martes, 14 de marzo de 2023

Lo de Ferrovial


Giambattista Vico

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    El cambio de domicilio de Ferrovial da para hablar tanto como el urraqueo de Rumasa a cargo de Boyer, el señorito que en el 65 ya vendía en los “Cuadernos para el diálogo” de Ruiz-Giménez, alias Sor Citroën, oportunismo socialdemócrata con perlas del materialismo histórico que harían rica a Marta Harnecker, cuyo manual se publicó en Madrid en el 76, año en que España detuvo para siempre su tren de desarrollo económico.


    En el 76, la demonización del empresario fue una concesión del falangismo suarista a la demagogia socialcomunista y su obrerismo de pega para el pilla-pilla sindical, las pajitas que había que arrimar para atizar el fuego del Consenso, cultura corralera de la que salen esos pisaverdes que confunden la “clase reinante” (¡están en Podemos para leer a Poulantzas!) con la
clase dominante y tiran chinas del río contra los creadores de Zara, Mercadona o, ahora, Ferrovial.


    Ferrovial traslada su sede a Holanda, y el periodismo de las elites, cuyos peces gordos reparten impuestos entre Luxemburgo y Reino Unido, habla de falta de patriotismo, aunque en el himno holandés se cante “Al rey señor de España / rendí yo siempre honor”…, cosa que no pueden decir un montón de españoles que perciben su nómina del Estado en la ubérrima Monarquía de partidos.


    –No vamos a tolerar que cuestionéis la seguridad jurídica –dicen que le ha dicho a Ferrovial el gobierno, donde Bolaños, el Ulpiano de la Complu, ha restablecido el equilibrio en la balanza de la Justicia.


    El gobierno habla de Ferrovial yéndose a Holanda como si fuera el Rubios yéndose a Andorra o Gonzalón y Bono a Panamá, y contrataca sacando del baúl la “Marca España” del marianismo. No ven que hoy para un holandés la “Marca España” son las uñas de De Jong en el “gubernaculum testis” de Vinicius, que también podría mostrar sus espinillas. Y como en el Estado de partidos todo es mentira menos lo malo, nos liamos con el “laissez faire, laissez passer”,·que aquí nunca ha existido. ¿Es liberalio sacarle los cuartos a un Estado y dejarse los impuestos en otro Estado? ¿Lo es que el primer empresario del país sea el Estado (¡y qué Estado!)? De hecho, faltan empresarios: el Estado prefiere gastarse en ayudarlos lo que podría ahorrarse formándolos. Lo mismo sucede con los novelistas.


    Vico dividió la historia por niveles culturales para hacer sus predicciones. La más inquietante, para Barzun, era que la segunda barbarie que anega la civilización luego de que ésta haya alcanzado su cima es peor que la primera: “Los primeros bárbaros poseen virtudes rudas; a los segundos no les queda ya ninguna”. Según Vico, la multitudinaria vida urbana produce hombres descreídos que consideran el dinero la medida de todas las cosas.


    –Emancipados de toda ética en general, viven para la mutua vigilancia y engaño.


    El espectáculo, mires donde mires, salta a la vista.

[Martes, 7 de Marzo]