...hace tres semanas se dio de baja en este mundo el. último chicotero, el más grande sin duda, el único que "ha muerto en el ruedo" (frase de Antonio Romero, el barman decano del lugar); es decir, a la hora del café; predicando en su tertulia, le falló el corazón: fue llamado don Marcelino Cano, ejerció de bibliotecario y de chicotero irreprochable; era enano, llevó pantalón corto hasta hace poco, y en su edad madura fue mascota de Dominguín y Aparicio a las horas del cachondeo, pero con el respeto que todos le debían por lo que él impresionaba...