lunes, 17 de noviembre de 2025

Noviembre blanco


Agustín de Foxá


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Noviembre tiene su sonata. Si abril, decía aquí Foxá, es clásico, con friso de sonrosadas doncellas y lilas con rocío (anuncio de las inminentes orejonas), noviembre tiene un romanticismo de litografía desvanecida y bruma de bosque. Xabi en la banda de Anfield bajo la lluvia, fingiendo creer (no encuentro otra explicación a los cambios) que en el otoño pasa la savia y las cortezas están llenas de futuras mariposas (tiene esa gran hermosura, la de ser promesa: somos un equipo en construcción, es decir, aspirante no a la Champions, sino al Paleta Agromán). Pero noviembre, insiste el poeta, da a las olas una luz fría: hay horóscopos que dicen que es un mes de traiciones y naufragios.


Las rosas de noviembre tienen una anemia de estufas; pero el hogar está más lleno de ternura y son más fabulosos los castillos agigantados en la niebla.


Los más jóvenes no entienden que nadie pueda venirse abajo por un partido perdido fuera y en Liverpool. Como la prensa española no tiene otra encomienda que hacer jijas con Vinicius, su enemigo estructural, hubo de ser la prensa inglesa la que les recordara la naturaleza del Real Madrid: “El Real Madrid –escribieron en ‘The Sun’– son los Harlem Globetrotters vestidos de blanco. Representan la fuerza y la majestad, la emoción y la villanía, el poder y la gloria. Y son, con diferencia, el mejor equipo que el mundo haya visto jamás, con más del doble de Copas de Europa que cualquier otro club. El Real Madrid llega esta noche a Anfield repleto de Galácticos, como de costumbre, tras haber ganado 13 de sus 14 partidos esta temporada”. Semejante reconocimiento se ajustaba a la línea histórica del país que inventó el fútbol, cuando Churchill le hizo a Alfonso Paso, que era atlético, la confidencia definitiva: “Hay dos cosas que los ingleses nunca podremos tener: una es el Mediterráneo, y la otra, el Real Madrid.” Y aquí es donde se nos queda pequeño Xabi, como se quedó pequeño, salvando las distancias en lo suyo, el otro Xavi, con los mugrillas de los medios pronunciando “Sabi” unos, y otros “Chabi”, como si el nombre no fuera importante, ¿o cree alguien que Huijsen sería titular en el Madrid si se llamara Baldomero? En resumen de Gareth Bale, el futbolista más inteligente (de ahí la animadversión que suscitaba) que ha pasado por el Bernabéu, tras la noche de Anfield:


No es lo mismo entrenar al Leverkusen que al Real Madrid, tienes que gestionar más egos que hacer cambios en tácticas.


A Xabi no se le ha oído gestionar el ego de Vinicius, su jugador más poderoso, como lo hizo Arne Slot en Liverpool: “Vini Jr es un futbolista verdaderamente excepcional. Rápido como un rayo, increíble en los duelos uno contra uno, puede regatear a tres o cuatro jugadores seguidos.” Y con eso ya has conseguido del jugador más disposición emocional que con toda la chapa de trigonometría de la presión que pueda darle Sebas Parrilla en medio año de rondos en Valdebebas. Y quien dice con Vinicius, dice con Endrick. Borges se hacía cruces con que a Tácito se le escapara la Crucifixión (aunque la registra su libro), como nos las hacemos nosotros, simples aficionados, con que a Xavi se le escapara Vito Roque como a Xabi se le va a escapar Endrick, que en Liverpool, donde todo lo que hacía falta para empatar era un poco de carácter, se quedó en el banco, para hacer hueco al otoñal Rodrygo, y a un atribulado Trent en el momento menos romántico que pudiera imaginarse. Pero el piperío se defiende: “Tenemos a Mbappé”. Mas Mbappé no es un delantero centro. Mbappé es un verso suelto, probablemente el mejor verso suelto que se haya escrito nunca, y como goleador, un palomero, que es de lo que juega. Intentar asustar con Mbappé a unos centrales del carácter de Van Dijk y Konaté es como intentar asustar a un notario con un lirio cortado. A cambio, obtuvimos un toque de guasa madrileña: ver en la defensa del área ante los balones parados a Vinicius con Van Dijk y a Güler con Konaté. Ibrahima Konaté, era el hombre. Ya llegará mayo. "Que por mayo era, por mayo, / cuando hace la calor, / cuando los trigos encañan / y están los campos en flor, / cuando canta la calandria / y responde el ruiseñor"...


[Sábado, 8 de Noviembre]

Nueva fechoría del VAR

 
 Sevilla 96/97: Tsartas, Monchi, Prieto, RAMIS, Prosinicky, Jiménez, Martagón, GALVÁN, Salva,Marcos y Rafa Paz
 
 

 Moreno Aragón. Le dicen "El Reincidente"

 

Francisco Javier Gómez Izquierdo


            Mirandés-Burgos en Vitoria y no lo puedo ver porque don Tebas ha puesto el derby a la misma hora que el Córdoba-Deportivo y a El Arcángel llegaba Yeremay, en teoría, el mejor jugador de la Segunda División. El otro día el Diario de Burgos sacaba una fotografía del Sevilla de mediados de los 90 en la que salían juntos el central Ramis, entrenador del Burgos, y el lateral Galván, que le recuerdo correr como encorvado, recién contratado por el Mirandés. En esa fotografía sale Prosinecky, un genio aturullado, y Tsartas, un zurdo griego que me tenía maravillado ¡¡Qué elegancia sacando faltas!!! También el portero Monchi, y Jiménez, Rafa Paz, Martagón, Prieto, Salva, Marcos... Casi todos han prosperado después de dejar el fútbol y se les recuerda, servidor al menos, con mucha nostalgia porque entonces el fútbol eran ellos  y el balón y no este aparato infernal, cancerígeno, manejado por gentes que parecen pervertidas a las que les gusta pasar un algodón por la esquina del mueble-bar y que cual sargentos chusqueros te dejan sin paseo porque el pelo sobresale del bolígrafo. A mi parecer gente frustrada, onanistas que ven vicio donde no existe más que el natural discurrir de un juego al que se le sacó un reglamento perfecto en el que cabía el error. Veo con preocupación que demasiados partidos emocionantes e igualados los destrozan árbitros sin personalidad y sin criterio, felices de ser considerados marionetas de un virus que atontolina y desde el que individuos que desconocen la naturaleza del fútbol, envenenan cualquier aproximación a decidir con objetividad.


      Hoy, en el Córdoba-Deportivo, con 1-1 en el marcador de un encuentro emocionante y vistosón, ha llegado una de esas jugadas que nadie ve, excepto el asqueroso chivato que quiere hacerse notar y agrede a la guapa en minifalda porque cree que va provocando. A un centro desde la izquierda no llegaría nunca Zakarias, el 9 del Depor, y en el forcejeo por disputar la posición con Rubén Alves cae en el área sin que nadie vea cosa punible. pero como el virus ya se cree más importante que Tsartas, Prosinecky y Rafa Paz juntos, delata al defensor cordobés en repetidas tomas a cámara lenta, el arma ante el que han sucumbido locutores, tribuletes y público en general. Se delibera durante diez minutos y como el señor Moreno Aragón, al que el entrenador Iván Ania repudió hace tiempo por su inclinación a perjudicar no se sabe si al Córdoba o a Iván, pues atendió las extravagantes visiones del manejante del VAR y pitó penalty y expulsión. En Gijón pitó penalty a favor del Córdoba por mano separada que para balón pero le llamó el VAR y tras otra parrafada absurda se convenció de involuntariedad o vaya usted a saber qué.


      Vengo enfadado porque he visto la jugada del minuto 65 repetido por el marcador del estadio no sé cuántas veces.Muy malas imágenes todo sea dicho, que nada aclaran. Incluso admitiendo que el defensor sujete algo al delantero no deja de ser lance natural de una lucha que el fútbol consiente. Sé que es difícil de entender esto último, pero si no se entiende, tampoco se entiende qué cosa es el fútbol. El Córdoba con once mereció ir por delante y con diez acorraló y rozó el empate pero con los diez minutos de añadido merced a la asamblea reclamada por el VAR, en el 99 una contra de Mella sentenció para el 1-3. El Córdoba pareció más equipo que el Deportivo, pero arriba los gallegos tienen dinamita. Yeremay puso el 0-1 al lateral zurdo Quagliata, convirtió el penalty y... la verdad, mete miedo. A pesar de no decirme gran cosa, el Depor estará arriba con el Almería, Las Palmas (hasta ahora el equipo que más me ha gustado) y Rácing de Santander, a pesar de los ¡¡¡23 goles en contra!!! En realidad ya están colocados los favoritos. Junto a ellos el Burgos, que al parecer ha aguantado hasta el final en Vitoria con el 0-0 y en los minutos 84 y 92 Mario González, el burgalés que sustituye a Fer Niño, ha marcado dos goles en Mendizorroza. El Burgos no es nada vistoso, sus partidos son aburridos, "bloque bajo"... pero ahí está. Cuarto a un punto del Dépor que se ha aupado al liderato tras el 1-3 de El Arcángel.
 

Lunes, 17 de Noviembre

 


Valle de Esteban

Las cuatro esquinas

domingo, 16 de noviembre de 2025

Novedad en la Cartuja de Miraflores

 
San Bruno. de Manuel Pereyra
 
 
 
El infante Alfonso
 
 

 El hijo sujetado a la derecha por el padre barbado
 y a la izquierda por el Espíritu Santo
 
 
 
Tumba y Retablo
Gil de Siloé 



Francisco Javier Gómez Izquierdo


             De vuelta a Córdoba, tras unos días en "el sol y el frío de la infancia", me veo empujado a reflejar. con cierto pesar, una novedad que cabezas poco reflexivas han puesto en práctica en el edificio burgalés por el que servidor tiene mayor inclinación.Creo que tengo puesto en Salmonetes... que siempre que voy a Burgos me acerco a la Cartuja de Miraflores a saludar a San Bruno. Con los años, la costumbre se ha hecho obsesiva y suelo subir al día siguiente de llegar, sin perjuicio de hacerlo luego más veces.


       A veces cuento, incluso en Gamonal, que desde la terraza de nuestra casa de la calle Vitoria veíamos el monasterio como llevado en andas por los pinos de Fuentes Blancas, y los que aún no han llegado a los 60 se les hace inimaginable cuando pasan lista de los bloques de a diez o doce pisos que se han levantado desde lo que eran los chalets de aviación hasta Capiscol. A finales de los 60 y principios de los 70, Fuentes Blancas -un lujo a lo discreto que nada tiene que envidiar a la mayoría de los parques que salen en las películas- era nuestro campo de fútbol, nuestro merendero y la Fuente del Prior, nuestra playa. Primero con los padres y luego con la cuadrilla, después de coger agua en la fuente de la Salud siempre había un ratito para subir a la Cartuja donde oíamos explicar a un guía con barbas que San Hugo de Grenoble -¿Qué se hizo de aquel cuadro en el atrio?- debería ser nombrado patrón de los futbolistas. Con el tiempo y el paisanaje cogimos confianza con San Juan el Evangelista y María Magdalena, patronos de los solitarios,con el Espíritu Santo que, en vez de paloma, tenía cara y cuerpo de persona. Nos movíamos de derecha a izquierda ante San Bruno, que no nos quitaba la vista de encima. Cada año elevábamos el valor de la majestuosa tumba de Juan II e Isabel de Portugal y en el monumento funerario del joven Alfonso, hermano de Isabel la Católica, creímos descubrir a Gil de Siloé con lentes y abrazado a una escuadra, como diciéndonos "fijaos bien en lo que os he puesto ante vuestros ojos".


     Vaya... me estoy enredando como de costumbre y lo que quiero decir es que por primera vez, no sé desde cuándo, pero en julio aún era gratis, este noviembre hay que pagar por entrar a la Cartuja. Cinco euros. Conste que no  me parece mal que el viajero y sobre todo el turista avasallador pague por ver tan extraordinario monumento. Lo que me rechinó fue la mustia y poco acertada explicación del joven de la entrada. Acusaba a los burgaleses de ir mucho y no echar donativo -había una ranura donde cada cual echaba la voluntad- sin darse cuenta de que hay burgaleses que van todas las semanas y que en otras ciudades los empadronados no pagan por ir a rezar a las iglesias de su ciudad. En la Mezquita, enseño el DNI y paso de balde. Me insinuó que los burgaleses creían que habían sido ellos, los porteros, los que habían "chinchado" a la comunidad del monasterio para cobrar por entrar y en fin... le vi muy resentido y obcecado con que era lógico que "los burgaleses pagaran para mantener el patrimonio". Palabras textuales.


     Esta mañana he recomendado a dos matrimonios que van a Burgos  para el puente de la Inmaculada que tienen obligación de ir a la Cartuja. Otra pareja va con el Imserso y me dicen que sí, que está en la lista de visitas. Al joven de la portería no le dije que la Cartuja era como de mi familia y la visito mínimo cuatro o cinco veces por año, y no; a mí, que vivo en Córdoba, no me molesta que me pidan cinco euros, pero si viviera en Burgos desde hace 66 años que nací sí me  molestaría..¡y mucho!.
 

Bermejada



Ignacio Ruiz Quintano

Abc


El concejal Calvo es el concejal No. Empezó de chiquillo, diciendo no a la mili, y de mayor no se cansa de decir no: no a sentarse a negociar con los sindicalistas de los autobuses, no a la devolución de los abonos perdidos por causa de la huelga y no a la “bermejada”. ¿Qué es una “bermejada”? En el rico lenguaje político de España, “bermejada” debe de ser lo que hace el ministro Bermejo, que hace el papel de fox terrier de pelo duro del Gobierno de la Nación. Jaime Gil de Biedma llamaba fox terrier de pelo duro al hermano de Juan Guerra que, como creyendo que hace gracia, llama “delincuente” a Berlusconi, que acababa de llamar “rosa” al Gobierno de Zapatero. (Juan Ramón: “No la toques ya más / que así es la rosa”.) Los funcionarios del ministro Bermejo llevaban dos meses en huelga cuando se les apareció el ministro Bermejo y acabó con ella. A eso el concejal Calvo lo llama “bermejada”, cosa que él no quiere hacer para que nadie pueda hablar de una “calvada”. Además, ¡goza tanto al decir no...! Es lo que decían los adolescentes americanos apuntados a las campañas religiosas de abstinencia sexual en los noventa, cuando todos pensábamos que el amor verdadero espera. Y ahora, una vez que abandonen la huelga, ¿dirá el concejal Calvo no a que los autobuseros circulen con la radio –con el programa de Gemma Nierga, mayormente– puesta? Después de todo, los autobuseros de Madrid tampoco son los guionistas de Hollywood. El concejal No no parece hombre de pata adelante. Escribe Ortega y Gasset: “Soy madrileño, y una de las figuras más típicas de Madrid es ese chico que, desde el tendido, se arroja al ruedo. Yo soy de por vida ese chico de la blusa, y no puedo contemplar un problema astifino sin lanzarme hacia él insensatamente.” En Madrid, hoy, no se arroja al ruedo ni Dragó para inmolarse con el Quinto Evangelista, que ahora dicen que está poseído del espíritu... ¡samurái!. ¡Cielos, qué buen papel jugaría el concejal Calvo, vestido de Miguelín (Miguel Mateo, mayo del 68), arrojándose ese día al ruedo para hacer el teléfono en la testuz del torillo! ¡Ése sería el No inapelable, supremo, al falso evangelio tomasero! ¿Pero quién ha leído a Ortega en este Ayuntamiento? 

Domingo, 16 de Noviembre

 


Avería social

Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes

DOMINGO, 16 DE NOVIEMBRE


En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:


-Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida.


Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?» Él dijo:


-Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será en seguida.


Entonces les decía:


-Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.


Lucas 21, 5-19 

sábado, 15 de noviembre de 2025

Benimerines


Guzmán el Bueno


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Un ingeniero licenciado en Derecho, don Ángel García Beamonte, lector elegante y culto, me ha hecho ver el error que supone culpar de la muerte del hijo de Guzmán el Bueno a los benimerines, ya que el asesinato lo cometió el infante cristiano Don Juan, hijo de Alfonso X el Sabio y nieto de un rey santo: Fernando III. “No me dijeron esto cuando yo estudiaba”, anota, y adjunta hoja fotocopiada del “Compendio de historia de España”, 1890, de Alfonso Moreno Espinosa, donde se relata la famosa atrocidad como sigue: “El rey de los benimerines, deseando recuperarla [la plaza de Tarifa, cuya defensa y gobierno corrían a cargo de D. Alonso Pérez de Guzmán], aceptó el ofrecimiento que de rendirla le hizo el infante D. Juan, quien, haciendo traición a la patria, se había puesto al servicio de los moros para luchar contra D. Sancho. Vino, pues, el rebelde infante con numerosas tropas marroquíes a poner sitio a Tarifa; mas, como ésta se prolongara y no pudiese cumplir la palabra que había dado de tomar la ciudad en un corto plazo, amenazó a su heroico defensor con matar a un hijo de éste que llevaba consigo el desalmado infante, si no le entregaba la plaza. A tal intimación respondió Guzmán arrojando desde la muralla su propio cuchillo y diciendo al cobarde D. Juan: ‘Si en el campo no hay acero, ahí va el mío; que antes os diera cinco hijos, si los tuviera, que una villa que tengo por el rey.’ El infante consumó el crimen que le ha traído la eterna maldición de la Historia; mientras que el defensor de Tarifa recibió por su heroico sacrificio el dictado de Guzmán el Bueno.” Pensando, seguramente, en el buen nombre de los benimerines, la Dirección General de Asuntos Religiosos está acelerando los trámites para que en enero comiencen en Madrid esas clases de islamismo que nos ayuden a entender los artículos de Juan Goytisolo y Gema Martín, la casualidad de que Arafat haya muerto en el día de San Martín o la consideración por la harca de “Hay motivo” de convocar una manifestación de “bardemes” en memoria del cineasta holandés Theo Van Gogh. 

Sábado, 15 de Noviembre

 


Acera madrileña

Felicidades a Ariel

 






viernes, 14 de noviembre de 2025

Carne de gallina


Bertrand Russell


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Estamos en manos del destino, me despide mi portero, de una generación clásica. El destino, desde luego, es un invento griego, que los anglos han sustituido por el juego de la gallina: por una carretera recta, dividida por una raya blanca, se lanzan dos autos, uno contra el otro, desde los extremos; ambos mantendrán uno de sus lados sobre la raya blanca, y si uno de los dos se aparta antes que el otro de la línea, el competidor le grita al pasar: “¡Gallina!” El espíritu de este juego lo resumió con su risa/sorna de pájaro carpintero Bertrand Russell: “Este juego se considera decadente e inmoral porque lo juegan los jóvenes plutócratas, que sólo arriesgan sus vidas. Pero cuando lo practican estadistas eminentes que arriesgan las vidas de los demás, se juzga por ambos bandos que cada uno de ellos está dando pruebas de sabiduría”. Que es donde estamos ahora, lo que en palabras de un chungón pone no sólo la carne de gallina y los pelos de punta, sino la gallina de carne y la punta de pelos.


En América lo juega Trump, pero a los neocones de Wall Street todavía se les hace poco, y al presidente lo llaman TACO (acrónimo de “Trump Always Chickens Out”), mientras Inglaterra, que no sabe que perdió su imperio, sigue jugando a la gallina como si estuviéramos en 1927, cuando Churchill podía visitar Roma y declarar que el fascismo italiano había proporcionado el “antídoto necesario contra el virus ruso”, y luego, recuerda Nicholson Baker, la Royal Air Force ensayaba bombardeos volando al son de una canción titulada “Chick, Chick, Chick, Chicken”: cuando el cantante pronunciaba las palabras “Pon un huevecillo para mí”, los aviones soltaban su bomba. Cien años después, Medvedev, gallo de veleta, en X: “Nadie sabe a qué se refería Trump con ‘pruebas nucleares’ (probablemente ni él mismo lo sepa). Pero es el presidente de Estados Unidos. Y las consecuencias de tales palabras son inevitables”, etcétera.


Ante el aterrador espectáculo, el “hen party” de Bruselas ha decidido levantar un muro antidrones (?), que sólo en comisiones debe de ser un dinero, razón por la cual convivimos en la calle con la izquierda más belicista que se recuerda, y en las instituciones, con la burocracia más bioleninista que cabe. En palabras de Spandrell, su descubridor: el leninismo es, fundamentalmente, una forma particular de contratar personas para tu organización, y el bioleninismo, una variante de eso. La gente mata por estatus, no por felicidad. ¿Cómo funciona? “Si eres rey, ¿a quién quieres como ministro? ¿El duque de Orleans, que tiene más dinero que tú y un derecho plausible al trono, si (Dios no lo quiera) te sucediera algo? Demonios, no, quieres un tipo que siga tus órdenes, alguien confiablemente leal ¿Y quién va a seguir tus órdenes? Alguien que no tiene mejores opciones que seguir tus órdenes. Es bastante simple.”


Y en España la tertulianía loca porque en Nueva York Soros ha sentado a su sota de oros en la Alcaldía.


[Viernes, 7 de Noviembre] 

Viernes, 14 de Noviembre

 


Bendita morsa



jueves, 13 de noviembre de 2025

Los Cameros y Las Viniegras en la Demanda


Otoño en el roble



La Virgen de Valvaneras



Nuño y Domingo encuentran a la Virgen
 en el hueco del Roble



El pantano de Mansilla de la Sierra

      

 Francisco Javier Gómez Izquierdo


             De Salas de los Infantes parte una carretera que atraviesa la Sierra de la Demanda y te lleva a Nájera. La ruta, como se dice ahora, es un continuo curva a derecha y herradura a la izquierda, pero en este tiempo de otoño si no se tiene prisa y amanece el día con sol, pocos lugares hay con tanta paz como la que transmiten los ocres colores de los robles centenarios que nos miran pasar desde las laderas de los montes de los Barbadillos, del Pez y de Herreros, de Monterrubio de la Demanda, último pueblo de la provincia de Burgos, antes de entrar en la Rioja donde nos topamos con Canales y Mansilla apellidados de la Sierra en la comarca del Alto Najerilla donde Ana María Matute -Ana María Matutes en el callejero de Córdoba- tenía su "patria chica" y allí, al cementerio de Mansilla creo entender llevaron las cenizas de la escritora. Dentro de la iglesia del pueblo anegado por el pantano de Mansilla paseamos hace cuatro o cinco años pero antier el agua llegaba hasta mitad de la torre y es cosa que de verdad alegra.


        La idea de recorrer los Cameros y las Viniegras, altas y bajas, de la Demanda salió a propósito de la Virgen de Valvanera de la que mucha gente de mi pueblo es devota; mi madre contaba las peripecias que pasaban andando desde el pueblo al Santuario en el que empleaban no se acordaba cuantos días, allá a finales de los años 40. Una de las últimas cosas que pidió es que la lleváramos para morir tranquila. Como el mundo es un moquero, resulta que el hijo vive en Sevilla muy cerca de San Benito, donde tiene asiento la Asociación de Devotos de la Virgen de Valvanera, a la que sacan en procesión por San Miguel en un paso al que plantan ramas de quejigo pues no en vano  la patrona de la Rioja fue buscada y encontrada por un ladrón arrepentido, Nuño, y el cura Domingo de Brieva de Cameros que le acompañaba, en el roble más alto del Valle rondando el año mil. La imagen, al parecer,  data del siglo XI.

 

     Recorrer Valvanera de mañana y sin personal un 11 de noviembre no es lo mismo que hacerlo en verano. En otoño resulta experiencia mucho más placentera y conforme paseas mientras te sientes vigilado por el ciervo, el corzo, el águila ó el buitre, te crees un San Francisco cualquiera frente al cristal que protege la cueva donde se empezó a venerar la imagen de la Virgen.


     Subimos a Anguiano a ver la calle que bajan los danzantes con zancos; pasamos por Cárdenas donde servidor vendimió para Vitín y luego a San Millán de la Cogolla donde el hijo siendo chicuelo pasó descomunal página de piel de becerro por invitación del fraile que enseñaba el monasterio de Yuso. El de Suso anda en obras y no se puede visitar. Comida en Nájera, muy bien por supuesto y vuelta parando en la carretera de vez en cuando para que pasen las vacas y ovejas sueltas de la zona del pantano y presentar nuestros respetos a la colonia asnal que medio salvaje retoza juguetona con sus crías sin conocimiento de las reglas de circulación.


     Si. Hay días buenos.

A qué llamamos beneficencia


Aranguren


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Criar toros para matarlos puede parecer una paradoja española, pero es la paradoja universal y, desde luego, una de las más brillantes paradojas inglesas, como Camba les dijo a los ingleses en su cara. Si de paradojas hablamos, ¿qué más dará tauromaquia, o hacer toros para matarlos, que socialismo, o hacer pobres para socorrerlos? Tomás Gómez, el Florito del Nuevo Socialismo, tiene razón: además de comer atún, hay que acabar con los males sociales, para lo cual, naturalmente, lo primero es producirlos, y así, una corrida de toros, moralmente considerada, viene a ser exactamente lo mismo que una fiesta de caridad, aunque existe una razón para que las corridas de toros parezcan menos morales que las fiestas caritativas, y es la razón sencillísima de que constituyen un espectáculo bastante más hermoso, incluida la última corrida de Beneficencia y sus cochinitos disneylandializados para Julián López, en cuyo carné siempre tiene 18 años por la misma regla de tres que en casa del Sombrerero Loco siempre eran las 5 de la tarde. Está visto que a la corrida de Beneficencia fueron los madrileños que no habían aguantado la cola para la exposición que el CSIC le ha puesto a Aranguren (“Filosofía en la vida y vida en la filosofía”, como para perdérselo), y luego no hubo ni corrida ni beneficencia. Beneficencia... ¿para quién? Evidentemente, para la empresa y sus tres toreros, que no la necesitan. Imaginemos que Zapatero, en lugar de destinar el gasto social a los socialistas, como su propio nombre indica, lo desviara hacia la derecha, donde, como ha denunciado Pepiño Blanco, no existen los parados. (Todo español que acabe chapoteando en el lodo primordial del paro queda estabulado como nuevo socialista.) ¿Podría llamarse gasto social al gasto en la derecha? Pues lo mismo ocurre con la corrida de Beneficencia, nombre obsoleto como la lírica de García Montero y que encima puede llevar al engaño. Aquí ya no hay más beneficencia que la del Gobierno de España. 

Jueves, 13 de Noviembre

 


Escaparate madrileño V

miércoles, 12 de noviembre de 2025

El botellón



Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Se avecina como un nublo de primavera un magno botellón, y no tiene nada que ver con el chupinazo de Gallardón señalando a la concejala Botella para el segundo puesto en la lista municipal. Es el botellón que todo el chavalerío español, a modo de revuelta posmoderna, viene preparando a conciencia para el Viernes, 17, fiesta de San Patricio. Atritos o contritos –eso sí, por lo civil–, los progres están que echan las muelas, de la indignación: “¡Qué vergüenza!” No entienden que los chavales prefieran un botellón a un taller de redacción. La ministra de la Salud, que ni fuma ni bebe –su cara es el espejo del alma–, mientras criba embriones como si fueran angulas, alerta a la población sobre el atentado para la salud que a su juicio –sano juicio– supone el botellón. “¡Ese botellón es una vergüenza!”, rabian los progres, ignorantes de las voces que dio Gargantúa al salir del vientre de su madre: “¡A beber! ¡A beber!” ¿Cómo, si no, este Siglo de Oro zapateril va a producir sus Anacreontes y sus Horacios? ¿Quién, si no, será capaz de leer el artículo de Rodríguez y Persson sobre la igualdad? “¡Hay que ver qué vergüenza!”, insisten los progres, que acabarán por meterles a sus hijos la nariz en las anginas para descubrir si han ido al botellón a cogerse un pedo revolucionario. (Un pedo de centurión provocó el definitivo levantamiento judío en Palestina.) Antiguamente, el vino fue un dios. Del vino surgió el teatro. El vino, dice Ortega, es un problema cósmico. Los progres, en cambio, creen que, teniendo un Gobierno de progreso como el que nos manda, el único problema cósmico es “Brokeback Mountain”, y acuden a verla con la misma devoción estrábica que Goytisolo miraba a Sartre –¿y a quién miraría Sartre?– cuando lo sacaba de la siesta para que le firmara una botella de Chinchón para Cela. ¡Pum, pum! ¡Que viene, que viene! El botellón, claro. Y el delegado del Gobierno, sin los “Apache” que tiene solicitados para el “¡se me disuelvan, coño!” de su elevado oficio. Mientras llegan los “Apache”, y coincidiendo con el Día de la Mujer, a modo de homenaje, el Gobierno ha rebajado la estatura mínima de la mujer para ser policía o guardia civil. “Da mihi potum!”

Miércoles, 12 de Noviembre

 


Escaparate madrileño IV

martes, 11 de noviembre de 2025

Recetas de Constitución



Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Se coge un cerdo y se le castra, arrancaba una receta de doña Emilia Pardo Bazán, amante de Galdós, para Valle-Inclán don Benito el garbancero.


Capar un gocho era para que el tocino enverronase, cogiera gusto, que aquí decimos enverronado al tocino de buen paladar –le dijo a Delibes un castrador (científico, llama cerdos a los cochinos), que se diferencia del capador (autodidacta, llama gochos a los cerdos) en que no habla de la capadora (“a talla, a mordaza y a pulgar”), sino del “gobernáculo teste”. El capador va al grano: “Cápame el gocho, Salvador, y si se te muere no te preocupes; nos lo comemos”. El capador sería un abogado del Estado, y el castrador, un jurista constitucionalista, especie useña en vías de extinción.


La receta de una Constitución (¡ojo, democrática!) es igual que la receta del cerdo de la Pardo Bazán: se coge el Poder del Estado y se lo divide en tres partes que se separan (“que un poder vigile al otro poder para que el ciudadano pueda dormir tranquilo”), como hicieron en Filadelfia los Padres Fundadores entre los cuales no estaba Tocqueville, como afirman los tertulianos del turno de noche en TVE. Fue la primera y la única Constitución democrática que hemos visto, y ya no veremos más, porque el tiempo del constitucionalismo pasó, cosa que en el 76 ya le avisó Manuel García Pelayo, que dirigía en Caracas el Instituto de Estudios Políticos, al Rey Juan Carlos, que visitaba Venezuela y le consultó recetas de Constitución.


De Constituciones no hablaba ya nadie, hasta que Trump rescató la conversación del olvido en Japón, al restregarles a los japoneses que su Constitución (que técnicamente no es tal) la redactó el general MacArthur en un solo día, lo cual tampoco constituiría ninguna proeza para la mentalidad de un americano, cuya Constitución se compone de siete artículos, los imprescindibles para separar los poderes. En realidad, la auténtica Constitución japonesa de MacArthur fue su paseo por el centro de Tokyo a lomos de su caballo blanco (que acabaría dando vueltas por la pista de un circo americano) para desacralizar al emperador.


Y de la desinhibición de Trump a la desinhibición de Aznar, líder de los desinhibidos (¡los desinhibidos de Aznar!, “feministas y sororos, como buenos cristianos”), que en Pleno Pavoneo Mundial por la Disuasión Nuclear ha salido a la palestra para advertir a las potencias que en España el suyo es el único “partido constitucional” de una Constitución que técnicamente tampoco lo es y que fue dictada a un ingeniero agrónomo y a un director teatral, con los resultados que conocemos. Aquí, de paseo de MacArthur hizo el “sesientencoño” de Tejero, que desacralizó el Congreso.


Nadie muere antes de cumplir su misión, pero hay quien la sobrevive –fue la dedicatoria (un aforismo de Jünger) que Carl Schmitt le escribió a Manuel García Pelayo, que lo visitaba en Berlín, en un libro sobre el generalón prusiano Gerhard von Scharnhorst.


[Martes, 4 de Noviembre] 

Martes, 11 de Noviembre


 

El caso Vinicius

San Martín en el pueblo

San Martín de Tours

Iglesia de San Martín

-Iglesia de San Martín en Villahizán de TreviñoClic

-La matanza de San Martín. Clic

lunes, 10 de noviembre de 2025

Hughes. Rayo, 0-Real Madrid, 0. Bla, bla, bla, Vinitius, patientia nostra?



Hughes

Pura Golosina Deportiva

 

Los primaveras que mirábamos al Madrid con positividad vangaaliana tuvimos en Vallecas el justo pago a nuestra ingenuidad.


El Madrid salió con un bonito color azul, retro y a la vez lleno de futuro, y un 4-2-3-1 que me parece esclarecedor. Si han de jugar Mbappé, Vinicius, Bellingham y uno por la derecha, sólo quedan dos detrás. El Madrid está obligado a un 4-2-3-1 con Valverde, si acaso, en alguna de las dos posiciones de la banda derecha.


El 4-2-3-1 más que un sistema de juego es un sistema de castas: los que corren mucho, los que corren un poco, los que corren casi nada y el que no corre.


En Güler veo siempre físicamente un Dybala. Dybala era técnicamente un crack pero tenía pinta como de panadero chico. ¿Será eso? Ojalá no.


Lo que hay, el Madrid realmente existente, determina el 4-2-3-1 y determina la presión, que en Vallecas era mero paripé, un ramalazo, 1/4 de presión y 3/4 de clasicismo defensivo.


Estaba el argumento de siempre: Vinicius, que empieza sus jugadas yéndose del juego, huyendo hacia el exterior del campo, hacia fuera y lejos, llevándose el partido con él y luego, después de haber huido, se busca la entrada al área.


En el Rayo, la pinta de punk de la MTV de los 90 de Chavarría junto a Isi, que parece un calvo por afición.


Lo del florentinismo en Vallecas es un clásico. Compre a quien compre, desde Zidane hasta Mbappé, siempre acaban humanizados por un calvo en Vallecas, ya sea Isi o Movilla. Es como una fábula moral cada año allí.


Batalla hizo alguna parada. Una a Vinicius en el 23 tras vainica colectiva (como si se batieran un huevo entre todos y se fueran pasando el recipiente unos a otros).


El individualismo de Vinicius a mí se me cruzaba con la digestión y me la cortaba un poco.


¿Por qué Vallecas es barriada pero Salamanca no? ¿Por qué no se puede decir la “barriada de Salamanca”?


El Madrid era estatismo puro. Ensayaban el belén.


Hacía alguna cosita liliputiense Brahim, pero luego no levantaba la pelota. En sus jugadas va muriendo en jugador de subbuteo.


El pelo de Carreras parece el del personaje de Bardem en No es país para viejos. Esto lo hace simpático.


En la banda, todos de negro. Xabi y el joven míster del Rayo. Los entrenadores cogieron el color que dejaron los árbitros.


La primera parte fue mala y descorazonadora. El único interés que yo encontraba era cuando la cogía Huijsen, ver si la perdía o si dejaba solo a Mbappé, ese todo o nada me parecía lo mejor del Madrid, como si todo estuviera ahí.


Cuando lo cambiaron en el descanso mi domingo se hizo más domingo y ya no esperé nada del partido que, por otra parte, se reanudaba con mala pinta.


El Madrid perdió el primer cuarto de hora en carreritas y se notaba en la cara de cabreo de Alonso. Hablaba con el segundo tapándose a la boca porque seguro era todo irreproducible.


Es una pena, pero con Alonso no hemos llegado a Navidad y ya sentimos viva esa frase que es ley de hierro del fútbol y del Madrid: “cuando llega el domingo, los mismos once cabrones de siempre”.


El doble pivote era Guler-Dybala con Camavinga, que es un jugador que a mí ya me ha hecho perder la paciencia. No proyecta nada sobre el juego, no aspira a dominarlo, a dejar su impronta. Revulsivo, complemento, pero no creo que haya ya nada más.


Vinicius pasaba de Carreras (defensivamente) y (ofensivamente) no se la pasaba a Carreras.


Esto va haciendo crecer una solidaridad con Carreras.


Vinicius, con su actitud corporal de base de los 76ers, irritaba hasta a los vinicistas acérrimos.


Pero yo... ¿pierdo los ismos, pierdo la ‘acerrimez’ con los años? Si en Vinicius surgiera un chispazo distinto, mi ismo crecería, pero esas carreritas...


¿Cuánto de culpa tiene Mbappé? Estuvo desaparecido. Si un 9 es gol y referencia, en lo segundo no está.


Lo mejor de la segunda parte fue el tackling de Asencio, que luego, para colmo, se echó al monte del ataque. Ahí hubo una vibración, sentimos algo.


Ojo: la cantera siempre aporta una base de pundonor y corrección.


El ataque eran individualismos absurdos; Vini, Belli y Kili querían hacer cada uno su jugadita inverosímil desde fuera del área.


Parecían estar retando a Xabi Alonso. ¿A que no hay cojones de cambiarnos?


Y Alonso quitó a Brahim (que es revulsivo y solo revulsivo, por favor) para poner a Ceballos, que debería ser titular junto a Güler.


Belligham tuvo una reacción, se echó a la espalda el equipo en un par de jugadas y Batalla paró un buen tiro a Valverde, que se lastimó en el intento.


Camavinga pasó a la derecha. Puede jugar en cualquier sitio porque le da igual dónde le pongan. Pero además de verdad.


Ya andábamos preocupados cuando en el 78 salió, por fin, Rodrygo, a hacer sus slaloms bonitos y estériles.


El Madrid presionó un poco, achuchó un poco, pero logró poco: algún córner que permitió ver la pared desconchada de Vallecas. ¿Le costaría mucho a la LFP una manita de pintura? En Vallecas España se asoma al mundo como lo que es.


Hubo una gran ocasión de Güler en el descuento. Ocasión personalísima, sin contar con nadie. Yo, yo, yo... Un 4-2-yo-yo-yo-yo es lo que jugó el Madrid. 

A Xabi no le gusta Cervantes


Bob el Inglés y su segurolo W. W. Beauchamp


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


A Xabi Alonso no le gusta Vinicius, es la conclusión del mundo mugrilla del fútbol. Tampoco le gusta Endrick. A cambio, a Alonso le gustan Carreras y Gonzalo, así que, en lo tocante a gustos, empate. Recordemos cómo tituló la prensa de la época el escándalo provocado por César González Ruano, cuando quiso darse a conocer como escritor en Madrid y fue al Ateneo a conferenciar contra el Quijote: “A González no le gusta Cervantes”.


Los complejillos culés del piperío crearon en el madridismo la necesidad de un tiquitaca (¡el estilo! ¡tenemos quince champions, pero no tenemos estilo!, etcétera) y la intelectualidad orgánica creyó ver en Xabi Alonso al Guardiola blanco. Ahora en la capital hay tortas por convertirse en el biógrafo de Xabi (como W. W. BeauchampSaul Rubinek–, el biógrafo de Bob el InglésRichard Harris– en “Sin perdón”), y el que más méritos acumula es una especie de cura vasco que dice Pilatos, con ese, como los curas vascos, y al que uno sólo conoce de la barbería con limpia de color. Para él la proyección del Madrid en el mundo es Xabi, no Vinicius, porque ¿qué haría Pep en el lugar de Xabi?


En 2011, ante el Mallorca, Pep cambió a Messi, pero Messi se negó a salir, número que repitió en 2014 con Luis Enrique ante el Éibar. Para el Relato, estos incidentes sólo mostraban el gen competitivo del Potele argentino. Pero en 2019, cuando, por un malentendido, Kepa Arrizabalaga se negó a ser cambiado por Sarri en el Chelsea, la mugre mediática presentó el incidente como la revuelta de las Alpujarras, hasta la movida con Vinicius en el Clásico, transformada por el ratoneo periodístico en el “Gulf of Tonkin incident”, donde nos jugamos, no la fuga de Vinicius, sino el sistema de Alonso. De Mijatovic (un ejemplo moral con Iván Helguera) a Alfonsito Pérez (“yo siempre he sido culé”), pasando por el más simplito, Morientes (se negó a salir al campo en un Madrid/Dortmund, al grito de “Sal tú, hijo de tal” a su entrenador, el marqués de salmantino luto), nadie se ha privado de escupir a Vinicius, cuyo error ha sido hacerse madridista, por lo que nunca saldrá del club como lo hizo Alonso.


Los futbolistas no son oficinistas del Catastro; los futbolistas son Lolas Flores (para los nuevos: Lola Flores, en descripción de Ruano, era un Cristo de Velázquez cabreado) en calzoncillos, y cuando no había tanto chufla viviendo de ellos el fútbol era una guerra de goles, no una cucaña de chascarrillos. ¿Nadie recuerda el responso que Kroos le rezó a Ancelotti al ser sustituido en el Bernabéu? El primer desaire a Alonso en el Clásico no fue de Vinicius, sino de Carvajal, que apuraba los ejercicios de calentamiento cuando Valverde hizo el gesto de poder seguir en el campo. Y el jaleíllo charil con Lamine 2030 también comenzó con Carvajal, capitán y ya con una edad. Pero, a la hora de vender sus cuentos, a los revistosos del puchero les pasa con Carvajal lo mismo que a Gaspart: “¿Quién es Carvajal?” Y a Lamine 2030 no se lo puede tocar. Conque Vinicius al salón, a pedir perdón. Almafuerte, poeta paisano de Mastantuono, condenó el perdón porque, según Borges, en el perdón hay algo de pedantería. Contra el perdón también se levantaron Nietzsche, que lo juzga indigno, y Blake. El inglés lo consideraba una forma de cobardía y de soberbia. Y Almafuerte dice: “¿Quién soy yo para perdonar si yo soy como los otros?” Bueno, pues Vinicius tiene que pedir perdón por mosquearse/cabrearse cuando lo tratan como a un Pedro León de la vida, después de tener que cargar por la banda con un sistema de juego como si fuera un somier a la espalda.


A Santayana, el filósofo mayor de España, nunca le entraron las matemáticas: para él, nuestro sistema decimal no se fundaba más que en la estúpida razón, decía, de que tenemos manos y pies.


Con un buen profesor puede que hubiera sido un alumno ilusionado.


Dicen que el sistema Xabi Alonso/Sebas Parrilla imponía en el Clásico cambiar a Vinicius por Rodrygo para tapar a Koundé, que fue quien en el último minuto falló el empate, solo, delante de Courtois.


[Sábado, 1 de Noviembre] 

Lunes, 10 de Noviembre

 



Escaparate madrileño III

domingo, 9 de noviembre de 2025

Botella



Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Menudo escándalo hay en Madrid, porque Gallardón le ha puesto a Ana Botella la concejalía en la calle de Ortega y Gasset, que para mi taxista sigue siendo la de Alberto Lista. Caramba. Ni que le hubiera puesto un piso. Y todo, ¿por qué? Porque Botella es la esposa de Aznar, al que Llamazares –¿cuándo trabajará este tío?–, no se sabe por qué, llama ahora “el asqueroso de la clase”. ¿Cuándo estuvo en una clase Llamazares? Total, que ya tenemos el lío: Gallardón, primero, nos sube los impuestos, y luego, se lleva la concejalía de los pobres a una calle de los ricos. Sólo con este dato, los demagogos de progreso pueden pasarse una semana llenando artículos de fondo sobre la lucha de clases. ¡Pobres demagogos de progreso, si supieran la de pobres que viven, y no lo saben –que son pobres–, en la calle de Ortega y Gasset! “Ortega escandaliza a Europa”, decía el otro día Trevijano, trayendo a colación la época en que los españoles se apasionaban antes por las figuras de la cultura como por las del toreo: el bando de los de la razón vital de Ortega frente al bando de los del sentimiento trágico de la vida de Unamuno. ¡Pobres! Gallardón, que no entiende de filósofos ni de toreros, entiende, en cambio, de pobres, porque a ver, ¿qué razón hay para llevárselos a Ortega y Gasset? Esto sólo persigue la supresión de los pobres, cosa que antiguamente dependía del ministro de la Gobernación, y hoy, de la concejala de Asuntos Sociales, que ahora es de Empleo y Servicio al Ciudadano. El procedimiento de los ministros de la Gobernación para acabar con los pobres era francamente conservador: no darles limosna. “Pero si son pobres y no les damos dinero –objetaba en su día Julio Camba–, seguirán siendo pobres. La manera de acabar con los pobres sería hacerlos ricos.” Y eso es lo que Gallardón, con Botella, se propone hacer en la calle de Ortega y Gasset, una calle donde las viejas tienen a los pobres para depositar en ellos la propaganda que se encuentran en el buzón. “Tenga usted, buen hombre.” Y le dan un folleto de Vitaldent, rechazándole, de paso, la mano extendida con una frase de Nietzsche: “¡Haceos duros!” En la calle de Ortega y Gasset hay una frutería con un letrero que dice: “El corazón tiene razones que la razón no entiende. José Ortega y Gasset.”