Así es como, hace poco más de veinte años, me enviaba Alaska sus encantadores artículos para la sección Gente y Aparte de los sábados en ABC. Con ella aprendió uno a tomarse en serio el espectáculo Halloween, que entonces, aquí, era sólo otra americanada a lo Spielberg. (¿Para cuándo esa película lagrimera de Spielberg sobre el fantástico Bernie Madoff?) Después vino Clint Eastwood con Un mundo perfecto y el niño que jugaba al truco o trato. "¿Truco o trato?", fue a decirle en un Halloween mi hijo al portero de su casa antigua. El portero lo tomó por una mofa y salió de su garita con un bate de béisbol. Mi hijo se pasó al Tenorio.
Ignacio Ruiz Quintano