sábado, 5 de septiembre de 2009

OTRA VEZ MORANTE

El niño bonito de la crítica taurina, ella sabrá por qué

(Morante -silencio, silencio, pitos, oreja, bronca y bronca es el balance de sus seis toros del año en la capital- viene como estrella a la Feria de Otoño de Madrid. ¡Morante y Otoño! Ya saben: "Los violines del otoño hieren mi corazón con monótona languidez." Y los aliados desembarcaron en Normandía. Prepárense, pues, las Damas de las Camelias a morir de sus tosecitas por Morante y por España, pues, con Jotaté, Morante es la causa de la peor literatura taurina en forma de crítica que se recuerda.)




MORANTE

Por Ignacio Ruiz Quintano
Abc, 30 de Junio de 2007


Adán, padre de los hombres, fue creado el día 28 de octubre, a las dos de la tarde...

Tal afirmación la hace el muy ilustre Userio, obispo de Meta, arzobispo de Armagh y canciller mayor de la catedral de San Patricio. ¿Cuándo fue creado el toreo? De dar crédito a los revisteros, el 6 de junio de este año en Madrid, a las nueve de la noche, en la corrida de Beneficencia, cuando el torero Morante de la Puebla, de respingo en respingo toda la tarde con la muleta, banderilleó a un toro zambombo. Fueron los testigos el duque de Gor, el historiador Gala -bardo de Brazatortas, para el vulgo- y el ministro Bermejo, que, ante las cámaras, representaron muy bien los tres el síndrome de Stendhal, es decir, una indisposición física ante la belleza. ¿Qué belleza? La de Morante con unos toros con más peligro en la lengua -esa lengua descolgada de los animales descalabrados- que en los cuernos. Ya lo decía el barón de Tita:

-En España se entiende el arte como en ningún país del mundo.

Más que en España, en Madrid, lo cual, por cierto, daba mucha morda al jefe septentrional Arzallus, que saludó la llegada del Guernica con un dicho muy jesuítico: «Euskadi se lleva las bombas, y para Madrid, el arte.» ¿Qué entenderá un español por «arte»? A Ruano lo molestaba profundamente hablar de arte sin ser crítico de arte: «Pero estoy viendo que de estas cosas, como de muchas otras, vamos a tener que empezar a hablar los profanos.»

Si preguntáramos por el morantismo al duque de Gor, al historiador Gala y al ministro Bermejo, no nos responderían que el españoleo, que es lo que es, sino que la originalidad y el buen gusto. A propósito del buen gusto dijo Gómez Dávila: «El buen gusto aprendido resulta de peor gusto que el mal gusto espontáneo.» Y de la originalidad: «El afán moderno de originalidad le hace creer al artista mediocre que en simplemente diferir consiste el secreto de la originalidad.» Estrellas en una corrida de Morante, el duque de Gor, el historiador Gala y el ministro Bermejo, también serían las estrellas en una exposición de la Monja Pintora o en una subasta de Lladró.

Parafraseando la verdad que un paisano de su pueblo planteó al pintor Pepe Cerdá, alguien debería acercarse un día a Morante, el de los pases de pecho sueltos y porfiados, justamente como jamás deben darse, y preguntarle:

-¿Pero tú eres torero de esos que torean al toro o surrealista?

Mutis por el foro.