domingo, 11 de abril de 2010

UNA SERPIENTE EN EL PARAÍSO




A David Gistau



POR QUÉ PERDIÓ EL MADRID

F. J. Gómez Izquierdo


Mi madre, para ayudar en la crianza y educación de sus seis hijos y durante dos o tres años, tuvo una habitación del piso ocupada por "pupilos". Entre aquellos curiosísimos pupilos que encontraba mi madre, recuerdo a un húngaro amigo de Puskas y Kubala que contaba peripecias pasadas en la guerra con los famosos futbolistas que encogían el corazón. Además de húngaro, era mago y un gran fumador. Hacía magia con los brazos desnudos, circunstancia que al parecer añade mucho pedigrí entre profesionales. De aquel hombre, del que no me viene el nombre, recuerdo una frase que siempre he tenido por cierta y que nunca se me ha ocurrido comprobar o contrastar entre gente del oficio:

-Si en la sala hay una serpiente, no salen los trucos.

Al parecer, los mismos magos detectan la presencia de los ofidios antes de actuar, e invitan al saboteador a abandonar el escenario.
Ayer, viendo a Cristiano crispado e incapaz de poner en el escaparate ni una sola de sus maravillas, recordé a aquel húngaro bueno. ¿Llevarán Piqué o Puyol una lagartija ó una culebra de río en los gayumbos? Le pasa siempre contra el Barça. Se bloquea y se vuelve un jugador del montón que no marca ni de penalty...

El problema ayer no fue Cristiano. El partido de ayer fue de los entrenadores. Muy juntas las líneas, como les gusta a ellos, y muy pendientes del prójimo, como disimulan ellos en sus explicaciones. En ese elogio de la táctica, Pellegrini tiene desventaja con respecto a Guardiola, pues una pieza que no parece importante en el total del engranaje, como es Garay, empuja al error a elementos solventes como Albiol. ¿Por qué es siempre Albiol el que da la cara ante el delantero desmarcado? Observen en las repeticiones de la tele el cansino trote del argentino, siempre lejos y siempre tardo. Xabi, que sabe de la lentitud del central y de la mala compañía de Gago, se desquicia triplicando la defensa y está convencido de que se dedica a lo que no debe. A Sergio Ramos -sólo un portento físico- tampoco se le pueden meter muchas ideas en la mollera.

Me sorprende el desmesurado elogio de las virtudes de determinados jugadores y que el buen aficionado ni siquiera adivina. Gago, que no quitaría el puesto al Puñal de Osasuna, lo intentaron vender como el nuevo Redondo y es un futbolista lento, faltón -que hace muchas faltas- y tácticamente mediocre. De Garay no voy a decir nada más, pues parece que es manía mía lo que es harto evidente. ¿Qué cosas malas ha hecho Metzelder?
No voy a elevar a los altares a Xavi porque ya está en ellos, y de Messi ya está todo dicho. Estos dos futbolistas son la diferencia. Ante el Arsenal y el Madrid... y lo será ante el Inter y el Bayern... de Van Gaal. De Van Gaal hablaremos un día...