Mourinho hizo dos cosas: quitar a Benzema para poner a Varane y comenzar a protestar cada decisión del árbitro, el italiano Gianluca Rocchi, que desquició al conjunto blanco y su entrenador (...) El Real Madrid sobrevivió y se clasificó, pero no dejó una buena sensación ante un Manchester City que se despide de la Liga de Campeones en la fase de grupos por segundo año consecutivo.
Un recital del Barcelona, que acaparó la posesión y tuvo un juego profundo. Ayudó que su entrenador, Tito Vilanova, llenara el equipo de centrocampistas, dejando en la punta a dos jugadores tan escurridizos como Pedro y Lionel Messi. El resto lo hizo Xavi Hernández, magistral en la dirección.