LA ESCUELA SEVILLANA
No se puede ser un auténtico torero de Sevilla sin ser clásico. Algunos críticos han tratado de rebajar a la escuela sevillana cotejándola con otras de otras Andalucías y de otras Españas, presentándola como simplemente florida, engañosa y, por decirlo con la palabra de un crítico inolvidable, plateresca. Pero justamente no se puede ser plateresco sin aplicar la platería, la orfebrería a una fábrica subyacente y arquitectónica de puro clasicismo. Lo plateresco no hace sino enjaezar lo clásico y dar rienda suelta a la fantasía decorativa –pero justa y elegantísima de línea, nunca churrigueresca-, y divertirse y divertir, después de haber expuesto el corazón de frente.
LA VERDAD DE SEVILLA, 1967 / GERARDO DIEGO
LA VERDAD DE SEVILLA, 1967 / GERARDO DIEGO
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006
Ignacio Ruiz Quintano