miércoles, 16 de julio de 2014

Marketineros




Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Lo dijo hace tiempo Salvador Boix, un flautista catalán que apoderaba al José Tomás de la Segunda Venida:

    –Desengáñense, los toros son marketing y glamour.
    
Ahora, para explicar el premio de Mejor Jugador de Brasil’14 a Messi, dice Maradona que ha sido cosa de los “marketineros”.

    En España se puede triunfar, o por parentesco, como en el Tribunal de Cuentas (“es lógico que las familias se enteren antes de las convocatorias”, admite su presidente), o por marketing y glamour, como Pablo Iglesias o Pedro Sánchez, el Toni Cantó de Susana Díaz, nuestra Merkel de Triana, que aún no sé si se parece más a Emilio Aragón o a Matías Prats.
    
Sánchez es un fruto de la ley de hierro de las oligarquías (la peña vota a quien menos teme), pero Madina (la gala de Madina, la flor de Alfredo), que lee todavía menos que Pablo Iglesias, no lo sabía, y fue a la votación a hacer el canelo.

    De Iglesias, el otro marketinero triunfante, se dice que Carrillo el Rector quiere amarrarlo como sea a su Complutense, donde juntos (aprovechando la tranquilidad de la institución, perdida en el ranking mundial) podrían hacer un “remake” de “Trading Places” (tontamente traducida como “Entre pillos anda el juego”), de John Landis, en que dos hombres de negocios montan una apuesta y escogen a un par de toláis (Eddie Murphy y Dan Aykroyd) como conejillos de Indias para corroborar sus respectivas ideas sobre la naturaleza humana: uno, que es genética; y el otro, que es cultural.

    Carrillo e Iglesias (Don Ameche y Ralph Bellamy en la película de Landis) tienen lo que hay que tener, una nómina del Estado (¡el glamour de la castita!), para dedicarse a la Revolución en España.
    
Ni Iglesias ni Carrillo han de madrugar para echarse a la calle a buscar con qué pagar la cuota de autónomos. Su región es el pensamiento y su pensamiento es la Revolución.

    –Esa Revolución arruinaría la economía –avisa el pobre autónomo de prejuicio pequeñoburgués.

    Señor, señor.