lunes, 14 de enero de 2019

No duermas, hay serpientes

Daniel L. Everett con los pirahá



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

En el banquillo del Madrid a Solari se le ha puesto cara de Mel Gibson (ese soberbio arco superciliar que tanto confundió a Lombroso) dirigiendo la segunda parte de “Apocalypto” con Lucas Vázquez en el papel de “Garra de Jaguar”. No es para menos, teniendo que comparecer en el sevillano paseo de la Palmera para intentar pasar al Alavés en la enésima Liga tirada al contenedor por el Madrid.

Se empieza a configurar ya una generación de madridistas educados en la pijada liberalia de que la Liga es de pobres, una cosa populista y nacionalista, que no pega con la cosa cosmopolita y señorita de la Champions, que sería algo así como aquella señora que en el felipismo dirigía el Reina Sofía y la llamaban “La Internacional” porque todo lo reducía a “ser internacional”.
Me van a perdonar el retraso, pero es que acabo de llegar de “Bilbado”… –dijo a los diputados de una Comisión.
Para este Madrid tan internacional el interés de la Liga no está en los puntos de los partidos, sino en los chismes de sus futbolistas. ¿Tirará Isco la cucharilla de moka al suelo? Porque a Isco nos lo pintan como al niño tirano de la trona que se enfurruña por no ser titular, siendo titulares tantos “mataos”, y al que Solari no da el beso de buenas noches.
La forma de dar las buenas noches de los “pirahá” es: “No duermas…, hay serpientes”.


Los “pirahá” son una tribu amazónica cuya lengua es la refutación de todas las teorías lingüísticas de Chomsky y sus mafiosos universitarios, una historia fascinante que nos ha dejado, maravillosamente escrita, Tom Wolfe en “El reino del lenguaje”.

Solari no es “pirahá”, pero a Isco, que con su barbita y su varita de azucenas era como el pequeño San José de los piperos, en vez del beso de buenas noches de Lopetegui le da las buenas noches de los “pirahá”, o sea, no duermas…, hay… ¿Qué es lo que hay en el Madrid? ¿Morro? ¿Pereza? ¿“Ennui”?

Guardiola, que todo lo ve, ya ha visto que esta Liga… también es para el Barcelona. Tiene guasa que el Barcelona, que no quiere nada de España, se lleve las Copas y las Ligas, mientras el Madrid, que se llena la boca de España, se mantiene de Champions y Mundialitos.

Guardiola no es zahorí. Y tampoco jardinero, según el mismo ha declarado para defenderse de la acusación de dejar alta la hierba del “Etihad Stadium” para dificultar el juego del Liverpool. Guardiola no es Clemente. Guardiola va por el fútbol de Moztezuma, a quien los españoles encontraron jugando con muñecas y que prohibió en su jardín los árboles frutales y las plantas medicinales por ser cosa grosera e indigna del jardín de un príncipe el adornarse con plantas que reportan utilidades tan bajas y prácticas. (“Quería que sólo hubiera flores, porque llevan en sí la suprema aristocracia de la belleza inútil”.) Guardiola ve que el Barcelona ya es campeón de Liga porque dispone de la vista de pájaro que le proporcionan… sus drones. Según “The Sun”, Guardiola quiere entrenar con drones que le muestren panorámicas del despliegue de sus hombres sin tener que subirse a un andamio, como hace su colega Luis Enrique.

Los drones fueron el juguete (mortífero, eso sí) de Obama, que los lanzaba desde el Despacho Oval como quien lanza pelotillas de folio al cesto de los papeles en la oficina. En España los emplea Hacienda para descubrir piscinas clandestinas (generalmente de riñón, que es la forma favorita del nuevo rico). Y en Inglaterra Guardiola se vale de ellos para entrenar la basculación de los carrileros en perspectiva aérea, sistema que permite descubrir espías en el campo de entrenamiento, y más después de la alarma creada por Frank Lampard, entrenador del Derby County, de la Segunda División, que cuando preparaba el partido contra el Leeds de Bielsa ordenó un “cuerpo a tierra” de emergencia al notar la presencia de un espía en la grada, una especie de Kim Philby provisto, según el atestado policial, de prismáticos, tenazas… y una muda de ropa.

La idea es ir a Melilla y jugar con dos cojones –fue el estreno de Solari ante la Prensa al hacerse cargo del Real Madrid, y los periodistas bailaron por sevillanas el cojonudismo de un tipo que según Valdano piensa en Nietzsche igual que en la Niña de los Peines: “Ha nacido una amapola / en el campo de Melilla / ha nacido una amapola / con un letrero que dice / ¡Viva la sangre española!”

Pero a lo mejor lo que Solari quiso decir fue “drones”. ¡Drones! No c…

Pastora Pavón, Niña de los Peines

ABRAMOVICH Y POPULISMO

El “Daily Mail” ha desvelado un intolerable caso de anti-populismo en que habría incurrido el millonario ruso Roman Abramovich cuando buscaba con su talonario un equipo de fútbol en Londres, la capital de los zorros callejeros. Le hacía tilín el Arsenal, pero no estaba en venta, y pensó en el Tottenham, el equipo de los positivistas lógicos, como Sir Alfred J. Ayer, pero un día, conduciendo por el barrio, se deprimió con lo que veía hasta perder el apetito: “Esto es peor que Omsk (la otra capital de Siberia)”, dice que dijo. Y se compró el Chelsea, que es como el Ciudadanos del fútbol.