Ignacio Ruiz Quintano
Abc Cultural
Un estafermo de buey Kobe -pienso, cerveza y baño de sake- flechado al vuelo por un arquero samurai sobre un gargajo amarillo de flan chino mandarín: es el cartel oficial, obra de Barceló, de los toros en Sevilla. ¿Qué cazador de patos urbano se lo encargó? En alguna parte hay un pueblo al que ese hombre está privando de un bendito.
Para empezar, Barceló no es un genio. Y no le gustan los toros.
Pintor al que le gusten los toros y que no sea un genio: César Palacios.
Pintor al que no le gusten los toros y que sea un genio: Pepe Cerdá.
Pintor al que le gusten los toros y que sea un genio: Bonifacio.
Pero Bonifacio ya no es joven, y el cazador de patos urbano mata por la juventud.
El "cazador de patos urbano" es una criatura disecada por Pepe Cerdá. Abunda en Madrid y Sevilla. Frecuenta las mejores galerías de arte y estaciona su "todoterreno" sobre la acera: "Como si tuviera que salir a cazar inmediatamente después de adquirir las más rabiosas y rompedoras obras de arte contemporáneo, y es que algo de cinegético tiene ya esto del coleccionismo: ha descolgado las cabezas de ciervo y de jabalí para sustituirlas por sus Tàpies, sus Barceló o sus Gordillo. En las cenas de inauguración, a nada que se haga oreja, se escucha este tipo de conversación:
"-Para Tàpies bueno, el de Rodrigálvarez, y qué bien de precio que lo consiguió.
"-Sí, pero nada tiene que ver con tu sopa de Barceló. ¡Mira que tienes ojo, y eso que me aconsejaste que comprara entonces! Si te hubiera hecho caso...
"-No te quejes, que ya diste en el blanco con Pérez Villalta, en la primera exposición en Soledad... y fíjate cómo se ha puesto.
"-Por cierto, me han dicho que hay un chico que promete mucho. Lo apadrina Schnabel y creo que ya tiene apalabrada una exposición en Nueva York... Creo que Rodrigálvarez ya ha comprado varios..."
Dicen que Primo Levi reunió valor para desear sobrevivir en Awschwittz cuando recordó el Canto de Ulises de la "Divina Comedia". Sí, ésa que no quiso leerse Barceló cuando la ilustró por encargo. En Sevilla, sin embargo, algún cazador de patos urbano pensó en Barceló, al que no le gustan los toros, para pintar un cartel taurino con morunos de buey Kobe como los de las inmolaciones festivaleras de Tomás, quien ha visto en la fiesta nacional un negocio de marketing y glamour.