Valle de Esteban
-Gómez de la Serna no es más que eso: un detallista, un observador del microcosmos; un hombre que tiene, en vez de ojos, lunas de aumento. Nada más. La Serna trata de hacer una catedral sobre la cabeza de un alfiler, cuando lo lógico sería construir una grillera. Cuando La Serna se contenta con la grillera, está bien; pero muy bien.
Ramón Pérez de Ayala