichi no van a mudar la necesidad que me acude cuando falto más de tres meses de la ciudad. Además, ahora hasta me  receta el médico la inclinación.

Modus actuandi



Hughes
Abc

A Rita Barberá le preguntaron por su responsabilidad «in vigilando» y ella contestó que los demás se mirasen el «modus actuandi». El «modus operandi» suena a método de panda de atracadores. El «modus actuandi» que inventa Rita sería menos incriminatorio, pero le pone el latinajo a lo que hacen los demás. Lo que hace el latín…

Con esto de la corrupción se está creando una terminología pseudojurídica entre el Código Penal, el Civil, el Da Vinci y lo que te dice un primo que está en Legalitas. Se acaba siempre con una pregunta que a Rita también le hicieron: ¿pondría la mano en el fuego por sus concejales? Esto es genial porque sitúa al investigado en un terreno de justicia medieval. Hasta la sentencia, estamos en una especie de ordalía periodística: –¿Soltará el escaño si le lanzan agua hirviendo? –¡Qué poco me conoce!

La exalcaldesa afirmó su honradez, lo que es extraordinario. Si un ayuntamiento español no ha amañado un contrato en veinticinco años su alcaldesa no es honrada, es beatificable.

Cargó contra casi todos en una deriva que parecería paranoide si no fuera porque la realidad del PP es exactamente así. Tiene a todos en contra: los jueces, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que filtran, el resto de partidos, las televisiones y hasta el propio PP. Que esto le suceda a un partido mientras manda significa que se ha esforzado.

Cuando le preguntaron por la financiación de la campaña electoral, dijo algo interesante: «La campaña no es de la candidata, es del partido». Porque el partido siempre son los otros. Por no tener un cargo orgánico, es decir, en el partido, entiende que no debe dimitir. Aquí fue tan firme como Rajoy con el «ella dice que es inocente».

Leibholz dijo que en la partitocracia la corrupción de un partido es la de su votante, pero en España, donde no dimite nadie, exigir una dimisión sin imputación es ser más papista que el propio Papa –con Bergoglio no es difícil–. 

Dimitir sería un harakiri político y nadie se imagina a Rita en kimono a estas alturas. Una cosa es estar muerto y otra morirse.

Con unas hombreras que parecía un Caballero del Zodiaco, terminó citando a Marañón. «Mujer, teniendo a Chesterton…», diría D. Gregorio.

El azulejo

Androcles


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Sólo una nación con el orgullo perdido puede poner una placa al perroflauta desconocido junto a la lápida que en la madrileña Puerta del Sol recuerda a los héroes del 2 de mayo que “riñeron” con los franceses.

Esta ofrenda municipal, mezcla de “Hollywood Walk of Fame” con sus estrellas de cinco puntas y Patio del Desolladero de Las Ventas con sus azulejos dedicados al toro bravo de la feria, es una idea de los comunistas de Carmena, que dan rienda suelta a sus fantasías históricas, con el visto bueno de la inanidad de la señora Villacís al volver de unos huevos en Lucio.
La placa simboliza la regeneración democrática –dice Carmena, que no sabe lo que dice, en porfía, su voz, con el cisne rojo (¡ese cuello que turba a Amiel/Ansón!) de Rita, su cantaora, marxiano canto de cisne en “las aguas heladas del cálculo egoísta”.

(“No hay un lago negro, hay un lago blanco”, cantaba Basilio, con su cisne cuello negro, cisne cuello blanco.)

En España con la Democracia pasa lo que en Inglaterra con la Constitución.

El uso constante de la palabra “Constitución” en el Parlamento inglés revela que no existe tal cosa –fue la observación de Thomas Paine.
Paine, testigo (y chinche) de las revoluciones de América y Francia, tiene claro que, “dentro de mil años”, quienes vivan en América o en Francia, mirarán hacia atrás con orgullo al contemplar el origen de su gobierno y dirán: “¡Esto fue obra de nuestros gloriosos antepasados!”

Nuestros descendientes, en cambio, contemplarán el azulejo al perroflauta desconocido en la Puerta del Sol y dirán: “¡Qué incienso no se hubiera dado la Carmena, de haber tenido el poder de un Franco!”

No está sola, la alcaldesa. Peces gordos de nuestro periodismo todavía discuten si la Democracia, ay, sale de un regalo de Carmena al Pueblo o de un “tackle” de José María García a un león de las Cortes, convirtiéndolo en leona de Androcles.

La única respuesta que vale es la que ofrece Chesterton: “My mother, drunk or sober”.

Viernes, 26 de febrero

Valle de Esteban

-Había comenzado a hacerse una distinción moral y política entre los cubanos que merecían el tratamiento amigo de "compañero" y de "ciudadano", que significaba todo lo contrario de lo que significó, por ejemplo, para Robespierre.
Guillermo Cabrera Infante

jueves, 25 de febrero de 2016

Arco 2016

J.R.M

Segunda tanda de Octavos

   
Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza
  Se nos fueron los cinco


Francisco Javier Gómez Izquierdo

     En la 2ª tanda de octavos de Copa de Europa ocurrió más o menos lo previsto y aunque si el 2-2 del Juventus-Bayern nos llega sin haber visto nada del partido nos parecerá resultado lógico, pero lo cierto es que los muniqueses guardiolanos en la segunda parte hicieron cosas preocupantes en defensa. O a mí me lo parecieron. El Bayern pudo dejar sentenciada la eliminatoria con un rosario de ocasiones propiciadas por Douglas y Robben, dos torbellinos incansables, y los letales Muller y Lewandosky, que seguramente la cerrarán en la vuelta, pero el tándem Kimmich-Alaba atrás transmitió una provisionalidad que de manera sorprendente se acentuó con la entrada de Benatia, un central con trazas de amortizado.

    El Atleti es tan favorito ante el PSV como el Bayern ante la Juve, pero en su caso faltó traerse a Madrid el tesoro del gol que Vietto y Griezman tuvieron en los pies. En el PSV siempre han jugado delanteros sensacionales  -Romario, Ronaldo, Van Nistelrooy, Robben..-  que los grandes de Europa se llevaban  talonario mediante. De Jong, su goleador de ahora, que ni se adaptó a la Bundesliga ni cuajó en el Newcastle, no pudo jugar por sanción. A mí me parece que no es sólo un 9  que mata a testarazo limpio. Lo veo rápido, ambidextro, listo y se gira y coloca como los grandes goleadores de siempre. Me parece a punto de explotar y no tardará, por su juventud, en ser subastado entre los grandes. Haría muy bien Simeone en disponer especial vigilancia para que el muchacho no haga demasiados méritos en la vuelta. En el centro del campo del PSV, el mejor es Guardado, que es buen futbolista, pero de otro nivel al que se ha de exigir en la Champions; los defensas holandeses son bastante mejorables, motivos suficientes para que, en el Calderón, el Atleti se lleve el gato al agua. Salvo, ya digo, explosión de Luuk de Jong.
    
Al entrenador Pellegrini el sorteo le fue propicio y le puso delante a los ucranianos del Dínamo de Kiev, recluidos en estas fechas en sus cuarteles de invierno, y si a la manifiesta inferioridad añadimos la falta de ritmo de competición y la natural ociosidad por la falta de partidos, el 1-3 tiene fácil explicación.

    El Arsenal goza de un extraño prestigio que viene de su entrenador Arsenio  Wegner y que yo tengo por inexplicable. Todo el mundo del fútbol sabe por repetidísimo  que el Arsenal ganó una liga sin perder ni un partido y que son conocidos por ello, además de como los gunners, como los invencibles. Eso pasó hace muchos años con la colaboración de tres franceses irrepetibles: Henry, Vieira y Pires, que parece, como se vende la gesta, como si los hubiera fabricado su paisano Wegner, un entrenador que no padece el acoso laboral propio del oficio. Es lógico y normal que el Barça elimine al Arsenal, pero considero ya inadmisible que la numerosa corte de aduladores del entrenador francés te quiera hacer ver que su equipo juega bonito, que el trato del balón, que si Ozil, que si la filosofía -la filosofía de Wegner estoy por creer que se estudia en los prestigiosos colegios ingleses- y por último que todo no consiste en  ganar. ¡Que cosas hay que oír!

     El Barça ganó en un contraataque perfecto, despliegue en el que al parecer no hay mejor director que Ozil y cuando salió el cartel de Flamini para defender una derrota honrosa, supongo, me acordé de Rosicky. ¡Hay que ver los años que lleva Rosicky, aquél Pelé de cara angelical que Wegner descubriera en el Borussia de Dortmound, en el Arsenal!  El arte de Wegner empieza fichando jugadores casi juveniles por mucho dinero. Se estropea cuando otros clubes más ricos compran a sus jóvenes talentos dos o tres años más tarde y somos muchos los que le vemos la impostura cuando los Rosicky, Arteta o Flamini permanecen eternamente en su plantilla. Este Flamini desbocado en el césped es todo un lince en los negocios y tengo leído que ha montado una empresa alternativa al petróleo para coches que ya vale 30.000 millones de euros. Produce ácido levulínico, que a saber que demonios es eso. Lógico que con la cabeza en otro sitio nada más pisar el césped cometiera penalty sobre Messi.

      La mayor gesta del Betis desde que tengo uso de razón fue la conquista de la Copa hace casi 40 años ante el Athletic de Bilbao, en la que como daño colateral hubo varias trifulcas en mi barrio de Gamonal. Iriondo, que a pesar de llamarse Rafael era de Guernica y no  cordobés, entrenaba a aquel Betis, que hizo feliz a más de media Sevilla . A pesar de la educación, formalidad y sobre todo seriedad de un entrenador que antes fue futbolista al que todo buen aficionado recordaba  de memoria como componente de una de las delanteras más recitada de la Historia, el entrenador Iriondo no estuvo más de dos años seguidos en el Betis. En el Arsenal, el equipo más paciente con los entrenadores, con semejante aval hubiera durado hasta los 97 años, que es la edad a la que ha fallecido el último, y con el que se empezaba cantando “la delantera del Athletic”. Descanse en paz Rafael Iriondo.

Insatisfechos

Carl Schmitt


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Sólo hay una cosa más ridícula que un español “cabreao”, y es un español insatisfecho.

Históricamente hablando, el español es un hombre insatisfecho –nos dice Pla.
Yo tenía un libro de Historia que decía que en la Barcelona de Lerroux la rebeldía respondía a una mezcla de ardores, el anticlerical y “el viejo apetito español atormentado… e insatisfecho”.
Por culpa del español insatisfecho las suecas llaman a nuestra necesidad pasión. España debe a ese español sus comedias de calzoncillos blancos y sus diputados de Podemos, que no tienen un voto pobre, como presumen, sino un voto insatisfecho, entre decoradores, galeristas y críticos de arte.
J. K. Galbraith escribió un libelo finolis contra los 80 que tituló “La cultura de la satisfacción”.
En el pasado los afortunados eran una minoría. Hoy son una mayoría, aunque no de todos, sino de los que realmente votan. Los llamaremos la Mayoría Satisfecha, la Mayoría Electoral Satisfecha o, en una visión más amplia, la Cultura de la Satisfacción.
Nada nuevo bajo el sol. Si votan a Carter, son el Pueblo. Si a Reagan, los ricos (¡en mogollón!). Si a Obama (“el presidente más culto de la historia”, al decir de un Demócrata Hispánico), otra vez el Pueblo. Si a Trump (por cierto, lucero del alba de los 80), otra vez el mogollón de ricachos fascistas.
En España, a causa de la envidia, tenemos una Cultura de la Insatisfacción que vota una lista de partido estatal y luego ha de esperar a que los periódicos hagan una encuesta que le diga qué ha querido votar. La última vez votó, al parecer, contra las Diputaciones y la Ley Hipotecaria, los dos únicos pelos que le quedaban al lobo del Estado español, que se propone hacer una cosa que en teoría corresponde a la Nación, la “reforma exprés” (?) de la Constitución, que, unida a la “reforma telefónica” que nos hizo frau Merkel, deja mi libro de Carl Schmitt en una especie de “La ley de Murphy para abogados”.

La “democracia imperfecta” (?), lo llaman.

Jueves, 25 de febrero

Valle de Esteban

-Si existe un país en el mundo en que menos cabría prever la concordia, conforme a los cálculos vulgares, es América.
Thomas Paine

miércoles, 24 de febrero de 2016

La paja

Jean Clair


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Ya se van los ingleses como se iban los pastores a la Extremadura, quedándose la sierra triste y oscura. Se van de la granja europea, que decía Jean Clair, esta granja socialdemócrata y bien surtida donde vegetamos como si fuéramos a vivir miles de años.

Y ese sinsentido se refleja en el arte. No vale la pena de ir a las exposiciones de arte contemporáneo.
Inglaterra ¿es europea o no? Steiner responde que, para el inglés medio, el túnel bajo el Canal de la Mancha es, simbólicamente, uno de los momentos más delicados de afrontar.

¡Que se vaya la vieja raposa! –contestan nuestros europeístas más bizarros.
Ocurre que a los anglosajones los puede el sentido de la libertad, que cuajó en América, donde dieron rienda suelta a su orgullo y su pasión por la lucha (“creemos en las mismas cosas que los ingleses”, llegó a decir Hamilton, que pasaba, para los republicanos, por un “tory” británico), que los hace reacios al sometimiento, en tanto que a los europeos continentales los puede el sinsentido de la igualdad, este “ir tirando de pollo bien alimentado en una granja” (Clair) que no tiene ningún interés, esta socialdemocracia sesentona, podrida de corrupción y silogismos, que en su día sirvió para tapar la catástrofe de haber sido todos culpables, aceptando que por el mar corren las liebres, y por el monte, las sardinas.

El problema gordo de Europa está hoy en la falta de representación política cuyo símbolo es la Nochevieja de Colonia. Pagar por el desprecio es el colmo de la esclavitud, decía Tom Paine, para quien esa clase de gobierno procedía de Alemania, y contaba el caso de un soldado de Brunswick tomado prisionero por los americanos en su guerra de independencia:

América es un buen país libre, merece la pena de que el pueblo luche por él. En mi país, si el príncipe dice a comer paja, comemos paja.
En España, con Snchz, Rivera y Pachi López en el cartel, hemos cogido el toro por los cuernos y vamos a cerrar… las diputaciones.

Miércoles, 24 de febrero

Valle de Esteban

-La devoción religiosa no puede ser objeto de leyes humanas.
Thomas Paine

martes, 23 de febrero de 2016

Tulsa

Hughes
Abc

Clara Lago ha escrito un artículo en defensa de Dani Rovira, lo que la honra como colega y como novia (costumbre de estos días, el quite conyugal). Defiende al actor del «linchamiento» y abomina de internet, géiser de bilis. «Ciudad sin ley», lo llama. Esto recuerda al «Tulsa, ciudad sin ley» que gritó Marujita Díaz en El Rocío, chiribita que homenajea la Landaluce.

Sin entrar en el asunto, sí se percibe un problema general de epidermis. Ahora todo ofende mucho. Mal están el insulto y la calumnia, pero es como si se quisiese eliminar también la burla, lo ácido. Recordemos a Catulo, o las «Cantigas de escarnio y maldecir». No había Twitter entonces y ya se ponía a la gente de vuelta y media y perejil. El insulto no, pero viva el vituperio. Iría más allá. Lo que no se puede es vivir en lo viral, estar en el machito, en el cogollito de lo correcto, al sol que más calienta, surfeando siempre la ola buena, y pretender sellar los conductos del vitriolo ajeno; o convertir lo virtual en un barrio con seguridad privada y aire perfumado.

Hay una institución distinta al vituperio que aspira también al silencio ajeno y de la que se habla menos: el ostracismo. El ostrakon de los griegos, que votaban en asamblea la expulsión del contrario al bien común. Ahora es toda forma de exclusión del incómodo. Una institución hasta televisiva: ¿qué es la expulsión de GH, la nominación, sino un pequeño ostrakon? Institución viva y hasta con descendientes oficiales. Y si no, miren Pontevedra y su «persona non grata».

Persona non grata


Francisco Javier Gómez Izquierdo

    Un tarado de aldea al que dicen Polli, y se llama Gegorio, se conformó el otro día con una pena de dos años por abusar de su madre de 77. El Polli llevaba dos o tres días fuera del talego. Su madre lo tenía acogido a sabiendas de que actuaba en contra de su seguridad y, como no podía ser de otro modo, al Polli, en la primera noche, le asaltaron esas fiebres de animal salvaje que no puede remediar estando en libertad y saltó del colchón tirado en la cocina al lecho materno. Toqueteos de degenerado, de un tipo que ha violado a niñas, ha matado y volverá a cometer otra barbaridad dentro de dos años. Cuando le suelte la justicia.

       El caso es que el Polli está a gusto en la cárcel y dicen los que le conocen que no le importaría quedare allí a vivir. Los vecinos del pueblo del Polli entienden que su paisano tendría que estar encerrado en manicomio o casa parecida, porque si tuviera dinero podría hasta pasar  por inimputable, pero como las leyes son las que son, van a tener que aguantar sobresaltados al “perla” los días que van desde el cumplimiento de condena a la comisión de un nuevo delito.

    Al día siguiente de que  la madre pidiera socorro, los vecinos de la aldea se manifestaron ante la casa para que el Polli no volviera por allí, pero a ninguno se le ocurrió decir al alcalde que nombrara persona non grata a un degenerado que por desgracia fue a nacer no tengo muy claro si en El Higueral ó Algarinejo. El Polli nació donde nació, como el filicida Bretón en Córdoba o los Izquierdo en Puerto-Hurraco. Los jueces los desterraron, como al Polli en sentencia del viernes pasado, pero los concejales de sus pueblos no se entretuvieron en negar lo evidente, como  quiere hacer ver la sección fanática de tontos con ventanas a la calle que en Pontevedra se ha puesto a mandar no se sabe si por descuido o por dejadez de los pontevedreses.

     ¿Cómo puede llegar la sinrazón y el desvarío a categoría tan alta? Ya me dejó impactado el puñetazo de uno de esos tontos que se cultivan en los viveros de los modernos educadores a todo un presidente del gobierno en territorio al que yo tenía por sensato... pero que el consistorio del lugar se regocije con el afrentoso atentado y en vez de resarcir el deshonor cometido contra  uno de sus hijos ilustres -que uno de tu pueblo sea presidente del Gobierno porque así lo quiera la mayoría de los españoles yo lo considero todo un honor- se abandone a los instintos salvajes de odio irracional que la ley tiene obligación de perseguir, no es vergonzoso. Es peligrosísimo.

    Intento entender las explicaciones de los tontos que se escudan en una “perniciosa” fábrica que da empleo a 5.000 familias y que cumple todos los requisitos que los ecologistas exigen en Europa.. y compruebo que los ecologistas de Pontevedra y alrededores se ve que son especie irreductible a todo razonamiento  y que con boches semejantes no hay arre ni so que valga. Que son lo que son.
     
En Cádiz van a construir unas corbetas para Arabia Saudita, país que, ya se sabe, es respetuoso con los derechos humanos. Al Kichi le han dicho que las corbetas no van a disparar. Que son pacíficas y ni se van a acercar al Yemen. El Kichi, al que los árabes no le han firmado papeles, da por buena la palabra saudí, pero si sus conmilitones de Pontevedra mandaran en Cádiz no tendrían ningún reparo en echar por tierra la carga de trabajo que exige un día sí y otro también tanto parado como en Cádiz hay.

      Los tontos con ventanas a la calle de Pontevedra son tan desnaturalizados y superlativos que además de consentir el maltrato a sus hijos, despreciándolos y desheredándolos,  quieren que encima se lo agradezcan. Ya saben ustedes que los tontos no descansan, y como son tontos, la lían parda y no se enteran.

John Huston

John Huston


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

John Huston, que también fue militar, periodista y boxeador, tenía el relajo de dejarse llevar en los rodajes, y cuando el tiempo y los estudios se le echaban encima (¡Huston, tenemos un problema!), él agarraba el guion y arrancaba las páginas que hicieran falta hasta ponerse al día.

Así, España con su código penal.

El código penal sólo existe gracias a lo sagrado –nos dice Max Stirner, y desaparecerá por sí mismo cuando se renuncie al castigo.
En ésas estamos, aunque sólo para aquellos españoles de progreso dispuestos a imputar al “desorden social” los delitos cometidos, convencidos de que bajo un régimen comunista esos delitos serían imposibles, pues habrían desaparecido los móviles.

En lo que ese régimen llega, la “doctrina Huston” de arrancar páginas del código penal para ponerse al día se aplica a la sedición de los separatistas, a la coacción de los sindicalistas o, Dios (y el obispo Osoro) mediante, a la profanación de lugares de culto en una sociedad que ha despedido a Umberto Eco con honores de “gran filósofo” por la película “El nombre de la rosa”.

La Españeta más frívola y verduscona salió en defensa de Rita Maestre, la concejala del cuello de cisne (¡Leda y el cisne!), que sólo sufre por si la quitan de concejala (¡el cocido!) y que en el juicio fue el retrato ideológico de una calabaza, con lo cual, en la grande polvareda de las tetas (“torso”, para el vulgo) perdimos al don Beltrane de las amenazas.
¿Para qué cubrirte la cara? ¡Todos mirarán a la pistola! –le dicen a Michael Corleone en “El Padrino”.
El “torso” de Rita es la pistola de Michael.

Y a otra hoja del código penal.

La gallardía no es atributo de la izquierda española. Largo Caballero, el “Lenin español”, golpista redomado, nunca exhibió en los banquillos un alma más viril que el de esta falsa Suzzane diderotiana que tiembla por el temor de que le toquen el cocido.

Sí, la chica parece egoistilla, pero ¿qué me dicen ustedes de Dios y del Estado?

Martes, 23 de febrero

Valle de Esteban

-Las leyes de todo país deben guardar analogía con algún principio común.
Thomas Paine

lunes, 22 de febrero de 2016

En la muerte de Nando Yosu


La curva en El Sardinero

Francisco Javier Gómez Izquierdo


      Felipe Evaristo, cuyo nombre nada tiene que ver con protagonistas de telenovela venezolana o descendencia de aristocracia rural,  es un joven cordobés aficionado al fútbol al que le gusta que los veteranos de otras geografías le hablemos de jugadores antiguos. Felipe mira mucho el móvil y hace unos días leyó por ahí que Nando Yosu estaba muy malito, y como es un tanto sentimental y de natural enamoradizo, que no sé cuántas novias nos lleva presentadas para lo joven que es, me insinuó que hiciera por homenajearle en vida con unas letras. Fue ponerlo en los “guasás” esos para que mi chico me lo dijera y el pobre Yosu fallecer.

     A Nando Yosu yo siempre le he tenido como el Molowny del Rácing, pero con el carisma del Luis Aragonés en el Atleti. Creo que fue el último julio que estuve en Éibar (2014) cuando pintaron su retrato en una curva de El Sardinero a la que a petición de una peña se ha bautizado con su nombre: Curva Nando Yosu. En la tele vasca daban la noticia de un vizcaíno, pero hablaba el hijo, el entrenador Fernández y el ex futbolista Sañudo con mucho sentimiento por que el racinguismo homenajeara en vida al mito, y es que Nando Yosu es en Santander más que, un poner, Gento o Santillana
     
Nando Yosu fue futbolista notable que alcanzó gloria en el Valencia a principios de los 60 pero empezó a jugar en Cantabria y en Cantabria colgó las botas. Concretamente en la Gimnástica de Torrelavega, donde como Unay Emery en el Lorca pasó de centrocampista a entrenador. Al poco volvió a su Rácing para llevar los juveniles y acabó haciendo tándem con Maguregui en el banquillo. Ya saben: “somos peores, pero tenemos mas coj...”. “La mejor dieta, chuletones y vino”... y aquellas cosas de un Maguregui refractario a las modernidades tácticas de la época. “Tenemos que salir al 0-0 porque somos inferiores y somos capaces de colar un gol de la manera más tonta.”  Más o menos de esta guisa y con estos principios empezó Nando Yosu a entrenar, y si hemos de ser sinceros no le fue demasiado bien cuando fichó por equipos tales como Oviedo, Granada, Linares, Alavés...  Su sitio estaba en Santander, territorio conocido y donde se encontraba suelto para ver fútbol cadete y juvenil.  No sé los cargos que ocupó en el club, pero creo fueron muchos -”en el organigrama..” pone en interné-, pero pasará a la historia blanquiverde por ser el santo al que se encomendaba Cantabria cuando los resultados no acompañaban en Primera.

    Sus tácticas divinas,  comenzaron en la temporada 95/96 en la que tuvo que sustituir a su buen amigo Vicente Miera, que no olvidemos se lo llevó de ayudante a la Selección. A los dos años enderezó el mal camino que llevaba el equipo con Marcos Alonso. Contaba Nando en una entrevista del Don Balón que él decía a los jugadores lo justo y necesario. Que no le gustaba calentarles mucho la cabeza. También decía que era incierta su fama de hombre de mal genio y que invitaba al periodista a preguntar a cualquier jugador que hubiera tenido a sus órdenes. Ahí le hice alma gemela de Luis Aragonés.

    Felipe Evaristo comenzó a saber de Nando Yosu cuando hace diez años el entrenador arregló lo que Lucas Alcaraz tenía desbaratado. En aquel Rácing jugaba el elegante Pierini, que se convertiría en un símbolo del cordobesismo, y de allí nos llegó también Txiki, un extremo izquierdo que marcó un gol que dio la vuelta al mundo. Al año siguiente, 2006,  tocó enmendarle la plana a su gran amigo Manolo Preciado, a quien tan duro golpeó la vida, y en las cuatro últimas jornadas consiguió revivir un moribundo. Todos estos milagros los agradecía Nando Yosu, un hombre de fe, a la virgen románica de Valvanuz en uno de esos santuarios idílicos que tanto gustan a los que somos de pueblo.
      
Cuando descendiera a Segunda División hace cinco años con el follón del indio rico al que le abrían  las tiendas en domingo, el Rácing enfermó de consideración, como al parecer Nando Yosu, al que el Alzheimer ya le iba minando por entonces la entereza y el entendimiento.

       A mí, Nando Yosu siempre  me pareció lo que creo ha sido, un hombre de club, serio y formal en el que confiar, al que no es conveniente estrujar como inútil esponja. No deja de llamar la atención el hecho de que acabara las temporadas salvando al equipo y se contratara un nuevo entrenador para la siguiente, pero creo que la respuesta estaba en el mismo Yosu, que no quería ser incómodo ni para la directiva ni para el racinguismo.

      Una circunstancia que me descolocaba un poco, teniendo en cuenta su cara antigua y su fútbol testosterónico, era su manía de engominar y repeinar el pelo como un cantante de tangos. Así está dibujado en la curva de El Sardinero y me parece a mí que con indiscutible acierto.

      Descanse en paz, Fernando Trío Zabala.

Ya sólo falta Hazard



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    La diferencia entre Juampi, que es un zagal, y Cristiano, que juega a serlo y que hizo la hombrada (de hombro) de abrir el marcador (“en fuera de juego”, Camacho) mantienen al Madrid con posibilidad de hacer la goma en la Liga, si gana en Barcelona cuando toque. Se va la Liga, pero a los jugadores se los ve contentos porque los entrenamientos vuelven a ser “soportables”. Ahora, a hablar de Hazard.

    El Madrid, con Zidane, vuelve a triangular, me dijo un amigo que, frente a las tres bolsas de pipas que se comió viendo el partido de Roma, sólo se comió una viendo el partido de Málaga.
    
Toda nuestra cultura es triangular. De la Trinidad católica a la tríada francesa (libertad, igualdad, fraternidad), superada, según Foxá, por la triada cubana (“ron, café y puro”), pasando por la tríada española de familia, sindicato y municipio que nos daban en la Formación del Espíritu Nacional, y que ahí siguen, inmutables, las dos cosas: la Formación del Espíritu Nacional, que ahora se llama Educación para la Ciudadanía, y la triada de municipio (ahora autonómico, en vez de provincial), familia (ahora con cuñado rojo en vez de azul) y sindicato (que antes era vertical, y ahora, también).

    Un club de fútbol era la versión deportiva de la tríada política: una familia (“somos una piña”), un sindicato (el vestuario) y un municipio (“el equipo de mi pueblo”). Con el mercado de extranjeros abierto, el municipio y la familia se han diluido bastante, y el sindicato, en cambio, se ha fortalecido, lo mismo que en la política. Al frente del Tribunal Constitucional figura, no un catedrático de Derecho Constitucional, sino de Derecho del Trabajo, experto en convenios colectivos. Y en los clubs de fútbol mandan los vestuarios.

    –Si hablamos del gordo, no entrena en diez años –ponen en boca de la plantilla del Madrid los de una web que no son enemigos de la Casa–. Los entrenamientos eran insoportables.
    
El gordo es Benítez, que no pesa de entrenador ni la mitad que pesaba Puskas de jugador. Pero con Zidane, como con Benítez, todo el sistema defensivo (es decir, el trabajo) del Real Madrid se reduce a Keylor Navas.
    
También a la plantilla del Chelsea los entrenamientos se le hicieron insoportables y las estrellas (cocuyos, al lado de las del Real Madrid) echaron a Mourinho. Hazard, su jugador más bonito, con pies de Isadora Duncan y cabeza de chorlito (tan común en el fútbol, donde toda la vida gira alrededor de un balón), ha tenido la desfachatez de declarar:
   
 –Mourinho pagó el precio porque no hemos sido buenos. Tras su despido le envié un mensaje de texto diciéndole que lo sentía y le pedí perdón por no estar a mi nivel.
    
Hazard (o el padre de Hazard) ya se ha dado cuenta de que su vestuario ideal es el del Madrid, y a los piperos se les hacen los dedos huéspedes pensando en esas tardes del Bernabéu con los triángulos entre Hazard, Modric, James, Jesé, Lucas e “Ijco”, el Ijco de Ejpaña.





EL I+D DE MESSI

    Éramos pocos y Messi tiró un penalti… “lírico”, al decir del periódico global, que es el que dice lo que hay que pensar. Y si levantas la ceja, la ceja de la perplejidad, te acusarán de “poner el arte bajo sospecha (?) y de resucitar a la España más cainita (?)”. Pura alfalfa socialdemócrata, ese alimento de los majaderos para los cuales la genialidad de Miguel Angel para expresar la ira en el mármol con un toque en la barba de su Moisés es equiparable a la “genialidad” de Messi al tocar de juanete el balón para un compañero en un penalti. “El penalti de Messi es I+D”, ha dicho el nacionalista catalán Tremosa, bastantes años después de que el nacionalista vasco Erkoreka dijera lo que un empresario de Bilbao le había dicho: “No te equivoques, Erkoreka: la solución es el I+D”.

Lunes, 22 de febrero


-He vivido una vida honesta y útil a la humanidad; he pasado el tiempo en hacer el bien.
Thomas Paine

domingo, 21 de febrero de 2016

Ponferradina, 1; Córdoba, 3

 Burgos Promesas: Peña, Cipri, Terradillos, Ibáñez, López, Fernández. Manzanedo,
 Andrés (cuánto talento desperdiciado), Portugal, Renuncio, Requejo (el hermano de Rufino) y Salas.


Francisco Javier Gómez Izquierdo

       El entrenador Oltra ha tenido que abandonar un camino de perfecciones para el que no tiene los suficientes pertrechos. En Ponferrada mandó aparcar las ínfulas de león dominador al descubrirse la endeblez de las garras y la falta de colmillos y ha vuelto a encarar la batalla con sus hombres a pie firme apretando el culo y buscando el momento propicio para la lanzada asesina. Ha vestido al equipo con la ropa que mejor le sienta. Con el disfraz de culebra agazapada entre los juncos de la orilla entre conformista y temerosa, pero capaz de saltar a morder al mínimo descuido y clavar un veneno mortal de necesidad.
     
El Córdoba ganó ayer en Ponferrada por uno a tres sin jugar prácticamente a nada. Defensa, defensa, como dicen en el balonmano y contraataques definitivos. “Tomad y entreteneos con el balón”, parece que decían nuestros jugadores a los blanquiazules de la Ponferradina, y estos bregaban como remeros en mar infinita sin que se viera mucho fundamento. Los centrocampistas son bastante limitados, incluso el tal Caiado, que pareció de mayor nivel, pero es falsa sensación por tocarle nuestro defensa más endeble. Mirando a este Caiado me pregunto quién asesora a determinados clubes a la hora de fichar. El mozo es de Luxemburgo y jugaba en el Metalist Járkov, circunstancias que hacen sospechar a uno de ciertas actividades indecorosas entre representantes. No se pierdan al que se ha puesto la camiseta de Yuri, ese goleador primo de Charles el del Málaga hoy y del Celta ayer que el amo del Córdoba echó porque no había empatado con nadie. Se llama Hume y nada se sabía de su existencia. Resulta que es del Canadá y jugaba en la India. En el afamado Atlético Kolkata. A mí me pareció un señor alopécico y con barriga, pero a la Ponferrada se lo han vendido como delantero centro capaz de hacer olvidar a Yuri, que ya saben se ha marchado a la China a buscar la fortuna que pretendía cuando se presentó en Pontevedra procedente del Brasil.
    
Mala pinta tiene esta Ponferradina a la que recuerdo con cariño cuando el Gaitu y yo nos inventábamos un trivial futbolero y preguntábamos por el nombre de los campos en los que jugaba el Burgos Promesas: Ávila, Bembibre, Gimnástica Segoviana y así.  El nuevo Toralín sustituyó al campo de Fuentesnuevas hará unos quince años y ahora el equipo lleva casi un mes sin entrenador. El otro día llamaron al amigo Fabriciano, por ver si sus aires de sargento de marines despierta el pundonor de una plantilla a la que se ve como abotargada. Al parecer habló Fabri tras el partido para dejar claro que no había tenido ninguna decisión técnica ni táctica en el desastre berciano de ayer, pero que a partir de ya, está convencido de enderezar el rumbo de un grupo de buenos jugadores. Eso es lo que tiene Fabri. Optimismo a raudales.

Domingo, 21 de febrero

Valle de Esteban

-Quienes aspiran a cosechar los beneficios de la libertad deben soportar como hombres las fatigas de defenderla.
Thomas Paine

"Guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto"

DOMINGO, 21 DE FEBRERO

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras estos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.» Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Lucas 9,28b-36

sábado, 20 de febrero de 2016

En la muerte de Umberto Eco


 In Madrid, if you knou the city well, the night never ends. Ava Gardner


José Ramón Márquez

El día 13 de febrero de 1978 se convocó en el viejo Salón de Actos de la Facultad de Ciencias de la Información una conferencia que dictaría el semiólogo italiano Umberto Eco. Eco era entonces, junto a la Escuela de Fránkfort, la gran referencia para aquellas hordas de Profesores No Numerarios (PNN), jóvenes de apenas cuatro o cinco años más que los alumnos a los que daban clase, que se habían ido acoplando en los vericuetos de la Facultad con el firme propósito de hacerse fuertes y llegar a obtener fijeza en sus plazas y en sus pagas, con los sueños puestos en las, entonces, inalcanzables cátedras.

De Eco se prescribía al alumnado el Tratado de Semiótica General, editorial Lumen, en el que el autor definía la ciencia semiótica, despeñándose con un desparpajo sólo al alcance de una mente italiana por los vericuetos del significante, del signo, de la semántica, de los iconos y demás parafernalia inherente a dicha ciencia. Yo he de decir, en orden a que se entienda mi propia capacidad de comprensión, que fui incapaz de pasar de la segunda página de tan denso tratado. El vericueto en el que el brillante piamontés te situaba desde el principio de su obra desafió con contumacia las entendederas de un alumno medio -muy medio- como éste, y es justo reconocer la terrible derrota sufrida ya desde las primeras escaramuzas frente a tan capital volumen.

Cuando Eco llega a Madrid, viene precedido del éxito de su “Come si fa una tesi di laurea”, editado el año antes y recibido por la comunidad No Numeraria como tabla posible de salvación a sus cuitas, dado que por aquel entonces ninguno de  ellos, prácticamente, tenía ni en mente la posibilidad de afrontar el doctorado. Luego lo de las tesis se allanó sobremanera a raíz de la proliferación de los ordenadores personales y especialmente con la aparición de la función copy/paste, pero téngase en cuenta que en aquellos momentos las Tesis se seguían haciendo mecanografiadas y cualquier ayuda externa, aunque fuese de tipo conceptual, como en este particular caso, eran recibidas como auténticas bocanadas de oxígeno universitario.

Pues bien, en “olor” de multitudes, con una propaganda bien armada en las aulas y a base de fotocopias por los pasillos, con lleno hasta la bandera e infinidad de jóvenes estudiantes sentados en el suelo, con la mayor afluencia de público que jamás registró el antiguo salón de actos de la Facultad (el polo opuesto a esto sería la presentación de la revista Contracampo con Perucha y Llinás (qDg) y cinco espectadores), se presentó Eco como el rock-star de la semiología. Saludó en español y en seguida se disculpó por no poder continuar su alocución en nuestra lengua y se largó la conferencia en italiano ante la embelesada mirada de su audiencia masiva, de entre los cuales apenas habría media docena que tuviesen nivel adecuado como para seguir sus palabras con una mínima solvencia. Eco habló de lo suyo, de la semiótica, de la relación del terrorismo con los mass-media (midia decían los PNN), de las modas culturales, de la estética, del arte, de los intelectuales... Y hubo muchos que se enteraron de lo que se había hablado al día siguiente... por la prensa.

Un par de años después publicó “El nombre de la rosa”, novela profética en la que anticipa a Bergoglio, y a partir de ahí ya su fama fue enorme.

Sit tibi terra levis, magistre.