martes, 28 de marzo de 2023

El candidato

Jeff Bush / Donald Trump

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    En las primarias republicanas para las presidenciales del 16 debatían en TV los aspirantes Jeff Bush, hermano del democratizador de Mesopotamia con chuches de Cheney, y Donald Trump, único americano relevante que se opuso con firmeza a la ominosa guerra de Iraq. Jeff escuchaba con una risita de conejo contenido las acusaciones de Trump, y para defender el buen nombre de su “famiglia” tiró de sentimentalidad: “Mi mamá es la persona más fuerte que conozco…”


    –Entonces ella debe ser la candidata –zanjó la discusión un genial Trump, devolviendo a otro Bush a la charca.


    Trump, antibelicista pragmático (“como hombre de negocios trato de llevarme bien con todo el mundo”), anda otra vez en primarias presidenciales, pero en América la “democracia representativa” de Hamilton ha degenerado en “Deep State” de Scorsese, que habría decidido su arresto, precisamente hoy, para quitarlo de en medio, y dejar el hueco a un “rino” que se preste a democratizar países leyéndoles el Fukuyama.


    Y si arrestan al candidato de la metrópoli, ¿qué no podrían hacer con el candidato de la colonia, que somos nosotros, donde Griñán sortea al Supremo como Gavi las tarjetas? (El “seny” y la “rauxa”: en Barcelona arrancó la pantomima del Clásico con una performance contra el racismo, o sea, el “seny”, y a continuación la grada coreó el “Vinicius, muérete”, o sea, la rauxa).


    El candidato, aquí, es Tamames, cuya edad provecta tiene a los liberalios cantando a la juventud como Ramiro Ledesma (en política el culto a la juventud es una creación fascista), y a los becarios, sin dormir y al loro por si dijera “Jehová” para tirarle una piedra. Para los becarios, decir “Jehová” es decir “nación de naciones”, una cosa que de Francia nos trajo Azorín copiada de Walt Whitman y que ha interiorizado incluso Feijoo, que viene de Fraga, aunque oficialmente el facha sea Abascal, que viene de Gustavo Bueno. Hablando de Fraga y de candidatos: Baroja escribió a Lerroux pidiéndole una recomendación para presentarse a candidato… por Fraga, el municipio oscense, no el Breogán de Villalba. “¿Avinareta se convertirá en diputado a Cortes?”, se preguntaba, con preocupación, el editorialista de “El Sol”. ¿Y Tamames? ¿Se convertirá en presidente Tamames?


    No, pues el sistema controla todas las gateras de acceso al poder, incluida la del voto a mano alzada, para garantizarse el mandato imperativo expresamente prohibido en la Constitución que nadie cumple. Tamames se presenta como el Gran Pipero del 78, llamando al Consenso, ese tótem oligárquico, y equiparando, Dios nos asista, la Constitución americana del 87, hija de un acto, y la española del 78, hija, ésta sí, de un pacto, y como el de “Fausto”. Por cierto, que en la segunda parte de “Fausto” la crítica contemporánea cree haber descubierto un tratado sobre políticas económicas sensatas, que a lo mejor es lo único que los españoles de buena fe esperarían de Tamames. Vuelve la Primavera.

[Martes, 21 de Marzo]