lunes, 17 de octubre de 2022

"El analfabeto de mañana"

 

Moholy-Nagy


«El analfabeto de mañana no será aquél que no sepa leer o escribir, sino el que no sepa nada de fotografía». Esta premonición de Moholy-Nagy, que hoy se repite respecto de la nueva tecnología visual, resumía los objetivos del Frente del Arte de izquierda. Una asociación de constructivistas, creada en 1923, que abordó la fotografía «como medio que actúa sobre la conciencia, ya sea creándola o trasformándola». Allí convergieron cineastas del talento de Eisenstein, Pudovkin y Vertov, con fotógrafos de la «Nueva Visión» como Rodchenko, Ignatovich, Petrusov y Shaijet.

    No tardó en producirse una tensión política, que llegó a ser dramática en los años treinta, entre los formalistas (Eisenstein, Rodchenko, Moholy-Nagy) y los documentalistas (Vertov, Shaijet). El conflicto está narrado en el libro de la Bauhaus «Pintura, fotografía, cine». Pero la inclinación de los primeros a integrar la fotografía y el cine en el arte constructivista, derivado de Malevich, y la subordinación de los medios artísticos a los fines proletarios, en los segundos, no impidió que unos y otros abrazaran las innovaciones gráficas de la «Nueva Visión»: primerísimos planos, picados vertiginosos, contrapicados, masas en formación geométrica, sustitución del retrato sintético por el analítico, composiciones en diagonal, perspectivas monumentalistas, valor asociativo o secuencial del fotograma y arte autónomo del montaje.

    Es un crimen cultural que la modernidad capitalista haya degenerado esta hermosa herencia hasta el grado de las fotografías de Hilla y Bernd Becher, premiadas como esculturas en la Bienal de Venecia de 1993, de las pinturas fotoquímicas de Sigmar Polke (en la fraudulenta senda de Andy Warhol) o de la repugnante composición fotográfica de tres mujeres desnudas y una vestida, posando en medio de un desorden doméstico artificial, titulada «Una visión marxista», que el profesor de la Universidad de Nueva York en Buffalo, Leslie Robert Krims, tuvo el mal gusto de realizar en 1984.

Antonio García-Trevijano