viernes, 16 de agosto de 2013

Viernes, 16 de agosto

KILOS

Tampoco le convencía mucho a mi vecino esto de que el peso de los toros sea el índice legal que se exige para salir a la arena. Como los kilos tienen que caber en el esqueleto del bicho, a veces corto, hay que resolver el problema engordando al toro. Así, el ruedo resulta lleno de contradicciones. El torero se va a emplear en un ejercicio de agilidad y velocidad a pleno sol, y se le exige que vaya vestido como una Virgen procesional con bordados, oros, y hasta terciopelo, sin que les sea permitido ni la blusita de hilo de los “azcolaris” ni la camiseta de los ciclistas. Y, además, el toro, que ha de competir en velocidad y agilidad con el muñeco de los agobiantes, ha de ser fundamentalmente gordo; algo así como si para alistarse en una olimpiada atlética se exigiera tener los kilos de Churchill, Chesterton, Erhard o don Pedro Sainz Rodríguez.
FILOSOFÍA DEL TORO Y LA GUERRILLA / JOSÉ MARÍA PEMÁN
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006
Ignacio Ruiz Quintano