sábado, 31 de diciembre de 2016

San Silvestre

Xi, el bosquimano de Los dioses deben de estar locos


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Si dices que Putin tiene más carácter que Obama, incurres en racismo.
    
Si dices que Putin es más inteligente que Merkel (ambos con la misma educación comunista), incurres en machismo.

    Pero si dices que Putin “hackea” la maratón vallecana de San Silvestre desplegando una boina de “smog” en el aire velazqueño de Madrid, pasas por santón de la Triple C religiosa, Consenso del Cambio Climático, y las madres te traen sus niños a besar.

    –Es que para nosotros y nosotras lo importante es la salud –dice Rita Maestre, la portavoz del Ayuntamiento que, por preservar la salud, en vez de limpiar las calles, hechas un muladar, prohíbe la circulación de las matrículas pares con un celo policial digno de Sarajevo en guerra.

    Carmena aplica los protocolos de Botella, sólo que a suertes, un poco como la justicia aplicó el Código a Rita Maestre, quien, temiéndose por lo suyo un 523, que son seis años por lo que hizo, recibió un 524, que es una discusión escolástica para legos por lo que no hizo y que terminó en tablas o absolución.

    Hoy hay menos polución que mañana, pero hoy se puede circular y ayer no. La salud, pues, en lo del fumar como en lo de circular, es una excusa municipal falsa, pero el consenso socialdemócrata acostumbra adornar sus socaliñas con un buen pretexto moral. Es la inestabilidad de la psique humana (y esto lo dice Santayana) lo que mantiene el movimiento histórico, mucho más que el agotamiento del suelo y que los cambios de clima.

    Veo la boina de “smog” y no dejo de pensar en esos cuarenta mil maratonianos que hoy afrontan la San Silvestre con un ánimo tan risueño como el de Xi, el bosquimano del Kalahari al que cayó del cielo un casco de coca-cola en “Los dioses deben estar locos”. Si fuera por la salud de estos atletas, Carmena los obligaría a correr con máscaras antigás, aunque cuarenta mil tíos (y tías) así pertrechados iban a parecer una performance de la batalla Yprés, abril de 1915, más que de la de Maratón.

Feliz 2017


Sábado, 31 de diciembre

Valle de Esteban

-Palacio Valdés está viejo, el pobre. Y ha estado muchos años solitario. Cuando le visitan se desahoga. Es el suyo un caso de epilepsia senil. Ya no tiene control. No hay que ser crueles con los ancianos. Mire usted, cuando yo le visité la última vez, me dijo señalándome su estante: "Goethe, para sobrevivir, no ha necesitado sino eso: diez o doce obras". Debajo de las obras de Goethe, don Armando había puesto las diez o doce suyas.
Ramón Pérez de Ayala

viernes, 30 de diciembre de 2016

Bananas



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

El gamberrismo municipal que padecemos en Madrid lo resumió Woody Allen en 1971 con “Bananas”, donde salía el líder comunista Vargas decretando que, a partir de hoy, la ropa interior se llevará por fuera, “para que veamos que se lleva”.

En Madrid, de Vargas hace Carmena, que antes fue jueza, que da ya una idea del estado de la jurisprudencia en España, donde cualquier disparate tiene asiento, que en esto consiste la actual cultura hegemónica.

En Gramsci, autor de juventud de Carmena, que debía de leerlo en los ratos muertos de los juicios, todo gobierno es dictadura más hegemonía cultural: la pega viene cuando uno no pertenece a esa cultura hegemónica, pues entonces el sentimiento de dictadura se hace invivible.

Si unimos la posmoderna cultura hegemónica del disparate a la tradicional cultura española del administrativismo (¡todo el derecho administrativo es dictatorial!) nos sale Carmena salivando al acariciar los botones que mueven el tráfico de automóviles en la M-30 como salivaba Fidel al acariciar los botones que movían en Cuba los misiles de Jruschov.

Fidel fue un muñeco diabólico, el Chucky, que amenizó la Guerra Fría, y Carmena es una muñeca, la Mariquita Pérez (“la muñeca que se viste como una niña”), que ameniza el marianismo, que es la guerra fría (“o yo o el caos”) por otros medios. Mientras leemos matrículas pares y nones (el concejal de los euros, Sánchez Mato, cuenta con asesores que le hacen ver la diferencia), no preguntamos por la subida de impuestos o por el seguidismo de Mariano al orate de la Casa Blanca en su venganza contra Israel.

La base social de Carmena es el tontimalo, criatura ni fu ni fa, pero la más abundante en el hogar socialdemócrata. Vive mal, cosa que nunca cambiará, y su única ilusión es pensar que las gamberradas políticas de Carmena amargan el día a quienes acostumbran vivir bien.
Si el espíritu del tontimalo impregna una sociedad, es normal que sus autos circulen por matrícula par o impar.

Viernes, 30 de diciembre

Valle de Esteban

-Gómez de la Serna no es más que eso: un detallista, un observador del microcosmos; un hombre que tiene, en vez de ojos, lunas de aumento. Nada más. La Serna trata de hacer una catedral sobre la cabeza de un alfiler, cuando lo lógico sería construir una grillera. Cuando La Serna se contenta con la grillera, está bien; pero muy bien.
Ramón Pérez de Ayala

jueves, 29 de diciembre de 2016

El tótem


Paco Jémez

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

España es país sin derechas (nada hay, al parecer, que conservar), y en su lenguaje político se impone el tótem de “lo federal”, con efe de Frankestein, un “drógulus” filosófico que nos llevaría a la monarquía feudal.

¿“Lo federal” de Pi, cuya mala traducción de Proudhon nos trajo el descalzaperros de la primera República, o “lo federal” de Hamilton, que asentó los Estados Unidos de América?
En España, hasta aquí, nadie decía lo que sabía (¡la Santa Transición!). Y desde aquí, nadie sabe lo que dice.

La obra cumbre de la ingeniería política es la Constitución del 87 americana, ésa que nuestros propagandistas de “lo federal” no se han leído, pero que exigen cambiarla porque Michael Moore dice que Hillary “ha ganado el voto popular”, consigna insidiosa de la izquierda antidemocrática, y además, falsa: Hillary no alcanzó el cincuenta más uno del censo nacional.
Si no se leen la Constitución, cuyo artículo segundo (¡el segundo!) establece la elección del Presidente, no esperemos que estos federalitos del pan pringao se lean “El Federalista”, en cuyo artículo sobre los principios republicanos explica Madison que la Cámara de Representantes deriva sus poderes del pueblo (hasta aquí el gobierno es nacional y no federal); que el Senado recibe su poder de los Estados (hasta aquí el gobierno es federal y no nacional); y que la elección del Presidente es por los Estados en su carácter político (hasta aquí el gobierno es mixto, con tantas características federales como nacionales), abstracción intelectualmente asequible incluso para el más simple pipero del fútbol, que entiende que es Campeón de Liga el que más partidos (puntos) gana en un año, no el que más goles anota en una tarde: California y Nueva York serían para el Partido Demócrata lo que el Rayo de Paco Jémez era para el Real Madrid, que, sólo con eso, no tuvo bastante para ganar la Liga.

Da igual. Esta noche tengo cena, y otra vez la falsa burra federal volverá al trigo.

Jueves, 29 de diciembre

Valle de Esteban

-La fisiología no tiene que ver nada en mis apreciaciones sobre Benavente. Hay hombres con sicología femenina, como hay mujeres que al escribir parecen machos. Un caso es la Pardo Bazán: muy mujer, ha tenido hijos y todo y, sin embargo, sus libros son hombrunos. Cosas sicológicas.
Ramón Pérez de Ayala

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Pigmalión



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

La alegría de la Navidad ha llevado al hispanista de moda a decir que “la élite cosmopolita” es “la que lee o que escribe” en el periódico que dijo que la Gran Guerra se desencadenó por el asesinato de Sissi.

Un periódico que dice eso es un periódico global que toca varios palillos al mismo tiempo: la Gran Guerra de Sissi, la bomba atómica de Franco y la Santa Transición de Cebrián, cuyo primer tomo de memorias ha estallado entre las yemas de los dedos del peruano Julio Ortega, aunque hubiera merecido las uñas de su paisano Alberto Guillén, cuya linterna de Diógenes hizo reír a Azaña “a pesar mío”.

No hay que tenerle miedo a quien tiene más de una nacionalidad (?) –concluye el tal Ortega su crítica cortesana–. Hoy, en teoría jurídica (?), se postula que en el futuro cercano todos tendremos más de dos nacionalidades.
Es decir, la española y la catalana, que es en lo que trabajan por encargo nuestros Tanques de Pensamiento.

Tocqueville observó que los autores de Memorias nunca muestran sus malas acciones o inclinaciones más que cuando las han considerado como proezas:

Así es como el cardenal de Reta, para presumir de buen conspirador, nos confiesa su proyecto de asesinato de Richelieu.
En la Santa Transición de la “élite cosmopolita” el único asesinato es el del idioma español: Oriol y Villaescusa no fueron secuestrados: fueron… “aprehendidos”. Es más: aquello, se dice, fue un montaje, aunque de ministro estaba Martín Villa, luego presidente (casi vitalicio) de la empresa del memorialista.

Lo mejor, las alusiones (políticas) al mítico “Pigmalión”, el cótel-bar (“Founded 1971”) de Mariano y Teo adonde acudían los peces gordos de la situación (incluido algún general en uniforme) a luchar por la democracia como locos.

Los conversos y los revolucionarios tienen mala memoria y peor índole –escribe Santayana–. Para justificar su apostasía difaman su pasado y necesitan conseguir que esta “detractación” se imponga a su alrededor.

Agnus Dei Qui Tollis... (13. Lección de cosas)

Las dos protagonistas del vídeo


Jean Palette-Cazajus

Cuando la implacabilidad de los hechos se empeña en comportarse como fiel ilustración de nuestros conceptos, los pesimistas sinceros no nos alegramos. Todo lo más experimentamos una triste “schadenfreude”. Es el caso del pequeño vídeo que vamos a comentar, procedente de un telediario del segundo canal de la televisión francesa, titulado “Cuando las mujeres son indeseables en el espacio público”. 

Lo primero que nos confirma es que detrás del vocabulario de la exclusión, de la culpabilidad, del arrepentimiento colonial, se ocultan poblaciones desacomplejadas, poco a poco constituidas en quistes comunitarios, verdaderas naciones dentro de la Nación.

La segunda confirmación es que la autonomía de la mujer musulmana es efectivamente el indicador fundamental del bloqueo de los siquismos varoniles. Nos vemos confrontados al gravísimo problema de construcciones mentales paranoicas que sabemos siempre prontas a estallar  en brotes letales. 

He intentado traducir lo más literalmente posible. Transcribo el comentario de la periodista sin comillas, mientras las escenas dialogadas son entrecomilladas. Para quien quiera acceder al vídeo, referencio minutos y segundos de los momentos más significativos. Empieza a hablar la periodista:

El 93, Seine- Saint-Denis
El 9
El 93,
0,00
Vean estas imágenes: terrazas de café, calles. Tienen un punto en común, las mujeres han sido como borradas. En ciertos barrios populares, los hombres ocupan el espacio y las mujeres tienen que aguantarse. En esta “banlieue” parisina, seguimos a dos militantes de “la brigada de las madres”. Nadia Remadna y Aziza Sayah luchan por la libertad de las mujeres en aquellos barrios. Para mostrarnos la reacción de los hombres, filman en un bar, con cámara oculta. Nada más entrar les preguntan a qué vienen aquí.

 0,44
- “¿A quién busca Sra?
- Buscamos a alguien.
-¿Un señor?”

En este bar sólo hay hombres, poco acogedores.


0,53
- “Lo mejor es esperar fuera.
- ¿Por qué?
-  Aquí sólo hay hombres.
- ¡Qué importancia! Vivimos en un mundo donde hay hombres y mujeres. ¿Hay algo que le molesta?
- No, no, lo digo por Usted.”

El dueño no tiene ganas de discutir; otros hombres parecen chocados de ver a estas mujeres.

1,08
- “Me da igual, vamos a ser discretas. Nos vamos a hacer muy pequeñitas en cualquier rincón.
- Aquí solo hay tíos.
- ¿Y te parece normal que sólo haya tíos? Imagina que quieras tomarte un café con una prima, una amiga, tu mujer. ¿No?
- Mi prima se queda en casa.
- !Vaya! ¿O sea que tu prima se queda en casa?
- Mi prima podrá hacer lo que quiera, pero conmigo, desde luego que no. Pues mira, en este café no hay mixidad. [nota 1].
- ¿Y esto te parece normal? ¿Eh?
- Estamos en Sevran, no en París.
- ¡Incluso en Sevran, esto es Francia!
- Aquí estás en el 93. [nota 2]
- ¿Y qué?
- Aquí no estás en Paris, son mentalidades diferentes. Aquí es como en el “bled”. [nota 3].


Salafistas reclutando

[Nota 1: “Mixité” es una de las palabras que quieren encantar las serpientes de la dura realidad y fracasan. Al punto que la conocen hasta quienes se ríen de ella, como aquí. Se refiere a la mezcla social, particularmente de los sexos. “Mixidad” se viene usando en español.

Nota 2: Los departamentos se numeran por orden alfabético. Es costumbre de sus moradores designar al de “Seine-Saint-Denis”, pegado al norte de París, por su número, el 93 o el 9-3. Su población es en un 80/90% inmigrada o de origen inmigrado. Presume de máxima tasa de paro, máxima tasa de delincuencia, máximos índices de pobreza y mínimos niveles educativos. 

Nota 3: El “bled” es el país de origen. Confirmación sin dobleces de la inversión de las jerarquías ya comentada: estas personas se sienten ocupantes y propietarias de su propia nación comunitaria.]

(Vuelta al comentario):


1,43
Entrar en un bar, aquí en Sevran, es desafiar un tabú para una mujer.

1,49
- “Haces esto en Arabia Saudita y dices, pues vale. ¡Pero estamos en Francia! Nos están diciendo :¿te das cuenta?, hay mujeres que han ido a un café.”

¿Por qué los hombres rechazan a las mujeres?  Un problema de tradición, de cultura pero también de religión según estas militantes.

2,11
-  “En 2005, cuando estallaron las revueltas de las banlieues, llamaron a los “hermanos mayores” para calmar a los más jóvenes. Quien dice hermano mayor, pues eso, quiere decir que se excluyó a la mujer, a la madre. No se recurrió a los padres, lo que habría sido legítimo. A fin de cuentas les dieron un papel a aquellos hombres que hoy dominan, que han tomado los barrios.”

2,34
- “El Islam... lo han tergiversado... para mí, el Islam, ahora, es como el código penal. No debes hacer esto. Esto está prohibido. Esto otro está prohibido. Todo está prohibido. ¡Pero es que estamos en Francia, vamos!”

2,48
Durante la entrevista un coche se para. Una forma de intimidar a estas mujeres, regularmente amenazadas. Prefieren interrumpir la entrevista.

 3,04, (Cambia la localización). 
En esta banlieue de Lyon algunas mujeres parecen haberse resignado, como esta cuidadora infantil que hace  lo posible por no llamar la atención.

3,14
- “Me pongo ropa oscura, pantalones, nada de faldas, nada de maquillaje… “desplazado”, nada de color rojo en los labios. Esto no es posible; una se hace borrosa, una intenta pasar desapercibida, hacerse lo más discreta posible.”

3,26
- “¿Por qué?”
- Porque tenemos miedo, sencillamente.”

Los dos minutos finales del vídeo, en la citada banlieue de Lyon , menos impactantes que los diálogos iniciales, pero no por ello menos interesantes, vienen también a confirmar los peores pronósticos. Nos muestra y comenta la periodista la actividad de un grupo de mujeres, francesas “de siempre”, no musulmanas, que organizan puntualmente paseos colectivos por aquellos barrios islámicos para intentar reivindicar la presencia de la mujer en las calles. La intención y el esfuerzo son absolutamente encomiables. Además se exponen a cualquier agresión como hemos podido verlo. Pero sus buenos propósitos catequizadores, sus palabras a la cámara, son propias, hasta la caricatura, de un tipo de buena fe occidental que la realidad de los últimos años tenía que haber desengañado definitivamente. Todavía piensan que el “diálogo”, la “tolerancia”, la cacareada “mixité”, son  valores reconocibles por todo el mundo. Resulta incomprensible a estas alturas su ceguera frente a la berroqueña cerrazón islámica. Es, una vez más, la incapacidad, tantas veces comentada,  de pensar la cultura ajena como problemática y autista, ya que se trata de la del excolonizado, del inmigrante, del supuesto dominado. Tremenda, así, la “naïveté”, la ingenuidad sincera e indignada, con que una señora se dirige al dueño del bar musulmán, en 4,27 :

 - “¡Pero, traigan a sus mujeres de una vez!”. ¡Un poco de buena voluntad y todo solucionado!

Practicando deporte colectivo en el 93

El optimismo histórico es seguramente la más desastrosa de las cegueras ideológicas. A la hora de comunicar conviene discriminar entre las personas y las paredes. Las mujeres del otro bando tienen bastante más perfilada la conciencia de su afirmación comunitaria. En el minuto 5,05, una señora con hijab le pone las peras a cuarto a las ilusas. “Yo no “me” siento la necesidad de ir a la “taberna”,  dice con enfado. No admite que la molesten en “su” barrio, que cuestionen “sus” costumbres. En el minuto 5,20, los hombres abandonan el lugar cuando ven que el grupo de señoras militantes se dispone a sentarse en “su” terraza, mientras, en 5,25, como remate decorativo de la penosa situación, cruza el fondo de la pantalla la silueta fúnebre de una velada integral.

Terminemos con una apostilla al comentario de la señora con hijab, en el minuto 5,05. Su francés es deficiente. Su acento notable. Esto puede significar una persona más o menos recién llegada, pero la conservación, incluso la exageración del acento y la precariedad del francés manejado suelen ser algunas de las señas de identidad de los integristas y comunitaristas. Reivindican sin conocerla la lúcida frase de Montaigne: “La ressemblance ne fait pas tant un comme la différence fait autre” (Ensayos III, 13, 1065). “La semejanza une menos de lo que separa cualquier diferencia”, frase radicalmente ignorada por la ilusión universalista. De modo que maltratar el idioma y mantener un inconfundible acento es la manera, para semejantes personajes, de significarnos su rechazo: no queremos siquiera hablar como vosotros. Lo primero que suelen hacer los conversos es adoptar este tipo de acento, poco grato, para significar su inmersión en la nueva comunidad y su ruptura con la nuestra.

Michel de Montaigne (1533-1592)

Miércoles, 28 de diciembre

Valle de Esteban

-Yo tengo para mí que Benavente puede tener todos los defectos orgánicos que le dé la gana, pero eso no le quitaría el derecho de poder ser un buen dramaturgo. Cien veces he ido a un estreno suyo con el deseo de que aquello fuese una maravilla. Si luego ha resultado un desastre, yo no he tenido la culpa.
Ramón Pérez de Ayala

martes, 27 de diciembre de 2016

El mundo visto por la élite cosmopolita

La élite cosmopolita de Enrique Krauze

@realDonaldTrump

The resolution being considered at the United Nations Security Council regarding Israel should be vetoed....cont:

La realidad

Rentismo

Don Ezequiel Puig Maestro-Amado

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Don Ezequiel Puig Maestro-Amado fue un caballero sevillano a un loden pegado. Largo como su nombre. Licenciado en Exactas. Procurador en Cortes de los de toda la vida y concejal perpetuo del Ayuntamiento de Madrid. Paraba por las tardes en el Gregory’s de la calle de Velázquez, igual que don Agustín, cuentarrentista y ex alumno suyo de matemáticas. “Hoy va a ser”, se dijo una tarde, delante de los amigos, don Agustín. Y abordó a don Ezequiel. “¿Se acuerda de mí?” “No.” “Fui alumno suyo. Me sentaba con Poldín (Leopoldo Calvo-Sotelo).” “Me acuerdo de Poldín, pero, ya me perdonará, no de usted.” “Usted una tarde nos preguntó qué queríamos ser de mayores. Poldín dijo que ingeniero, y a usted le pareció muy bien. Otro dijo que abogado, y a usted también le pareció muy bien. Pero yo dije que quería ser cuentarrentista, y usted se puso como un obelisco y dijo que en la España nacional-sindicalista no había sitio para los cuentarrentistas, y me expulsó de clase….” “¡Ah, sí! Ahora caigo. ¿Y qué ha sido de usted, buen hombre?” “Ya lo ve: lo conseguí. ¡Soy cuentarrentista!”, exclamó don Agustín, haciéndole, al mismo tiempo, una peineta a don Ezequiel.
La Wikipedia glosa como un hito que don Ezequiel fuera uno de los falangistas que hablaron a favor de Manuel Iglesias para conmutarle la pena de muerte por otra de treinta años (que se quedaría en cinco), para luego colocarse en el ministerio más ideológico del Régimen, el de Trabajo, controlado por el falangismo franquista.

El joven timonel de la izquierda estatal de España, Pablo Iglesias, sostiene que su abuelo Manuel fue un “demócrata español, socialista y creyente”, pero Hermann Tertsch, con papeles de la Causa General de Madrid, matizó este humanismo cristiano en una Tercera publicada en ABC por la que, un año después, el hijo del humanista y padre del timonel, promueve una querella contra el periodista.

¡Quién fuera don Agustín para meterse en Gregory’s y no volver a pisar España!

Martes, 27 de diciembre

Valle de Esteban

"Yo tengo –decía Dumas– dos opiniones de la Virgen: una para los periódicos y otra para los amigos". Esto es lo que pasa aquí. Se elogian en letras de molde y se muerden por la espalda"
Ramón Pérez de Ayala

lunes, 26 de diciembre de 2016

Pax In Terra Hominibus Bonae Voluntatis

 Natividad.1902. Paul-Gauguin

Jean Palette-Cazajus

Estos últimos días, tras la manera, políticamente infantil y culturalmente masoquista, de felicitarnos las Navidades usada por la alcadesa de Madrid y sus catecúmenos, la derecha litúrgico/cavernaria salió del bosque con su equipamiento ideológico tradicional, el insulto pedestre y autosatisfecho. La izquierda mesiánica ha reaccionado inmediatamente con su artillería  habitual, arrogancia, didactismo y sectarismo. La ignorancia crasa de la inefable Rita Maestre sobre historia de la Navidad saca los colores.

Pues no, Doña Esperanza, La Navidad no ha esperado a Doña Manuela para paganizarse, hasta la médula, de la manera más casposamente capitalista. Pues no, Doña Rita, la antropología de la Navidad, tal como la conocemos, es en el fondo muy reciente, no mucho más de un siglo y esencialmente germánica en sus ritos y mitologías.

Pero su mensaje, quieran que no, es básicamente cristiano y una de las mejores pruebas es el odio histérico que le tienen los islamistas. Es la única celebración en la cultura occidental que cumple sobre nosotros un positivo papel “eudemónico”, dirían los antiguos, o sea que nos hace creer, por un rato, que somos buenos.

De modo que desde mi ateísmo seguro y tranquilo, os deseo, siempre que os plazca,  una muy feliz Navidad.

Adoración de los pastores. A.R. Mengs (1728-1779)

En la festividad de San Esteban


 San Esteban

Valle de Esteban

Lunes, 26 de diciembre


Ortega y Gasset es un hacedor de frases. Un catedrático vacío, retórico y petulante. A mí me hace el efecto de un maestro de escuela. Unamuno es otra cosa. Es un pensador. Anda siempre tras de la verdad profunda del yo, la verdad trascendental de la conciencia. Así, está muy bien. Pero cuando se da un codazo con el prójimo es intolerable. Hace tres años que no escribe más que contra el Rey porque no le quiso recibir.
Ramón Pérez de Ayala

domingo, 25 de diciembre de 2016

Suna a las doce


Qué alegría tan sunera si al mediodía, cuando nadie ya lo espera, el espíritu de la Navidad, que viaja como loco con moto de pizzero en dirección contraria y por la acera, llamara a la puerta y la trajera a ella. La alegría sunera sería la alegría a grito limpio de estar estrenando la Navidad. Una alegría estridente, la alegría sunera, a base de baile y ruido, pero sin vino. Aquella alegría de san Juan en Nochebuena, saliendo de su celda "como un loquillo de atar", meciendo al Niño en sus brazos, bailando y cantando: Si amores me han de matar / ¡agora tienen lugar...! Que la gran alegría, según Chesterton, no va juntando los retoños de rosa donde los encuentra, sino que tiene los ojos fijos en la rosa inmortal que vio Dante. Qué alegría, Suna.

Domingo, 25 de diciembre

Valle de Esteban

Toca, zambombita
toca y te daré
un vaso de vino
y otro de café.

"A Dios nadie lo ha visto jamás"

DOMINGO, 25 DE DICIEMBRE

EN el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio junto a Dios. Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio d él. No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz. El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció. Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo». Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Juan 1,1-18

Feliz Navidad

Y Próspero Año Nuevo

Intervención radiofónica de Salvador de Madariaga desde la BBC en 1945 para todo el mundo de habla hispana. 26/27 de Diciembre

WEEKLY REVIEW

Por Salvador de Madariaga

Esta semana celebra todo el orbe cristiano la fiesta de la Navidad...

Observemos, para empezar, que es una fiesta sincera y verdaderamente popular, que no ha menester de propaganda o apoyo oficial para transcurrir cada año en un torbellino de alegría pública y doméstica... Religiosa en unos ambientes, laica y callejera en otros, tiene la Nochebuena una doble calidad que la distingue como fiesta vivaz y vigorosa: es a la vez universal y local...

¿A qué se debe esta universalidad, valiosa cualidad de esta fiesta? En primer lugar, a que la fe que vino a simbolizar es humana y sin fronteras. El Hijo del Hombre vino a llamarse más tarde el Niño aquel día nacido; y con este nombre que escogió para Sí dio al concepto de hombre una universalidad sin igual. Se argüirá que ya existía el concepto universal de hombre en los clásicos griegos y latinos, y se recordará el verso tantas veces citado del poeta latino Terencio:

Hombre soy: nada humano considero ajeno a mí.

Pero va mucho de un concepto pensado a un concepto vivido. Y en la antigüedad en que se pensaba así se negaba toda humanidad a los esclavos. También hubo esclavitud después. Porque el hombre es incorregible. Pero, mientras en la antigüedad era la esclavitud cosa conforme al sistema, en el mundo cristiano fue siempre cosa contraria al sistema, y terminó por desaparecer.

Este sentido humano que no conoce colores ni fronteras es el valor más preciado de la Nochebuena, valor que el pueblo siente en todas partes al celebrarla. Pero hay en su simbolismo otros valores casi tan altos, y que también contribuyen a otorgarle fuerza y universalidad. En primer lugar, el de la dignificación de los humildes y la supeditación de los grandes al conjunto social.

El Niño, el Hijo del Hombre, nace en un pesebre y es el huésped de unos pastores. Y tres reyes -uno de ellos, negro, para que nunca falte el sentido humano- viajan largo tiempo para venir a adorarlo. Todo este simbolismo, tan dramático que ha conservado intacto su vigor original a través de los siglos, ha producido y mantenido una corriente educadora de vigor incalculable en estos últimos dos mil años. Corriente que dice a todos los hombres "respetad al tan humilde como el pastor" y que constantemente recuerda a los poderosos: "Inclinaos ante aquello que está por encima de vosotros, aunque sea un niño, aunque sea una mujer."

Tomos, bibliotecas enteras de filosofía moral, no han ejercido sobre el progreso humano influencia mayor para hacer que se respete a todo hombre, por humilde que sea su ocupación, a toda mujer, a todo niño, por humilde que sea el pesebre en que haya nacido, que esta sencilla escena representada de nuevo cada año en toda la Cristiandad... Importancia política, y no poca, tiene el que se renueve cada año en nuestro mundo el respeto al trabajador, a la mujer-madre y al niño indefenso.

Buena prueba de todo ello nos la viene a dar a contrario el proceso de Nuremberg. Las revelaciones que han venido haciendo los fiscales sobre las órdenes dadas por Himmler y sus secuaces para el exterminio de judíos, de polacos y de rusos, son el mentís más cínico y criminal que jamás se ha dado al espíritu de las fiestas de Nochebuena. Los feroces nazis desencadenaron sobre la triste Europa su guerra cruel tan sólo por haberse aislado del resto de la humanidad; por haber tenido la inaudita pretensión de erigirse en una estirpe de hombres por encima de los demás. Para tomar esta actitud, los nazis tenían primero que abjurar todo el espíritu de solidaridad humana que haya podido penetrar en los hombres de su país en 1940 años de cristianismo. El espíritu cristiano no conoce alemanes, ingleses o turcos; no conoce más que hombres. Por eso Hitler tuvo que empezar por perseguir a todas las confesiones que en Alemania propagaban la fe y las ideas cristianas; la iglesia católica como la protestante; hecho lo cual, se dedicó a la gente joven para arrancarles de raíz todo elemento de cultura cristiana. Así se explica que una muchacha joven, como la desdichada Irma Greese, ahorcada hace quince días por su criminal conducta en Belsen, hubiera perdido a los 22 años hasta los sentimientos más elementales de caridad.

Las revelaciones de Nuremberg, después de los cuadros siniestros de Belsen, Buchenwald y otros infiernos nazis, descubren un abismo infrahumano muy distinto del que a veces la historia ilumina en los tiempos primitivos o en los bárbaros de la humanidad. Los hombres que hoy se sientan en el banquillo de los acusados en Nuremberg pertenecen a uno de los países en donde el pensamiento técnico, científico y hasta filosófico ha logrado resultados más brillantes. Figuran entre ellos gentuza criminal y poco inteligente, como Julios Streicher; pero también hombres de cuya inteligencia general y técnica no cabe dudar; como Goering, Keitel, Sauckel, Jodl y otros más. Todos ellos aparecen comprometidos directamente en crímenes de lesa humanidad concebidos como operaciones políticas o sociológicas con una frialdad y una eficiencia técnica del cinismo más repugnante. Todos ellos, y los millares o cientos de millares de colaboradores que ejecutaron sus planes, son menos que hombres, no por sentencia nuestra, sino por decisión suya; porque ellos fueron los que por querer ser nada más que alemanes, se hicieron menos que hombres.

Pues ésta es la maravillosa enseñanza de Nochebuena, el verdadero regalo espiritual de Navidad: que el hombre no puede negar su humanidad sin caer en lo animal. El hombre no puede elevarse por encima de lo humano. Quiso el alemán hacerlo y cayó en la bestialidad repugnante del nazismo. El Niño que nació en Belén no es ni blanco, ni negro, ni judío, ni ario, ni alemán, ni ruso; es el hijo del Espíritu y de la Virgen, es decir, el hombre sin raza que vive en la Tierra sin fronteras para aprender a padecer. Por eso es la fiesta de Navidad fiesta de todos los hombres y todos los hogares donde una madre inerme protege a un niño más inerme todavía. Fiesta de solidaridad humana y de paz.

Pero -ya lo dice la palabra sagrada- de Paz tan sólo para los hombres de buena voluntad.

sábado, 24 de diciembre de 2016

En la muerte de Gil Parrondo





Navidad

Valle de Esteban
Víspera de Navidad
 
Ignacuio Ruiz Quintano
Abc

    Decir “Happy holidays” donde siempre se dijo “Merry Christmas” ha sido durante ocho años la solución de Obama para su propio conflicto de identidad progre, incluido el tercermundismo laico.
    
En España, la TV del Consenso, que tiene un director de Huelva, de donde partieron las carabelas, dice lo que diga Obama, y despacha las fechas con un “Felices fiestas” a juego con el Humanismo y Democracia del nuevo Tanque de Pensamiento de María Soraya, una cosa, al parecer, entre el artículo “La crisis del espíritu”, de Paul Valéry, en el 19, y la carta “Sobre el humanismo”, de Martin Heidegger, en el 46.

    El mensaje de Valéry fue que también la civilización es mortal, y ahora, en esta loca carrera humana por alcanzar la civilización de los frailecillos (“fratercula arctica”), Noruega toma ventaja al prohibir a los niños cantar villancicos con letra (sólo se permite el tarareo).

    –Ésta (se refiere a la Navidad, sin nombrarla) es la fiesta de la curiosidad –dice Carmena, un personaje que volvería loco al doctor Esquerdo y cuya única razón de ser es hacer de liebre para los tertulianos, que con el ruido que levantan comentando sus gamberradas mantienen a la opinión pública alejada de lo importante.

    ¿Por qué el comunismo y el nazismo persiguen el pesebre?

    Madariaga, a quien los comunistas llaman “tonto en cinco idiomas”, lo explicó en una alocución radiofónica en la BBC en la Navidad del 45:

    –El verdadero regalo espiritual de la Navidad es que el hombre no puede negar su humanidad sin caer en lo animal. El pesebre produjo una corriente educadora de vigor incalculable. Por eso Hitler se dedicó a la gente joven, para arrancarle de raíz todo elemento de cultura cristiana. Así se explica que Irma Greese, ahorcada hace quince días por su conducta en Belsen, hubiera perdido a los 22 años hasta los sentimientos más elementales de caridad.
    
Madrid tiene de concejal a un gagman de la Shoah, cuyo líder reduce el Holocausto a “un mero problema burocrático”.

Sábado, 24 de diciembre

Valle de Esteban

Sí, Jiménez (Juan Ramón) es muy amigo mío, y yo le conozco mucho. Se aísla. Quiere sacarlo todo de sí mismo, como las arañas el hilo de su vientre. Por eso sus versos son inconsistentes y finos, como telas de araña, así de finos y de inconsistentes.
Ramón Pérez de Ayala

viernes, 23 de diciembre de 2016

A todos los que entráis en Salmonetes

  
A todos los que entráis en Salmonetes: SALUD.
 Porque, como diría el sabio, la salud es la riqueza de los pobres y la alegría de los ricos. Sin ella, no hay felicidad posible
.
F. J. G. I.

Lo que cuesta cobrar veinte mil euros


 De los seis...

...uno

Francisco Javier Gómez Izquierdo

Luis Carrión, entrenador del Córdoba, manifestaba después de eliminar al Málaga que quería un rival  asequible para octavos. No seré yo quien baje del burro de la ilusión al entrenador de mi equipo, pero como estoy convencido que el amo del club está acogido, no entiendo por qué extraños demonios, a los palacios de la Fortuna, tenía la sospecha de que en el sorteo de esta mañana nos caería el Madrid o el Barça. ¡Ni por asomo se me había ocurrido que nos tocara el otro segunda! Para los madrileños, una faena, y para nosotros ¡faena y media!, porque ya nos habíamos ocupado, (cosas que pasan por listos) de pedir libre el 4 de enero.

      Debe alegrar a Córdoba y Alcorcón poder participar en el sorteo copero, pero el resultado les ha sabido a poco a ambos porque lo que en verdad querían sus presidentes era taquilla con un Primera postinero. Con la boca pequeña dicen que no, que quieren hacer historia y llegar lejos, pero en Córdoba sabemos cómo estiró las orejas y engomó billetes de a cincuenta, el amo del Córdoba, cuando en otro sorteo, también de Copa, tocó el Barça. Contabilidad aquélla, por cierto, aún no esclarecida.

       La tardanza en resolver las misteriosas cuentas de, por ejemplo, el amo del Córdoba es lo que me enfada del ministro Montoro, al que no avergüenza chupar de continuo la sangre de los “pringaos” que nos debemos a una nómina y, como he comprobado hoy, alienta a que los contribuyente por derecho caigan en la tentación de hacer trampas con la sagrada institución de la lotería.
    
Ayer, en el sorteo de Navidad, el gran sorteo, el sorteo que tanto une a España y al que juegan hasta los mas acérrimos independentistas, salió un número de los que se destacan por la tele y que un servidor lo jugaba. Al minuto llamaron a casa -saben todo de uno- avisándome de lo que en ese momento ignoraba. No tenía idea de dónde guardaba mi doña los décimos y cuando los encontré ví que efectivamente el 07211 lo llevábamos entre seis compadres. Al número le han tocado 20. 000 euros, que para uno es premio respetable, pero al dividirlo entre seis y tras la mordida de nuevo de Hacienda queda en 2.750 € justos y cabales para cada jugador. Como la mayoría de los seis nos vamos por Navidad a nuestras patrias hemos quedado esta mañana para repartirlo en un banco.

 ¡Válgame Dios, cuantas dificultades!

     El ministro Montoro requiere extraordinarios  conocimientos  burocráticos a los empleados de banca y tramitar un cerro de papeles que tienen mucho más misterio que sustancia. El director de la oficina del BBVA del Arroyo del Moro -tres de los seis teníamos cuenta en el banco- ha escurrido el bulto, no sabemos si por ignorancia o por jeta y nos ha remitido a la Central de Gran Capitán, a dos kilómetros de distancia. Allí no sabían cómo sacudirse un marrón con tanto papel no del todo comprendido, hasta que ha aparecido un señor de Cádiz, ¡para que luego digamos!, y ha toreado el décimo con el arte que es propio a los de su nación y la paciencia que requieren las tareas del exigente ministro.

     A las tres y pico, cuando hemos salido de la oficina, a los seis se nos ha ocurrido lo mismo. “Ay....si hubiéramos hablado con uno de los blanqueadores fuera de la ley , ni siquiera hace falta que fuera importante, hubiéramos ganado tiempo y dinero”. No ha de extrañar, señor ministro, que ciudadanos menos escrupulosos y pacientes que un servidor y sus cinco colegas, tiren por el camino del medio. Encima, tengo que presumir de que me ha tocado la lotería.

Moscoso

Moscoso

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Moscoso fue un ministro del gonzalato que iba a cenar a Lucio con una moza y, como no había sitio, esperaba turno en la barra. Entonces llegaba Eugenio, el humorista, y descubría que el salón de arriba estaba cerrado.

¡Chsss! ¡Es marketín! –le aclaraba Lucio, probablemente el hombre más listo que ha dado la hostelería.

En el 83, a cambio (¡el cambio!) de no subirles el sueldo, Moscoso dio a los funcionarios permisos (moscosos) para sus cosas.

Los políticos, que en España son funcionarios (los partidos son del Estado, no de la sociedad), marchan hoy de moscoso del solsticio de invierno: un mes para descansar de sus cosas, que son nuestros bolsillos. (Hace tanto frío que hasta ellos llevan las manos metidas en sus propios bolsillos). Pero, antes de marchar, han reñido a todo el mundo.

Rajoy, a quien Aznar (que huye del barco pepero del referéndum) no le dice nada, censura a quienes se meten con su Merkel, que es quien le firma la Visa. Aquí, “más allá” del marianismo, todo es ya ultraderecha y Antieuropa, como “más allá” del franquismo todo era ultraliberalismo y Antiespaña.

Rivera censura a quienes se mueven en la foto, aunque no creo yo que Campo Vidal vaya a movérsele mucho.
Y Esteban, el “jurisprudente” portavoz de un partido cuyo fundador exigía odiar a España “con toda nuestra alma” (“Favorecer la irrupción de los maketos es fomentar la inmoralidad en nuestro país”), censura al gobierno que no censura en una TV privada una serie que habla del cuñado de Franco “como de un simpático e inofensivo señor”.
Es nuestra cultura. A Pemán lo destituyeron de la Academia porque en una conferencia sobre Calvo Sotelo fue tibio con José Antonio. En resumen de Sainz Rodríguez:
Como ha cometido una falta política, lo destituyen de la Academia; si hubiera dicho “haiga” o “endenantes”, lo hubieran destituido del Consejo Nacional.
Ajenos a un mundo que se va a la revolución sin ellos, Rajoy, Rivera y Esteban se toman su moscoso navideño.

 Lucio

Viernes, 23 de diciembre

Valle de Esteban

Sí, don Pío fue panadero muchos años. Hoy es escritor, aunque no sabe escribir. No hay más que ver sus obras para comprender su caso. Tienen esa desconexión, esa falta de fijeza, de atención, de energía sostenida del hombre normal. Don Pío es un hombre que se sienta a la vera del camino y ve pasar un hombre. Lo describe con dos pinceladas y ya no se vuelve a acordar más del hombre. Luego una mujer... Luego don Pío se va de la vera del camino y se acuesta en el primer fondín. En el detalle, en la pincelada, es en lo único que está bien...
Ramón Pérez de Ayala

jueves, 22 de diciembre de 2016

Al cielo sí, al suelo no

Calle de Lista
¿Qué mierda es ésta?

La curva

Curva de la Estafeta
Imagen: Jesús Diges/Efe

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Agárrense, que viene la curva de Trump.

Llamo curva de Trump al giro que han de dar politólogos y tertulianos (el fino análisis español) una vez que Trump, contra los últimos empeños del periodismo con boina, que alentaba un golpe de Estado en el Colegio Electoral americano, ya es presidente de los Estados Unidos.
Guardo más de un año de literatura antitrumpiana (incitaciones al “magnaticidio” aparte), dividida en dos escuelas de agudeza de charlatán español, la de quienes en el país con mayor presión fiscal de Europa hablaban de “cuñadismo” y la de quienes hablaban de “gilismo” para despachar la promesa trumpiana de bajar los impuestos (¡populismo! ¡populismo!), y van a necesitar en la curva de una chicane como la de Slim, que, miren por dónde, ya ha pasado por la Torre, dejando a sus vanidosos becarios colgados de la brocha.

Es “la mansedumbre de la prensa amarilla”, que diría Chesterton (“El blog de Slim”, llama un gran tuitero al “New York Times”, y se queda corto), el hombre que descubrió la gran máxima periodística: que si un editor simplemente consigue irritar lo bastante a la gente, le escribirán gratis la mitad de su periódico.

La verdad es que el auténtico sensacionalismo, que a Chesterton le gustaba mucho, requiere valor moral, “porque sorprender a alguien es realmente una de las cosas más peligrosas de la tierra”:

Si tú haces que cualquier ser vivo pegue un salto, es bastante probable que salte sobre ti.
Pero los ideólogos de este sensacionalismo no tienen valor, ni moral ni inmoral: “Todo su método consiste en decir, con un énfasis grande y elaborado, las cosas que todo el mundo dice tranquilamente y luego no recuerda haber dicho”.

En España, papeles que son el alimento intelectual de las “elites” han pedido la derogación de la Constitución americana del 87… “por anacrónica”. Y por rácana, pues ¿qué son 7 artículos ante los 223 del Estatuto catalán?

La curva de Trump será aún más divertida que la de la Estafeta.

Jueves, 22 de diciembre


Somos como comadres que vivimos de la vida ajena a falta de la propia. Murmurando de todo. Ensayando el palillo de dientes en el nombre del amigo. Dando mordisquitos de ratón en...
Ramón Pérez de Ayala

miércoles, 21 de diciembre de 2016

El partido de Copa. Málaga, 3; Córdoba, 4

El Málaga con Uriarte en el primer Don Balón Extra


Francisco Javier Gómez Izquierdo

         No es que la maldad humana me sorprenda cuando tiene sus picos más crueles, pero reconozco que noto como un nudo en las tripas en los días que toca asesinar no se sabe a quién ni a cuántos. No tengo los conocimientos de todos esos periodistas que explican y razonan el porqué de tanta mente criminal y los principios elementales de la fanatización de un tipo de personas a las que por lo visto usted y yo debemos darles lo que nos pidan porque al parecer se lo debemos. Se lo debemos por haber sido educados en el cristianismo, esa aberración occidental.

      No, no entiendo nada. Conozco, porque lo palpo, de lo que es capaz el hombre sin necesidad de ser psicópata, de a lo que llegan padres con sus hijos, ladrones que matan por diez euros, mindundis dispuestos a derribar rascacielos llenos de impíos, asesinos orgullosos de serlo..., por lo que al escuchar a los que vocean por las teles caigo en la tentación de tener malos sentimientos. 
     
Así estaba uno ayer, con el día libre y buscando las últimas novedades en Berlín sin caer en que por la noche jugaba el Córdoba en Málaga la vuelta de la Copa, como tengo dicho, la competición con la que más disfruto. El partido era para haberlo visto en la misma Rosaleda, pero ya digo que se me fue el santo al cielo y cuando Manolo, su familia y los Felipes de mi peña mandaron la foto en las gradas me arrepentí de no haber ido, porque la cosa me olió bien desde el partido de ida.
     
El entrenador Carrión, como Iríbar y como Fidel Uriarte, debutó ante el CD Málaga, que parece club dador de alternativas, en el partido de ida de la Copa. Se ganó 2-0, pero quedaba todo para la vuelta. El Málaga, dolorido por las últimas actuaciones, quiso avasallar desde el principio y congraciarse con su público, cosa que parecía iba a conseguir cuando al cuarto de hora Sandro, rápido y técnico, marcó el 1-0 con la desgracia añadida de la lesión de Rodas, nuestro central. Cegados en busca del segundo gol, los malaguistas se desarroparon atrás y Pedro Ríos, que ayer dejó para otros la banda derecha y estrenó puesto como de Laudrup moreno y “bailaor”, ingenió un pase con tirabuzón a Guille Donoso, el mejor centrador del Córdoba, y éste, ¡pin!, se la dio al rellenito Piovaccari, al que uno ya le había afeado en dos o tres lances, para que la empujara a gol. No desfalleció el Málaga, porque al finalizar la primera parte Sandro, buen delantero el canario, le coló a Razak un cañonazo, pero Ríos estaba ayer tocado por ese duende que se posa de vez en cuando en cualquier nativo de Jerez y fabricó otro contraataque por las gateras que dejaban los defensas blanquiazules, para que marcara de nuevo Piovaccari, como si fuera Van Basten
    
El público malagueño había rumiado un enfado monumental en el descanso y al comienzo de la segunda parte La Rosaleda comenzó a lanzar anatemas contra Juande sobre todo y contra el portero Boyko, al que le esperan malos tiempos. La verdad es que es llamativo que después del partidazo de Kameni contra el Barça, el portero camerunés desapareciera del once. Cosas de Juande, seguro, al que un servidor tiene por entrenador harto capacitado, pero que va a tener que lidiar con una plantilla muy joven y poco disciplinada en el trabajo defensivo. Como quiera que la familia “boquerón” es demasiado exigente, auguro un calvario insoportable para la paciencia de Juande. Con el estadio riñendo, el Córdoba siguió a lo suyo, al contraataque. Pedro Ríos apareció en el carril del 10 sin nadie frente a él. Se coló en el área y ¡zas! penalty, que con los pobres no significa expulsión. Era el 2-3 y el delirio del centenar de cordobesistas que se dejaba la garganta a cada regate de Pedro. Para que al menos no perdiera, como señalaba el comentarista, el Málaga marcó el empate con más suerte que técnica futbolística... pero faltaba el rato de Moha Traoré, ese negrito del B hermano del Adama que ejerce con Karanka en el Boro. Moha recuerda a Haselbaink o Amunike, todo potencia y velocidad desbocada. Dio dos carreras largas y una corta. En la corta, dentro del área, dejó a Llorente, como vulgarmente se dice, mirando para Pamplona y le puso el balón a Pedro Ríos, que en un salto limpio, suave y elegante, como de sirena, cabeceó dulcemente el regalo del negrito.  3-4 y final. Probablemente sea el partido del torneo. No llega a la categoría del Toledo-R. Madrid o el Novelda-Barcelona, pero será recordado por todos  los buenos aficionados cordobesistas y malagueños. 

La Frau

Botho Strauss


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Un político socialdemócrata es la mezcla perfecta de los dos personajes de san Lucas en la parábola del fariseo y el publicano: lloriqueos e impuestos.

La jefa de la socialdemocracia continental es frau Merkel, a quien Zapatero llamó “lúser”, un acierto final que anima al socialismo botejara a la rehabilitación política del orate de León.
Keyserling, un extravagante conde báltico que anduvo por España, veía el genio alemán como un huevo de cáscara dura y sustancia tierna, que es lo que a todos parecía frau Merkel, quien luego ha roto en Carmena, ese personaje absurdo como un zapato impar puesto por el Ayuntamiento con un sueldazo para que se hable de él y no de lo que importa.

El islam es parte de Alemania –dijo un día la frau, que es lo más parecido a plantar una huerta en el techo de un bus urbano.

Ahora, mientras en España buscamos infiltrados que le ratonean a Rivera el pan del partido, en Alemania buscan infiltrados islamistas, aunque no se sabe en qué, pues para el ministro del Interior del país de Nietzsche “atentado es una palabra fuerte”.
Ya no es su incapacidad para la distinción política (schmittiana) entre amigo y enemigo. (“En la pugna milenaria entre el cristianismo y el islam jamás se le ocurrió a cristiano alguno entregar Europa al islam en vez de defenderla de él por amor a los sarracenos”.)

Es su incapacidad (moderna) de vivir la experiencia de lo trágico, “el inhibido odio que los alemanes sienten hacia sí mismos”, sacado a colación en 1993 por Botho Strauss en “El canto creciente del macho cabrío”.

Extraviada por las chácharas del buhonero Habermas (patriotismo constitucional, democracia deliberativa), frau Merkel flipa como aquel barón (“alemán sin límite”) amigo de Santayana que, ya en la cama, pasaba media noche arreglando las sábanas, y la otra media, bajando para cerciorarse de haber cerrado el piano porque, de lo contrario, podía entrar un ladrón y despertarlo al sentarse a tocarlo.

Bendito Brexit.

El canto creciente del macho cabrío