Francisco Javier Gómez Izquierdo
Los que vivimos en Córdoba y alrededores sabemos que se puede pasar sin Gobierno, pero no sin aire acondicionado. ¿Qué sería de mí sin la divina presencia del frío protector? No voy a referirles el infierno hecho materia que padecemos y la desagradable sensación de tocar un calor dañino, gratuito e innecesario que asemeja en intensidad a la agradable bocanada que sale del horno de leña donde se asa amorosamente el lechazo. La bocanada del horno dura segundos y se hace grata a todos los sentidos, pero ¡ay! ésta plaga que no descansa ni de día ni de noche y que amenaza con el sedentarismo.
El viernes salimos de El Arcángel a las once de la noche y en el coche ponía que estábamos a 37 grados, y el Guadalquivir, con su punto de humedad, al lado. No tengo corazón para buscar defectos a los jugadores del Córdoba en la cita contra el Lugo porque atendiendo al simplismo imperante en las exigencias “del pueblo” que pide camisetas sudadas, la noche del viernes 2 de septiembre del 2016 ha de tomarse como referencia en futuras comparaciones.
La 2ª división es tan pareja que ningún equipo ha ganado los tres primeros partidos y tampoco hay equipo que no haya puntuado. Es más, en la segunda jornada todos habían sumado al menos un punto. Por eso no sorprende tanto empate, aunque sí que se cuele tanto gol.
Todos los goles valen lo mismo, pero las porterías han decidido esta temporada acoger esperpentos que lo mismo que dan puntos llevan preocupación a la grada. Kiescek, nuestro portero polaco sin ir más lejos, que me había parecido de cierta solvencia, empieza a dar señales de que sus errores no son anecdóticos. Pero si quieren ver cómo se amontona un portero y su defensa miren en el youtube los goles del Zaragoza a José Juan, hace una semana con otro 3-3 como el de El Arcángel.
No es cosa de ponerse agorero, pero como no tengo remedio y en el fondo parece gustarme que se rían del yerro en una predicción sin que me reconozcan los aciertos a tanto tiempo visto... en este comienzo de liga el Levante me parece un once técnico e inteligente con Morales, Campaña, Espinosa...-; el Mallorca, una plantilla harto solvente con Culio y los Juanes -Domínguez y Rodríguez-, que brillaran en el Dépor y quizás también haya que tener en cuenta al Elche y al Valladolid como aspirantes al ascenso. Al Valladolid lo vi contra el Rayo y me dio “buena espina” por el orden y la aparente disciplina táctica impuesta por Paco Herrera. Todo lo contrario que el Rayo, al que sospecho le esperan malos tiempos. En la pomada andará el Gerona y puede que el Oviedo. Es hasta posible que con la providencial suerte que acompaña al amo del Córdoba, también esté mi equipo y el de Oltra su entrenador dando voces a final de temporada.
¿Y el Lugo, con Luis César Sampedro, el Sampaoli de Segunda? Pues me da la impresión que le van a meter muchos goles, que va a recibir muchos elogios por “querer el balón”, ese mandamiento del catecismo neofutbolístico, y que a mitad de temporada buscará un equilibrio que le salve del despeñamiento. El 3-3 del viernes puede parecer divertido, pero en realidad fue injusto para los lucenses, que merecieron los tres puntos, pero con un tal Leuko del Camerún y otra tal Taritolay, diz que catalán, en defensa, a Sampedro se le van a multiplicar los portillos.