José Ramón Márquez
Javier L. está en Pamplona. Va por correr el encierro y va también a los toros, a ver los toros, quiero decir. Escribe esta tarde por el teléfono:
“Llegó Julián a San Fermín y con él el mal tiempo y el toro chico. Se estrena Presidenta... mañana más”
A ver, a ver lo que dicen en Burladero: “capacidad y demostración”, “versatilidad técnica”, “aprovechó las inercias”, “contundente estocada”, “tocó muchos registros”, “faena larga, de torero largo”, “certera estocada”. La fábula de siempre, vamos.
Por lo demás, la pregunta de rigor para el doctor Moncholi: ¿mandamos al matadero los toruchos de Victoriano del Río, o a estos no les toca?
Javier L. está en Pamplona. Va por correr el encierro y va también a los toros, a ver los toros, quiero decir. Escribe esta tarde por el teléfono:
“Llegó Julián a San Fermín y con él el mal tiempo y el toro chico. Se estrena Presidenta... mañana más”
A ver, a ver lo que dicen en Burladero: “capacidad y demostración”, “versatilidad técnica”, “aprovechó las inercias”, “contundente estocada”, “tocó muchos registros”, “faena larga, de torero largo”, “certera estocada”. La fábula de siempre, vamos.
Por lo demás, la pregunta de rigor para el doctor Moncholi: ¿mandamos al matadero los toruchos de Victoriano del Río, o a estos no les toca?