Dalmacio Negro
14.- La sexualidad es una de las causas del resentimiento del individuo manqué, frustrado, cuya influencia en la política moderna y contemporánea hizo notar Michael Oakeshott. Pero las guerras y revoluciones relajan también las costumbres y el igualitarismo democrático, en el que tiene bastante que ver, además de la envidia,[1] el resentimiento que, según Dostoyevski, nace de la comparación- defiende como una cuestión de honor la más amplia libertad sexual. “El paradigma de la libertad” dice Alain Badiou repitiendo lo que enseñaba la socialdemocracia sueca, pionera en estas cuestiones.[2]
Pero, ¿cómo acabar con los “tabúes” en torno al sexo que protegen la intimidad, es decir, con el pudor?[3] Cuando una persona “pierde su intimidad lo pierde todo” dice Kundera. Desaparece hasta el yo narcisista del racionalismo y el Romanticismo, las personas se homogeneizan como en Rebelión en la granja de Orwell y los jefes mandan sin oposición. El origen de la crisis del pudor, “la epidermis del alma” que decía Víctor Hugo, está relacionado el auge de la democracia sexual.
15.- En la lucha del socialismo contra el prejuicio del pudor, se ha generalizado la educación sexual obligatoria. Y es que la trivialización del sexo como objeto de diversión para matar el aburrimiento —el hombre contemporáneo, incapaz de gozar del dolce far niente, no sabe “matar el tiempo” (time is money) ni divertirse de verdad—, y la promiscuidad sexual desempeñan un importante papel en la igualación por abajo.
El fraudulento informe Kinsey, las ideas de Wilhelm Reich, el psicoanálisis de Freud —un fraude dice Juan B. Fuentes,[4] «el folletón de la gente pensante», se burla Terry Eagleton—, la defensa por Michel Foucault y otros intelectuales franceses —Derrida, Althuser, Deleuze…— de la despenalización de las relaciones sexuales consentidas entre adultos y menores de quince años, etc., son justificaciones contraculturales cientificistas de la liberación sexual como un objetivo fundamental de la democratización, confundiendo la libertad política con la sexual.
La democracia sexual comenzó en la URSS. Es un ejemplo más de su influencia en la sovietización del mundo Occidental —el origen del progresismo— intensificada en este aspecto por la revuelta estudiantil de mayo de 1968.
16.- Lenin, un hombre austero, no era progresista. Pléjanov le consideraba un Robespierre y, cabría añadir, un Saint-Just, “el puro”. Pero según el Manifiesto Comunista, la familia es una institución burguesa y, por ende, debe ser destruida y la promiscuidad sexual se difundió en la URSS: «somos hijos de Lenin, no queremos padre, ni madre…» era un cántico revolucionario soviético. El aborto se introdujo en 1919. Sin embargo, en vista de las consecuencias anarquizantes, el partido comunista ruso empezó a defender la familia en 1923. El propio Lenin había advertido en Caricatura del marxismo que el principio de la verdadera democracia de autorizar el divorcio, «¡no es una invitación a que lo hagan todas las esposas!». Los bolcheviques mantuvieron empero el divorcio fácil y el aborto libre, no sólo para igualar las mujeres y los hombres, sino como garantía técnica para compensar el ascetismo exigido al activista revolucionario —figura diseñada por Lenin—, que prohíbe prácticamente la amistad y el amor.
Imitaron la legislación soviética (1920), la marxistizante Suecia socialdemócrata en 1938 y los países vinculados a la URSS tras la guerra de 1945. En 1972, el sueco Olof Palme, recaudador de limosnas para ETA, hizo público el manifiesto, que tuvo bastante éxito, “La Familia del futuro”, sobre cómo debería ser la política socialista de la familia apuntando a destruirla. En el Reino Unido se aprobó la Abortion Act en 1967 a propuesta del partido liberal. Como dijo una secretaria de Estado del Ministerio de Igual-dá del antigobierno español del “tirano y villano”[5] dr. Sánchez, el desenterrador —“la chusma como las hienas solo es intrépida con los cadáveres” (Pérez Galdós)—, feminismo y familia son incompatibles. Al año siguiente, 1973, legalizó el aborto el Tribunal Supremo de Estados Unidos con la célebre sentencia del Tribunal Supremo Roe versus Wade (1973) —derogada por anticonstitucional el 24 de junio de 2022—[6] y, siguiendo el ejemplo, empezó a extenderse por doquier.
La legalización del aborto como un requisito de la sociedad de bienestar recuerda el sacrificio de niños en culturas paganas para apaciguar a los dioses. En la cultura actual, para garantizar el derecho al bienestar de la abortista y sus allegados.[7] Otro aspecto de la democracia sexual es la gestión subrogada. Rechazada, por ahora, en casi toda Europa, aunque pueden comprarse niños en Ucrania, y está legalizada en USA. ¿Qué habría dicho Marx, que era un hombre serio, de los niños-mercancía? Hoy, discreparía seguramente del marxismo de sus admiradores en muchas cuestiones. Quizá también Lenin. Como dice Alain de Benoist, “Los locos se han hecho con el poder”.[8]
17.- Dejando aparte China, donde se justifica el genocidio abortista por razones económicas, aunque por razones, también económicas ha empezado a rectificar, Norteamérica es el adalid del mayor de los genocidios conocidos. El aborto sin restricciones es una obsesión del católico presidente Biden y sus gentes, que considera terroristas potenciales a las madres provida. «Europa, escribe Danilo Castellano, vive hoy inmersa en la Weltanschauung (visión del mundo) del americanismo».[9] Junto con Canadá en manos del presidente Trudeau, también católico. Trudeau es campeón del transgenderismo, de la revolución neo-maoísta woke estadounidense[10] y protector de la dictadura de la “comunidad ‘LGBTQIA2S+’”, acrónimo de los términos lesbiana, gay, bisexual, transgénero, queer, intersexual, asexual, de dos espíritus y otras “identidades” fundamentadas en el mito de la evolución. Trudeau calificó de horrific la revisión de Roe vs. Wade acorde con el common Law y prometió seguir defendiendo el aborto[11] en la guerra emprendida contra el ser humano por el atavismo progresista. Asesinato civil justificado como liberación de la mujer, la ONU pretende que sea una ley universal, y la Unión Europea, devenida una copia de la desaparecida burocracia soviética, ha votado (8.VII.2022) se incluya en la Carta de la UE como un derecho fundamental.
Es significativo que Rusia, cuya demografía regresiva es una herencia de la URSS —en los países socialistas o muy socializados tiende a descender automáticamente la natalidad—, restrinja el aborto para defender la familia, Aparentemente, con la intención de ilegalizarlo en el futuro. Pretenden también abolirlo naciones exsoviéticas como Polonia —que ha cambiado de bando en las elecciones recientes— y Hungría, que tiene buenas relaciones con Rusia. Algunos gobiernos hispanoamericanos resisten las presiones de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y otras instituciones internacionales obsesionadas con democratizar la sexualidad y reducir la natalidad.
18.- A las oligarquías dirigentes les interesan sociedades hipersexualizadas. Como al destruir la familia, que era para Bodino (1530-1596), el teórico de la soberanía, una barrera contra el despotismo y la tiranía, tienden a desintegrarse, son más frágiles y resulta más fácil manipular a la gente. Basta suscitar emociones de las que se intenta convencer a la gente utilizando la lógica y la propaganda, que, decía Hans Morgenthau, es consustancial a la política democrática. El cardenal Angelo Scola piensa, que la revolución sexual, publicitada como contracultura epicureísta en mayo del 68, pero iniciada por Lenin,[12] es un desafío no menor que la revolución marxista.
19.- El fomento de la “sexualidad líquida” no es históricamente una novedad. Es parte del viejo panem et circenses, aunque Mises notó en algún lugar que el interés personal en el sexo era característico de la intelectualidad socialista que conoció. Los avances técnicos permiten hoy utilizar demagógicamente la libertad sexual en gran escala. La pornografía, por ejemplo, se presenta como una conquista democrática y, según el psiquiatra Enrique Rojas, la adicción a la pornografía es hoy “una epidemia mundial”.[13] La presión de la “izquierda” con la complicidad de la “derecha” —incluida la democracia cristiana, un caballo de Troya en la civilización occidental—, está imponiendo rápidamente leyes totalitarias “ultraliberadoras” del derecho humano a la sexualidad.[14] Son un arma, aunque no se diga, contra la religión de la libertad, el cristianismo, principalmente contra el catolicismo latino y eslavo.
Una causa es la demagogia de los individuos frustrados y muchos psicópatas, militantes generalmente en la “izquierda” si se interesan en la política. Es natural, que los jóvenes europeos herederos o víctimas de la contracultura del 68 —pacifismo, contraverdad, sexo, …— y de la influencia soviética tiendan a votar a los partidos que, como poderes sociales sin ética, son expresamente favorables, para atraer votos, a la libertad sexual como una forma de consumismo garantizada con la “cancelación” del no nacido.[15] Sobre todo cuando puede desaparecer el consumismo por la crisis económica —entre otras causas, como la guerra contra la agricultura, es enorme la deuda pública en el mundo cuya divisa es el dólar— y el auge del colectivismo socialista y comunista, que como demuestra la experiencia, empobrecen a los pueblos. Es el caso de España, por lo menos desde 2004 en que comenzó el virreinato de Rodríguez Zapatero, doctor honoris causa por la Universidad de León. Se agravará con la prórroga del dr. Sánchez para que siga corrompiendo a la nación, arruinándola y gobernando contra ella. “Probablemente nunca hubo en la historia reciente de España gobernante más corrupto que Pedro Sánchez”, lamenta Jesús Cacho.[16]
20.- Étienne de la Boétie (1530-1563), amigo del escéptico Montaigne, denunció en el famoso y actualísimo Discurso sobre la servidumbre voluntaria o El contra uno,[17] escrito cuando tenía 18 años y se estaba asentando la Monarquía Absoluta en Francia —el antecedente del Estado Totalitario como mostró Tocqueville en El Antiguo régimen y la revolución—,[18] que las tiranías y los despotismos fomentan la libertad sexual para distraer y atraer a los súbditos.
Otro motivo en el mismo sentido es su utilización como herramienta o arma política para corromper a los jóvenes, el grupo potencialmente más peligroso para los poderes establecidos en la perspectiva de una posible rebelión o ejercicio del olvidado y fundamental derecho de resistencia contra la tiranía.
«Las cabezas ocupadas en libertinajes no maquinan revoluciones», decía el marqués de Sade.
[1] Vid. G. Fernández de la Mora, La envidia igualitaria (1984). Madrid, Áltera 2011. El socialismo, decía Churchill, es “el evangelio de la envidia”. La envidia es un factor de los deseos miméticos de Girard.
[2] Vid. R. Huntford, The New Totalitarians. Londres, Allen Line 1971. Un libro sobre Suecia casi proscrito en su momento. En Suecia, se enseñaba la libertad sexual como una conditio sine qua non de la libertad política
[3] Sobre el pudor, M. Scheler, Sobre el pudor y el sentimiento de vergüenza (1913). Salamanca, Sígueme 2004. J. Choza, La supresión del pudor, signo de nuestro tiempo y otros ensayos. Pamplona, Eunsa 1980. W. Shalit, Retorno al pudor. Madrid, Rialp 2012.
[4] La impostura freudiana. Una mirada antropológica crítica sobre el psicoanálisis freudiano como institución. Madrid, Encuentro 2009.
[5] I. Ruíz Jarabo, “Sánchez, tirano y villano”. vozpopuli.com (14. XI.2022).
[6] La respuesta inmediata de la moral utilitarista de los empresarios norteame-ricanos ha sido pagar los gastos a las mujeres embarazadas que vayan a abortar a estados donde esté permitido.
[7] Encíclica Centesimus Annus Nº 19: “La sociedad del bienestar o sociedad de consumo, tiende a derrotar al marxismo en el terreno del puro materialismo, mostrando cómo una sociedad de libre mercado es capaz de satisfacer las necesidades materiales humanas más plenamente de lo que aseguraba el comunismo y excluyendo también los valores espirituales. En realidad, si bien por un lado es cierto que este modelo social muestra el fracaso del marxismo para construir una sociedad nueva y mejor, por otro, al negar su existencia autónoma y su valor a la moral y al derecho, así como a la cultura y a la religión, coincide con el marxismo en reducir totalmente al hombre a la esfera de lo económico y a la satisfacción de las necesidades materiales”.
[8] elmanifiesto.com (11. VIII. 2021).
[9] Política natural, teología política y tentaciones antipolíticas contemporáneas. Madrid,Consejo de Estudios Hispánicos «Felipe II». 2021. Cap. VI. 5, p. 100.
[10] Vid. J.-H. Westen, “How woke ideology serves as a substitute religion for many Westerners”.
[11] El Canadá socialista de Trudeau es un país decadente sobre el que ha hecho Aaron Gunn el documental, Canada Is Dying, centrado en el caos social, el enorme consumo de drogas, la escasez de viviendas y el aumento de la delincuencia.
[12] «La primera revolución sexual de la historia humana la hizo Lenin al legalizar el aborto, la homosexualidad, el divorcio sin culpa; Lenin, siguiendo a Marx y Engels, quería explícitamente destruir la familia, que consideraba una institución burguesa; véanse sus diálogos con Clara Zetkin». A. M. Cernea, II “Teología de la liberación, gnosticismo y cultura homosexual”. Según esta misma autora, un tal Harry Hay fundó en 1950 en Estados Unidos la primera organización por los “derechos de los homosexuales” llamada Mattachine Society, en la que casi todos sus miembros, empezando por Hay, pertenecían al Partido Comunista. El esquizofrénico Wilhelm Reich, publicó en 1936 La revolución sexual. Para una estructura de carácter autónoma del hombre. Barcelona, Planeta-Agostini 1995. Vid. también H. Marcuse, Eros y civilización. Una investigación sobre Freud. Madrid, Sarpe 1983. Cf. A. Mahon, Surrealismo, Eros y política, 1938-1968. Madrid, Alianza 2009.
[13] Los teléfonos móviles facilitan a niños y adolescentes el acceso a la pornografía. J. Lozano, «El porno no se busca, se encuentra»”. postmaster@ideasclaras.org (21.IV.2022). “Con 11 y 12 años ven ya pornografía en su propio smartphone”.
[14] Se discute la constitucionalización del derecho al aborto. Es congruente que se instituya constitucionalmente, para evitar discusiones, equívocos y malentendidos, puesto que se trata del derecho o no derecho a matar seres humanos. Como derecho, es absurdo, inicuo e injusto —“una ley injusta nunca puede convertir en derecho lo que es un delito” (Juan Pablo II)— y puede alterar la paz social, como está ocurriendo. Constitucionalizado, es decir, sacralizado, hay aceptarlo. Las Tablas de la Ley son hoy las constituciones del tipo francés, vigentes en la mayoría de los países civilizados.
[15] Llamó la atención que fuese contrario el voto de los jóvenes a la salida de Inglaterra de la UE, temerosos quizá de una reacción conservadora, aunque parece que se abstuvo la mayoría. Por otra parte, se calcula que el sesenta por ciento de los votantes a favor del Brexit eran cristianos. Según The Times, Inglaterra ha dejado de ser un país cristiano y el cristianismo será una reliquia más de la debilitada institución monárquica.
[16] “El cepo de Felipe VI”. Vozpopuli.com (31. XII. 2023).
[17] Madrid, Trotta-Liberty Fund 2008.
[18] Vid. el artículo citado de Rubio Esteban.
Leer en La Gaceta de la Iberosfera