Abc
La canciller alemana, Ángela Merkel, quiere cenar con el seleccionador de fútbol español, Vicente del Bosque, y no es una película de Francis Veber.
El último español con cola para cenar fue Mario Cabré, tío de Mario Gas, que era guapísimo (Cabré, no Gas) en los 60, cuando los empresarios sagaces sorteaban cenas con él en Marbella, antes de la Democracia, de Gil y de Del Bosque.
Cabré no era el mejor torero, pero las señoras se lo rifaban para cenar. Tampoco Del Bosque es el mejor entrenador, y, con la simple expresión de un deseo, Ángela Merkel lo ha convertido en otro doctor Marañón, apodado “Capricho de las Damas”.
En la guerra mediática de nuestro fútbol, a la fotografía de Mou con Al Pacino ha respondido Del Bosque con una cena con frau Merkel.
–Eran días gloriosos aquellos, y nosotros, el Imperio Romano. La Familia Corleone era un Imperio Romano… -decían en “El Padrino” de Al Pacino.
Del Bosque no es un entrenador de método, sino de flor. Al menos, nadie habla del método de Del Bosque, sino de la flor de Del Bosque. La única criatura capaz de marchitarla (hay que suponer que en favor de Joachim Löw) sería Ángela Merkel, que empieza a tener cierto prestigio como “antofagasta” (así llamaban a los cenizos en la pandilla de Julio Camba), viendo el estado en que han quedado, sólo por haberle dado la mano a esa mujer, Berlusconi, Sarkozy, Zapatero, Schweinsteiger, Mariano… y Tocho y Méndez, esa firma de nuestro sindicalismo vertical, que, al parecer, también ha pasado, medio en secreto, por el refectorio de la Frau.
–Más vale cabeza de ratón como Gordillo en Mercadona que cola de león como Tocho y Méndez en Merkel Haus.
Mas uno no se imagina a Joachim Löw empujando a la canciller a una cena con Del Bosque para marchitarle esa legendaria flor delbosquiana que, como el “edelweis”, sólo crece en las cumbres inasequibles.
Yo creo que frau Merkel ve en Del Bosque a su alma gemela, un “Zeitgeist” del ahorro. Después de todo, Del Bosque era el hombre que en la Ciudad Deportiva del Madrid iba apagando luces para ahorrarle algún dinerito al club, una manía, la del ahorro, que no se le ha atenuado con la edad, y esta misma semana hemos visto cómo le ha ahorrado un viaje molesto a Xavi, el bosón del tiquitaca nacional-culé, porque Xavi, eso ha dicho Del Bosque, es más importante que el seleccionador, y lo que sabe Xavi no lo sabe nadie.
El viaje del Combinado Autonómico a Puerto Rico a cuatro días del arranque de la Liga es una cosa que, según el otro Xabi, o Xabi el pobre, trastoca la preparación de unos futbolistas profesionales, pero estamos en agosto, el Combinado Autonómico es un chiringuito caro y Villar tiene que hacer caja.
–Hablé con Xavi y…
En “El bosque animado” de Wenceslo Fernández Flórez, Del Bosque sería Fiz de Cotobelo, y su Xavi, el muchacho que no quiere currar, que en este caso hubiera sido viajar a Puerto Rico, porque alguien tiene que cuidar de Messi, el más animado del bosque.
–Hablé con Xavi y…
En “El bosque animado” de Wenceslo Fernández Flórez, Del Bosque sería Fiz de Cotobelo, y su Xavi, el muchacho que no quiere currar, que en este caso hubiera sido viajar a Puerto Rico, porque alguien tiene que cuidar de Messi, el más animado del bosque.
TRAGO Y CIGARRO
Trago y cigarro, que el difunto ya no vuelve, enseña un refrán castellano. ¿Qué nos va ni nos viene a los demás en que Coentrao se fume un pito o en que Messi se tome un chispacín? Por eso repugna el contraste entre la escandalera mediática desatada alrededor del cigarro de Coentrao, señalado como si fuera el portador de la cepa del virus de la “gripe española”, y la mediática discreción decretada sobre la imagen de Xavi y Messi interpretando en Gotemburgo el Descendimiento de Roger van der Weyden en el Museo del Prado, que valdrá otro Balón de Oro.
RAMÓN / HERMANO LOBO
Trago y cigarro, que el difunto ya no vuelve, enseña un refrán castellano. ¿Qué nos va ni nos viene a los demás en que Coentrao se fume un pito o en que Messi se tome un chispacín? Por eso repugna el contraste entre la escandalera mediática desatada alrededor del cigarro de Coentrao, señalado como si fuera el portador de la cepa del virus de la “gripe española”, y la mediática discreción decretada sobre la imagen de Xavi y Messi interpretando en Gotemburgo el Descendimiento de Roger van der Weyden en el Museo del Prado, que valdrá otro Balón de Oro.
