TOROS EN TETUÁN
TOREROS... ¡AL FRENTE!
Vaya corrida. Como no merece más de cuatro líneas, en ese espacio vamos a hacer la revista.
Los mulos del duque de Zaballos, como todos los que tiene: mansos de carreta.
José María Ibarrondo y Alejandro Endemaño, los dos de Bilbao, son ya muy viejos y carecen en absoluto de valor. El segundo fue avisado. José Torvisco Rodarty ya es otra cosa. Tiene hechuras de buen torero. Sabe muy bien para qué sirven el capote y la muleta y matando tiene excelencia.
Este muchacho merece la repetición con caballos. Escuchó muchas palmas. José Vázquez Joselillo también puede ser torero. Tiene valor y afición y sabe torear con la muleta y el capote. Cortó la oreja.
Andrés Pirobe El Improvisao es un chalao desgraciao. Su novillo lo desnudó. Hizo las delicias de la concurrencia, y aunque fue avisado, el público le regaló la oreja de su novillo para que la ponga en un marco como recuerdo o para que pueda ponerse un añadido en las narices.
Pedro Gil Asensio vio cómo los mansos se llevaron su novillo después de los toques reglamentarios.
DON BERRINCHES
TOREROS... ¡AL FRENTE!
Vaya corrida. Como no merece más de cuatro líneas, en ese espacio vamos a hacer la revista.
Los mulos del duque de Zaballos, como todos los que tiene: mansos de carreta.
José María Ibarrondo y Alejandro Endemaño, los dos de Bilbao, son ya muy viejos y carecen en absoluto de valor. El segundo fue avisado. José Torvisco Rodarty ya es otra cosa. Tiene hechuras de buen torero. Sabe muy bien para qué sirven el capote y la muleta y matando tiene excelencia.
Este muchacho merece la repetición con caballos. Escuchó muchas palmas. José Vázquez Joselillo también puede ser torero. Tiene valor y afición y sabe torear con la muleta y el capote. Cortó la oreja.
Andrés Pirobe El Improvisao es un chalao desgraciao. Su novillo lo desnudó. Hizo las delicias de la concurrencia, y aunque fue avisado, el público le regaló la oreja de su novillo para que la ponga en un marco como recuerdo o para que pueda ponerse un añadido en las narices.
Pedro Gil Asensio vio cómo los mansos se llevaron su novillo después de los toques reglamentarios.
DON BERRINCHES